Perfumerías Avenida, muy superior a Bembibre, coge ritmo en el que ha sido su partido más regular y lineal del año. Atacó bien, defendió a gran nivel y movió de manera notable la pelota, minimizando esta vez errores. Puestos a dar nombres propios se lo ganó Andrea Vilaró, no sólo por una tarde con grandes porcentajes en el tiro, sino porque leyó el duelo a la perfección desde el puesto de base, ayudando al rebote y defendiendo con una gran lectura. Junto a ella una Fasoula que si sigue creyendo así en sus posibilidades al rebote dará otro salto más de calidad en su juego. 

Una puesta en escena con la novedad de Gulbe que, tras una buena aparición en el encuentro de Euroliga, parecía llamada a tener mayor protagonismo tras conocerse que McCall no iba a jugar. Otra lesión, otro esguince en este caso, para Avenida en un inicio de Ligaen el que no ha podido contar con su roster al completo más allá de la Supercopa.

Pero al margen de las caras en las que nos fijamos antes del pitido inicial lo que interesaba era observar la puesta en escena del equipo. En los encuentros en los que la escuadra salmantina ha entrado centrada y con acierto ha ido fluyendo más que en aquellas citas donde los primeros lanzamientos no iban y la ansiedad ganaba terreno a la serenidad. Acertó Cazorla en el primer tiro y la buena disposición al rebote de un Fasoula cada día más firme en esa tarea daba rédito.

En cinco minutos Bembibre ya estaba en bonus así que era importante aprovechar los viajes al tiro libre, donde Avenida debe ir aumentando su estadística, lo mismo que debajo el aro donde se iban un par de lanzamientos fáciles que favorecían que no hubiera un despegue más pronunciado. Tenía ahí ventaja Avenida con Reisingerova aunque dos faltas en ataque la mandaban a banquillo. Un triple de Vilaró, como buena multiusos trabajando desde el puesto de base, rompía con varios ataque sin frutificar para cerrar el cuarto, 19-10.

Ella misma ponía el +10 antes de irse al banquillo a descansar tras un buen esfuerzo defensivo y es que cerrar la puerta a las penetraciones y el hecho de que no se permitieran balones interiores dejaba para Bembibre casi la única opción de lanzamientos lejanos. Era un cuarto que no cogía ritmo por las continuas faltas e interrupciones, con ambos equipos en bonus cuando aun quedaban seis minutos por jugarse de cuarto. Volvían Reisingerova y Vilaró a pista para anotar cinco puntos, aunque no conseguía Avenida abrir hueco y pedía tiempo muerto a 3'32" para el descanso, 34-28.

Seguía enchufándolas una Vilaró muy suelta todo el duelo y es que cuando está de dulce su tiro, da igual que sea en parado que casi en carrera se percibe que va a dar en la diana incluso antes de que salga de las manos,  y con esos puntos conseguía que el equipo se mantuviera en ese margen entre ocho y once puntos para afrontar el final del parcial. Todo sin que los colegiados se libraran de los pitos ante el hartazgo del personal ante tanto parón. Habría que empezar a analizar porque en la mayoría de los partidos de Europa se pueden ver partidos que en hora y media han acabado de sobra y fluyen mientras que en España la interrupción es tan constante.

Avenida trabajó bien y eligió buena opción para sus últimos ataques y para irse al descanso con la máxima, 43-28.

Consolidar la renta y mantener una línea regular como se había visto más o menos en el primer tiempo era el reto de la segunda mitad que comenzó bien el equipo de Íñiguez. Canasta y recuperación defensiva y a medida que iba creciendo el equipo lucían más jugadoras, llevándose ovaciones de forma especial Vilaró, Fasoula y Gulbe. Un triple muy celebrado de esta última llevaba el marcador a un 53-28 con el que pedía tiempo muerto Vázquez. 

Disfrutaba Würzburg con los mejores momentos de su equipo, que 'bailaba' bien la bola en ataque y que mantenía a cero el contador de Bembibre en ese cuarto y se iba a +30 de ventaja en apenas cinco minutos. Seis puntos, dos triples, en el último minuto fue lo que pudo anotar Bembibre en un parcial en el que el duelo quedó resuelto a favor de la escuadra azulona. Si lo que se buscaba era regularidad esos diez minutos probablemente han sido los más fluidos en lo que va de campaña, 63-34.  

Otro triple, esta vez de Leo Rodríguez, abría el último acto y a la fiesta se sumaba Crvendakic que sin tener que dejarse ver tanto ya se iba a 16 puntos. La renta daba margen para intentar repartir lo máximo los esfuerzos entre las ocho disponibles y dar entrada a Vera García y también para hacer probaturas como una defensa zonal ante la que Bembibre pudo maquillar el marcador final.