La reestructuración afecta a 17.483 habitantes de la provincia salmantina
El recorte de paradas aleja el 'coche de línea' de 33 pueblos de Salamanca y aísla un poco más a 17.000 habitantes de la Sierra, Guijuelo o Béjar
El nuevo mapa estatal del bus interurbano deja sin parada a pueblos salmantinos con pocos viajeros a la espera del plan de la Junta: están abocados a perder el bus 'de toda la vida'
La restructuración del transporte de viajeros por carretera va a incomunicar un poco más a muchos municipios de Salamanca, algunos pequeños y otros no tanto, a la espera de que el futuro mapa regional cubra las ausencias que ahora se van a generar con el nuevo mapa nacional. De momento, 33 localidades ya saben que se quedan sin parada del bus interurbano que han tenido hasta ahora, aislando un poco más a miles de vecinos que tenían en la llegada del 'coche de línea' una de las escasas alternativas de movilidad. Guijuelo, la Sierra de Francia y las comarcas de Béjar o Peñaranda son de las más afectadas.
La situación va a cambiar con el nuevo diseño del mapa nacional del transporte de viajeros. Como ya publicó TRIBUNA hace unas semanas, el nuevo diseño suponía la supresión de 346 paradas en municipios de Castilla y León. En el caso de Salamanca, son 33 que, según los cálculos del Ministerio, suman 17.483 habitantes y 7.596 usuarios, es decir, que esas paradas eran usadas por casi 8.000 viajeros al cabo del año.
¿Por qué ocurre esto? En el nuevo diseño de las líneas de bus interurbano el ministerio ha decidido simplificar el esquema. El plan estatal consiste en desplegar un nuevo modelo con 22 corredores principales a partir de los cuales se organicen 510 rutas, ahora mismo son 966 rutas en 79 contratos, y por el camino se van a perder rutas y también paradas. De los 1.912 municipios que tienen ahora mismo una parada de autobús de línea se pasa a 495. Es una merma importante, tres de cada cuatro la pierden. En el caso de Castilla y León son 346 los municipios que en el mapa actual del autobús de línea tienen parada y van a dejar de tenerla.
En Salamanca son 33, buena parte de ellos pequeños municipios, pero otros grandes también se ven afectados. Así, Guijuelo perderá parada de alguna de las líneas actuales, a la espera del diseño regional. Se va a notar mucho en la Sierra de Francia y en la Sierra de Béjar, donde numeras localidades pierden parada, igual que en el campo de Peñaranda. Así, en la primera zona Cepeda, Linares de Riofrío, Miranda del Castañar, Robleda, San Esteban de la Sierra, San Miguel de Valero, Santibáñez de la Sierra y Sotoserrano.
En Salamanca se ven afectados: El Bodón, Calvarrasa de Abajo, Cantagallo, Cantaracillo, Cepeda, Cespedosa de Tormes, Encinas de Abajo, Endrinal, Fuenterroble de Salvatierra, Fuentes de Oñoro, Gallegos de Solmirón, Guijuelo, Herguijuela de la Sierra, Herguijuela del Campo, Linares de Riofrío, Miranda del Castañar, Monleón, Navamorales, Paradinas de San Juan, Peñaparda, Puente del Congosto, Puerto de Béjar, Rágama, Robleda, San Esteban de la Sierra, San Miguel de Valero, Santibáñez de Béjar, Santibáñez de la Sierra, Los Santos, La Sierpe, Sotoserrano, Ventosa del Río Almar y Villasrubias.
Criterios para quitar la parada
El motivo es que el ministerio se ha centrado en reorganizar las líneas que son de carácter estatal, ya que muchos de los contratos actuales incluyen trayectos y paradas dentro de las comunidades e incluso entre municipios. A la hora de determinar dónde para y dónde no, se han utilizado varios criterios en función de la importancia del municipio o del número de viajeros.
Así, las cabeceras de corredor o línea tienen asegurada parada, igual que los grandes municipios y aquellos que den acceso a una estación de tren, aeropuerto o bus, para dotar al sistema de intermodalidad. Esto está garantizado por la ley de movilidad, pero también se incluirían municipios con más de 500 usuarios al año o con má de 2.000 si son de un alfoz o corona de un gran municipio.
Para las paradas de menos de 500 viajeros al año quedaría el sistema de servicio a la demanda con diferentes fórmulas: utilizando el bus escolar, por ejemplo, como se hace ya en Castilla y León, o dando paso a nuevos sistemas como el 'carsharing' o el coche compartido.
Además, se plantea que se puedan incluir paradas de refuerzo en puntos diferentes según la época del año, por ejemplo, para reforzar el servicio en la época de verano o en vacaciones.
Tres corredores para Salamanca
De esos 22 corredores, la provincia tiene asegurada su presencia en tres grandes corredores: un gran eje Madrid-Ávila-Zamora-Salamanca, el corredor de la Ruta de la Plata y un corredor transversal Galicia-Cataluña que tendrá ramales hacia Castilla y León. Según el ministerio, el objetivo es terminar el diseño, ajustarlo con las comunidades y licitar todos los contratos por corredores de manera conjunta, con todas las líneas en un solo contrato por corredor, 22 en total. No obstante, tendrán parada asegurada sólo grandes municipios o cabeceras y los que tengan al menos 500 viajeros al año.
Pero, ¿qué pasa con los que quedan fuera? Esas 33 localidades pierden parada en el nuevo mapa de líneas estatales y tendrá que ser la Junta de Castilla y León la que asuma buena parte de estas paradas que ahora desaparecen con el nuevo mapa regional complementario que ya está en preparación. Un mapa que está en elaboración, pero que tiene los mismos problemas que el estatal: atender municipios con poca población y escasa demanda numérica de usuarios. El ministerio se ha quitado esta 'patata caliente' de la movilidad en el mundo rural y se la pasa directamente a la Junta, que tendrá que asegurar las posibilidades de movilidad.
Otra cosa será cómo se prestará este servicio, ya que el nuevo modelo incorpora novedades como la intermodalidad, el funcionamiento por nodos en el mundo rural o el servicio a la demanda. Así va a funcionar. La idea es que la capital, con salida a estación de tren y aeropuerto, los municipios más grandes en población (Santa Marta) o con elevado número de viajeros tengan parada asegurada y que para los más pequeños se adopte el modelo a demanda.
Para las paradas de menos de 500 viajeros al año quedaría el sistema de servicio a la demanda con diferentes fórmulas: utilizando el bus escolar, por ejemplo, como se hace ya en Castilla y León, o dando paso a nuevos sistemas como el 'carsharing' o el coche compartido. Eso empuja a muchos municipios a perder definitivamente la parada del bus de toda la vida.
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