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La contaminación del aire de Salamanca empieza su regreso a la 'normalidad' y retrocede tras mejorar en la pandemia

La media anual de presencia de partículas baja y cumple la normativa OMS y también mejora el ozono, pero la calidad del aire apunta hacia los niveles de 2019

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La contaminación del aire de Salamanca empieza su regreso a la 'normalidad' y retrocede tras mejorar en la pandemia
La pandemia redujo al mínimo el tráfico durante 2020.
Félix Oliva López
Félix Oliva López
Lectura estimada: 4 min.

El 2021 ha conservado todavía la mejora en la calidad del aire experimentada durante la pandemia, pero empieza a dar síntomas de retroceso. La reducción de la actividad y el frenazo a la movilidad, muy limitada durante meses, hizo en 2020 el milagro de rebajar todos los indicadores de los principales contaminantes atmosféricos y el año pasado, todavía con alguna restricción, la tendencia fue la misma, pero poco a poco regresa a los niveles previos. A final de año ya se observó un empeoramiento y ya durante 2022 los episodios de calor y calima han devuelto la situación a la 'normalidad': la contaminación vuelve a niveles similares, pero al menos en Salamanca hemos podido comprobar los beneficios de la reducción de una reducción del tráfico que va en la línea de los planes municipales.

El último informe de Ecologistas en Acción vuelve a poner mala nota a la calidad del aire que respiramos en España. Pese a la reducción general de la movilidad y la actividad económica derivada de la lucha contra la COVID-19, el ozono troposférico, las partículas PM10 y PM2,5 y el dióxido de nitrógeno (NO2) continuaron afectando durante 2021 a todo el territorio nacional, superando los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de manera generalizada, también en Castilla y León.

En el caso de Salamanca, la evaluación de la calidad del aire ha dado algún paso a mejor y algunos a peor. Tras la sustancial mejoría del exámen de 2020, el pasado 2021 todavía mejoró un poco más la situación en cuanto a la concentración de partículas y la presencia de ozono. La mejoría se centra en algunas mediciones generales y aunque la calidad del aire todavía incumple algunas de las recomendaciones de la OMS, en algunos contaminantes consigue situarse por debajo del exigente umbral de la organización mundial, que precisamente el año pasado revisó a la baja el listón en el que se considera que el aire que respiramos es o no saludable.

Sin embargo, la evaluación no puede ser buena porque hay un retroceso, algo con lo que se podía contar con la reactivación total del tráfico, que está por encima del 100% de lo que era antes del estado de alarma. El número de días en los que el aire estuvo más cargado de partículas superó la recomendación de la OMS. La presencia de dióxido de nitrógeno, contaminante vinculado al tráfico, está ya en niveles superiores a los de 2019 y Salamanca es una de las áreas urbanas más afectadas del país. Y el ozono, el contaminante con el que más problemas tiene Salamanca, multiplica por 20 el número de días en los que el aire está cargado. En el lado positivo, la media anual de partículas de 10 micras ha sido mejor y el número de días que se ha superado el nivel estatal de ozono, más laxo, se ha reducido.

 

Evolución: algo mejor en partículas y ozono

Con los datos en la mano, la concentración de partículas PM10 ha pasado de 14 a 13 mg/m3 de valor medio anual; la OMS pide 15, mientras la normativa estatal, mucho más laxa, lo eleva a 40. El número de días en los que se superó el límite de 50 mg/m3 al cabo del año fue de 7 por los tres de 2020, que es justo el límite que marca la OMS; la normativa estatal permite 45 días, con lo que sí se cumple. En partículas de 2,5 micras tanto el número de días de superación como la media anual han empeorado, pasando de 1 a 18 días de superación, muy por encima de lo recomendado, y de 5 mg/m3 a 7, cuando el límite OMS es 5 y el estatal, 20.

En dióxido de nitrógeno la media anual ha pasado de 10 a 12 mg/m3: el límite de OMS está precisamente en 10 y fue el dato que se consiguó en 2020. También se apuntó 16 días superando el nivel de 25 mg/m3 cuando la OMS recomienda un máximo de tres; en 2020 no se ofreció este dato. En cuanto al ozono, el número de días que se ha superado el nivel de 120 mg/m ha sido de ocho al cabo del año, por los 13 de 2020, y muy por debajo de la exigencia estatal. Sin embargo, el nivel de la OMS, que marca un listón de 100 mg/m3, se superó en 62 días al cabo del año cuando en 2020 eran 50 y la OMS recomienda no pasar de tres.

 

Involución

Con todo, los datos van camino de los registros de 2019, aunque han mejorado. La concentración de ozono ha mejorado mucho en 2020 y 2021 con niveles significativamente más bajos que los previos, y Salamanca es una de las ciudades donde la mejoría de la situación fue en especial. El ozono, que ha dado siempre niveles altos en la capital, tiende ahora a datos positivos. En todo caso, tres cuartas partes de las estaciones que miden este contaminante siguieron registrando en 2021 superaciones de la guía OMS en más de 25 días relevante.

Y luego está la calidad de las mediciones. Salamanca cuenta con sólo dos estaciones operativas y aunque eso se va a mejorar en el futuro, son pocas para una evaluación. Se echa en falta su presencia en zonas con tráfico, donde sacar mejores conclusiones.

Ecologistas en Acción ha tomado sus propias mediciones que han alertado sobre la alta contaminación de algunas calles y su impacto en los entornos de varios colegios de la capital. Por este motivo, la organización ha insistido en pedir planes de calidad del aire y la reubicación de estaciones de medición oficiales.

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