Salamanca va a dar el próximo curso un primer paso decidido hacia un futuro sin doble fila escolar, uno de sus grandes problemas de tráfico. La concejalía del área ha empezado a trabajar en esta materia en aquellos casos en los que existen situaciones de peligro. Así lo ha confirmado el concejal, que ha esbozado un plan para introducir cambios en la circulación y limitar o prohibir la doble fila escolar tolerada hasta ahora. Esta costumbre tolerada de aparcar en segunda fila en las inmediaciones de los centros escolares en las horas de entrada y salida genera importantes problemas de tráfico y es un riesgo, pero además contraviene las recomendaciones en materia de seguridad vial. Ahora se actuará en varios colegios, algunos de los cuales ya han iniciado medidas.

Pero, ¿por qué ahora? Hace años que Salamanca sufre con la doble fila y también hace tiempo que existen soluciones como los caminos escolares seguros de la DGT, pero es ahora, con la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones, cuando hay que tomar cartas en el asunto. La guía del Miteco para la implantación de las ZBE, obligatorias en 2023, incide en el aspecto de la seguridad vial, con especial atención a los centros escolares. 

Este concepto engloba medidas para calmar tráfico en los entornos escolares, diseñar itinerarios de fácil acceso a pie y que sean seguros o alejar los coches de los colegios. También apunta a la renaturalización de los entornos escolares o a la peatonalización o conversión en zonas residenciales de las cercanías de colegios, con medidas como la limitación a 20 ya impuesta en muchas zonas en la ciudad. La nueva ZBE está detrás de este cambio de actitud con respecto a la doble fila escolar.

Qué se va a hacer

Esta semana en la comisión informativa municipal de Policía la concejala del grupo mixto Virginia Carrera ponía sobre la mesa la necesidad de tomar medidas contra el aparcamiento irregular, y en zona peatonal, que se produce en el colegio del Zurguén. El concejal del área, Fernando Carabias, ha asegurado ya se ha empezado a trabajar en el tema en diferentes casos, fundamentalmente aquellos en los que se generan situaciones de peligro o inseguridad vial, y ha desgranado algunas de las medidas que empezaron con un centro.

En el Colegio Santa Teresa (en la carretera de Zamora) ya se ha efectuado control en el aparcamiento y el acceso con vehículos (no permitiéndolo en ningún caso) en lugares donde está prohibido. Hay dos aparcamientos disuasorios en las inmediaciones (supermercado y junto a gasolinera) como alternativa y por ahora se están respetando las medidas.

En adelante, en el Colegio San José de Calasanz, en el Paseo de Canalejas, una de las zonas más afectadas por la doble fila escolar, se ha decidido actuar y se está buscando la fórmula adecuada. Se trata, según el concejal, de un emplazamiento problemático porque hay mucho tráfico y el estacionamiento en doble fila lo complica, especialmente a las horas punta cuando coinciden coches circulando, coches aparcados y peatones. Se ha realizado ya un estudio con diferentes alternativas. Usar el aparcamiento del colegio, con bonos por acceso de pocos minutos, o el aparcamiento de las Bernardas como disuasorio son las alternativas.

En el Colegio del Campo Charro se ha efectuado un estudio y se tienen varias conclusiones. Hay alternativas pero falta concretar cómo se va poner en marcha al principio de curso. 

En el Colegio Santa Catalina (Calle Cañizal) se ha planteado ya en varias ocasiones la necesidad de tomar medidas, y se ha decidido empezar a analizar la situación; por contra, en el Colegio del Zurguén, el caso comentado por el Grupo Mixto, no hay conocimiento de la existencia del problema, pero se analizará.