"La mujer que vaya a sufrir un ataque sexual que se defienda siempre". Este es el consejo que ha transmitido el profesor Francisco Javier de Santiago, director de la Unidad de Análisis de Conducta Criminal de la Universidad de Salamanca. Y es que, según este profesor, "está demostrado que no hay más riesgo para la mujer, lo que sí está contraindicado en estos casos es llorar o intentar negociar con el agresor, lo mejor es gritar y defenderse". Una conclusión a la que han llegado en esta unidad con su trabajo de investigación sobre distintos tipos de delitos.

Su trabajo les ha permitido establecer algunas pautas sobre este tipo de delitos y los agresores sexuales. "No es cierto que tengan trastornos en el control de los impulsos ni patologías pero unen excitación sexual con sensación de poder y control", asegura. 

Además, han podido establecer algunas pautas de conducta habitual en este tipo de delitos como la reincidencia o la distancia que recorren en los desplazamientos para cometer sus delitos. De esta forma, asegura que los delincuentes más reincidentes no son los agresores sexuales, sino los ladrones. "Los que reinciden son los agresores sexuales en serie y los pederastas", explica De Santiago. Igualmente, en cuanto a los desplazamientos, estos delincuentes sexuales no son los que más lo hacen para cometer el delito, ya que suelen hacerlo en una distancia de "entre 1 y 1,5 kilómetros y los que más se desplazan son los ladrones de casas".

Sobre la forma de cometer estos delitos, desde la Unidad de Análisis de Conducta Criminal han detectado algunas conductas habituales, especialmente en ciudades universitarias como Salamanca. En este sentido, De Santiago ha asegurado que "la burundanga es casi un mito, lo más utilizado es una sustancia conocida como rohynol, que es la que más se usa en Salamanca y ciudades universitarias". Unas ciudades en las que han detectado un tipo de agresión sexual más habitual y es "esperar al último día para agredir a estudiantes extranjeras que van a regresar a sus países de origen y que han bebido mucho, se las llevan a un piso y después estas chicas tienen que decidir denunciar o volverse a casa".

Además, también en esta unidad universitaria de investigación multidisciplinar hablan de un tipo de delincuente sexual denomidado 'brujo', que llega a cometer el delito una media de seis veces antes de que sean detenidos. Se trata, según De Santiago, de un agresor muy particular, ya que "lo graban siempre y no se deshacen nunca de la grabación".