La Feria Taurina Guijuelense no ha defraudado a nadie. En la primera de sus citas ha apostado por un cartel puramente charro: Javier Castaño, Juan del Álamo y Alejandro Marcos han compartido terna en el día más taurino que existe, el 15 de agosto, con tres cuartos de entrada en una tarde de lo más calurosa.

Y así, de chiqueros salió 'Sospetillo', enorme de peso y flojo de cara, no le dio opciones de lucimiento con el capote a Castaño al volverse muy pronto y con mucha codicia. Destacar como ya es habitual la actuación del banderillero Fernando Sánchez que no dejó a nadie indiferente con su torería a la hora de ejecutar esta suerte. 

Con la pierna flexionada y por abajo inició el torero salmantino la faena de muleta para dar paso a varias tandas muy buenas y muy despacio con la mano derecha. El toro fue a menos acortando su recorrido y aliviando la cara al final de los muletazos. Lo intentó por la izquierda sin opción. Muy valiente y torero Castaño. Pinchazo y estocada. Ovación.

El diestro Javier Castaño en el coso guijuelense (Foto T. Navarro)

Llegó el turno para del Álamo que muy encajado, sereno y con verdad paró a la verónica al segundo de El Pilar de manera magistral, rematando con tres chicuelinas y dos medias formó un revuelo en banderillas. Toro con recorrido y sin fijeza. Muy inteligente el de miróbriga lo metió en la muleta y aprovehcó tres buenas tandas por la derecha. Quedó desarmado al intentarlo al natural, insistió hasta sacarle una tanda y volvío al pitón bueno para dar otra serie de mucho mérito. Estocada tendida y ovación.

Juan del Álamo toreando al primero de su lote (Foto: T. N.)

Se estrenaba en Salamanca tras tomar la alternativa el pasado 25 de julio en Santander Alejandro Marcos. Muy encajado y manejando con mucho gusto las telas paró al tercero en suerte a la verónica. Torerísimo inicio de faena por trincherazos y cambio de mano, sin duda el joven charro dejó ver su buen gusto toreando por ambos pitones. Derrochó arte el de la Fuente de San Esteban ante el mejor de la tarde hasta el momento. Pinchazo, estocada y oreja.

Con el cuarto llegaba la última oportunidad para Javier Castaño 'Alambrisco' de nombre, alto de agujas, veleto y muy escurrido... lo puso por galleos el matador a los pies del caballo y con la montera calada. A dos manos se puso a torear el salmantino a un astado pronto y con nobleza. Un toro de nota que permitió lucidos pases cambiados por la espalda. Muy firme y variado el torero al tocarle en suerte un animal al que no está acostumbrado a matar. Lo intentó en la distancia larga pero el acero resbaló por el lomo. Estoconazo a la segunda y cinco descabellos.

Paró Del Álamo al quinto de la tarde, castaño, muy grande y con la cara por las nubes. Muy suelto, sin fijeza y se colaba por ambos pintones. Fuerte puyazo en varas. Muy inteligente estuvo el de Ciudad Rodrigo al torear con suavidad y despacio, dando tiempo al de El Pilar para que recuperase por su enorme volúmen. Una faena basada en la mano derecha en la que el diestro exprimió todo lo que tenía el toro con buenas series rematadas con pases de pecho y una actitud de confianza. Medio descabello y ovación.

En apuros puso el último de la tarde a Marcos al salir con muchos pies y resolverse con asombrosa rapidez sin acabar de pasar en los lances un colorado ojo de perdiz, muy alto de agujas, exagerado de tamaño, cuesta arriba y rabicorto. Apretó en el caballo y volvió a poner en en riesgo a los banderilleros. Seria 'papeleta' la que tuvo el de la Fuente de San Esteban para cerrar plaza. Se acopló Alejandro al toro y lo terminó convenciendo para llevarlo muy firme, valiente, capaz y resolutivo. Mató mal, silencio.

Alejandro Marcos toreando en la Feria Taurina de Guijuelo (Foto: T. N.)