"Fue un proceso, con afición, inversión y trabajo. La Copa de 2005 marcó el inicio de todo", señala Recio
Perfumerías Avenida se trabaja los mimbres y da con éxito las primeras puntadas del nuevo cesto
Perfumerías Avenida supera a Clarinos Tenerife, 66-48, en un partido con luces y sombras y que encauzó con un segundo parcial que debe marcar la línea a seguir.
Volver a empezar nunca es comenzar de nuevo, es retornar con algo más de experiencia a un lugar que todavía te enseña. Para volver a empezar no es premisa partir de algo negativo, contra lo que pudiera parecer, y en el caso de Perfumerías Avenida es evidente que no es así porque en este equipo está la huella, la esencia y la firma del de la pasada temporada. Pero se parte de la idea de confeccionar algo distinto, más elaborado y para eso también hay mimbres de nuevo cuño que hay que ir domando y adaptando al cesto.
Hablamos del medio y largo plazo porque en el corto solo se pueden dar realizar los primeros esbozos ya que no se cuenta con todo el material necesario. Faltan jugadoras muy importantes y ese debe es lo que Avenida debe intentar disimular en este arranque de Liga porque es inevitable que pese. Pero, como dijo el entrenador en la rueda posterior al partido, las que están son las que están y el equpo es este y hay que buscar su límite.
Esa presión que puede pesar por ser conscientes de estar en plena construcción sí se vivió en el primer cuarto del choque ante Clarinos Tenerife donde los primeros fallos generaron las primeras dudas y se vio un equipo que no acababa de soltarse y quizás con cierto miedo a errar, aunque después se cometieran fallos simples en malos pases que favorecían algunas canastas fáciles de un Clarinos Tenerife que llevaba el mando en el primer cuarto.
Una consecuencia de esos errores, la mayoría no forzados, era uno de esos tiempos muertos de Roberto Íñiguez en los que da igual el volumen de la música o el murmullo de la grada porque queda claro que algo no va sobre el plan previsto y la culpa es, sobre todo, propia.
Clarinos llegaba con una idea clara de juego que pasaba por complicar lo máximo en defensa, tratar de llegar rápido en transición impulsado por el motor Ocete y busar la posible ventaja de Davis sobre sus pares aunque al final la que más daño hacia era Tikvic con su envergadura al rebote o cortando al aro. Lo mejor para Avenida es que acababa a tiro el primer cuarto y el parón hacia el segundo sirvió para dar la vuelta de tuerca necesaria para ajustar la defensa.
Ya no atacaba tan fácil Clarinos porque también desaparecían las pérdidas azulonas y en estático, empezando con las líneas arriba y mucha movilidad, iba ganando envergadura Avenida que salía bien al contraataque. Silvia Domínguez cogía el mando anotador y ponía por delante al equipo con cinco puntos consecutivos y la acompañaban con un buen trabajo abajo Fassoula y Evans, dos '4' que con confianza y sin salirse del guión pueden dar buenos réditos.
El cuarto acababa con todas más entonadas y un +14 a favor de las azulonas tras canasta sobre bocina de Silvia Domínguez . Todo después de varios minutos en los que el control de rebote con carácter, el trabajo atrás y la velocidad habían llevado el duelo por buen camino al receso (36-22).
El parón cortó algo el ritmo que había cogido el equipo salmantino principalmente en ataque porque se sentía mucho mejor el trabajo colectivo atrás, con ayudas que llegaban mejor ante un rival con menos energía. Por eso, aunque costaba más encontrar vías al aro y Tikvic ganaba varias batallas al rebote al final del cuarto, la renta apenas mermaba, 48-35.
El duelo no estaba muerto y hubo amago de reacción tinerfeña pero un robo a media pista y canasta de Evans, dos buenos rebotes ofensivos y un par de balones interiores bien aprovechados moviendo el balón con velocidad le dieron a Avenida la ocasión de sofocar la amenaza. El triple de Vilaró a cinco del final ponía el 59-41 dejando ya la victoria en Würzburg.
Hasta el final, eso sí, con la exigencia de mejorar aquellos errores que se seguían dejando ver y que provocaban puntos en contra que podían evitarse. Acciones que, seguro, se aprovechan como lecciones para seguir progresando en este proceso largo y laborioso de doma de los mimbres.