El nuevo protocolo, adaptado al Sistema VioGÉN 2, refuerza la coordinación entre la Policía Nacional y la Policía Local para mejorar la protección de las víctimas en Béjar
El Museo del Orinal de Ciudad Rodrigo: cuando los objetos más cotidianos se convierten en arte
La colección alberga más de 1.300 piezas del popular José María del Arco Ortiz ‘Pesetos’, coleccionista natural de Ciudad Rodrigo.
Es sin duda uno de los museos más curiosos no solo de la provincia charra, sino de todo el mundo, y ha sabido convertir en obras de arte que merece la pena visitar un objeto tan cotidiano como los orinales. El Museo del Orinal de Ciudad Rodrigo es uno de esos rincones capaces de sorprender a cualquier visitante y se ha convertido en un atractivo más de la localidad mirobrigense.
Inaugurado en 2006, este singular museo alberga un total de 1.320 piezas de 27 países y ofrece un recorrido por la evolución de este objeto a lo largo de la historia. Su creación ha sido posible gracias a la colección privada de José María del Arco Ortiz ‘Pesetos’, coleccionista natural de Ciudad Rodrigo y al que pertenecen todas las piezas. Este museo dio sus primeros pasos en el año 1991, cuando recorrió varias ciudades de España y Portugal como exposición itinerante.
De esta forma, el visitante puede descubrir diferentes tipologías de orinales, especiales para los hombres o las mujeres, así como los que se utilizaban para los largos viajes. Además, también puede apreciarse el uso a través de las diferentes épocas de la historia.
José María del Arco ha sido siempre coleccionista y un amante de los objetos antiguos y esta particular colección comenzó en los años 80, cuando en la reforma del Hospital de La Pasión de Ciudad Rodrigo se hallaron un buen número de estas piezas y las guardó para evitar que se perdieran. Desde entonces, su colección fue creciendo gracias a sus propias adquisiciones, regalos o donaciones hasta llegar a la recopilación actual.
Ahora el Museo, ubicado en la plaza de Herrasti de Ciudad Rodrigo, está compuesto por ocho salas que albergan las valiosas piezas, que van desde el siglo XIII hasta el XX. Los hay de todo tipo, formas, colores y tamaños. Orinales y escupideras, piezas grandes a miniaturas de casas de muñuecas, de barro, de cerámica, de piedra, de latón o de hojalata. La singularidad de cada una de las piezas sorprenderá al visitante y le sumergirá en la historia de la humanidad a través de un objeto que todos, reyes, emperadores, clérigos, nobles o vasallos, han tenido que utilizar.