La Coordinadora 'No a la mina de uranio' ha anunciado que pondrá en marcha a lo largo de los próximos meses nuevas acciones contra el proyecto minero que la empresa Berkeley quiere desarrollar en Retortillo. En este sentido, el portavoz de esta plataforma, Felipe Yuste, ha asegurado que "aún estamos lejos de paralizar el proyecto de la mina de uranio, así que no podemos bajar la guardia y seguiremos peleando".

Para ello, ha anunciado que hasta la próxima primavera pondrán en marcha nuevas acciones informativas en las que pretenden poner de manifiesto cuestiones como las "repercusiones para la salud o las posibles consecuencias económicas para la zona". Asimismo, ha adelantado que continuarán la colaboración con otras entidades contrarias a la mina de uranio y que están previstas "un par de acciones con personas y asociaciones de Portugal".

Por otra parte, desde la plataforma han realizado una valoración "muy positiva" de la manifestación celebrada en Vitigudino y convocada por el sector ganadero. "Ha sido muy importante porque participaron unas 3.000 personas y contó con el apoyo de las asociaciones agrarias y 42 municipios; la protesta ha dejado patente que la adhesión al proyecto no es lo que dice Berkeley, que cada vez que habla miente", afirman desde la Coordinadora.

Asimismo, han valorado también la visita realizada por algunos miembros de la plataforma al Parlamento Europeo, donde hemos podido constatar que "la Comisión Europea no tiene constancia de algunas cosas que ocurren con este proyecto y le arrancamos el compromiso de que atenderán la información y las evidencias que les enviemos, como la tala de 1.800 encinas sin la licencia necesaria". 

Y es que desde la Coordinadora se han mostrado pesimistas ante la paralización del proyecto, ya que "tenemos mina para rato porque hay una parálisis institucional; el Consejo de Seguridad Nuclear se tiene que renovar y tardará en emitir su dictámen".

Por su parte, Matías Mayordomo, vecino de Villavieja de Yeltes, ha denunciado la situación "complicada" que atraviesa esta comarca, ya que "tenemos una situación violenta entre familias y vecinos; llevamos trece años con todos los proyectos paralizados, invertimos en casas y terrenos que ahora no valen nada y se está alejando cualquier otra forma de inversión".