La noche salmantina es conocida en todo el territorio nacional y se podría decir que traspasa fronteras españolas con estudiantes y turistas procedentes de distintos puntos del paronama mundial. Las fiestas universitarias celebradas cada semana en honor a las diferentes facultades, la nochevieja universitaria que tanto ha dado que hablar o lo barato, económicamente hablando, que supone estar de fiesta por la capital charra, son algunos de sus grandes atractivos. Sin embargo, también puede salir caro, y no se especifica la edad, al ser mujer y salir de fiesta. 

Concretamente, el Movimiento Feminista de Salamanca dio la voz de alarma el pasado 20 de mayo como consecuencia de la gran cantidad de testimonios basados en casos de sumisión química en la noche salmantina. Se pedía que todas las chicas, jóvenes y mujeres tuvieran cuidado con su bebida y con la de sus amigas, al mismo tiempo que animaban a denunciar. Además, ponían en concoimiento de las seguidoras y seguidores, un protocolo de actuación en caso de agresión sexual: En primer lugar, no se debe cambiar de ropa ni ducharse; a continuación, se ha de llamar a alguien de confianza o al 112; para seguidamente acudir al hospital y, por último, denunciar si así se considera por parte de la víctima. 

Fuentes del Movimiento aseguran a Tribuna de Salamanca que este tipo de abuso, la sumisión química, "no es particulamente nuevo", ya que se han recibido testimonios aislados hace algunos años. Sin embargo, la campaña de conciación sale a la luz porque en las últimas semanas se ha generalizado el problema. Asimismo, aseguran que "no hay un perfil de víctima", son mujeres de diferentes edades, estilo y procedencias, sin un patrón concreto. Eso sí, hay algo en común a todas: "ninguna ha decidio presentar denuncia". 

¿Por qué se cuenta entonces? El Movimiento explica que lo que piden todas ellas es que se mantega su anonimato, pero que se voz a que son situaciones que están ocurriendo y que son reales: "Tienen miedo a una posible represalia". 

"El problema de este tipo de situaciones es que suceden por la noche en un momento en el que una chica se pierda de vista sin que alguien se de cuenta. Los testimonios cuentan que los agresores se aprovechan de que la víctima no se encuentra bien y se la llevan con la excusa de que la conocen y que la van a ayudar. Nos preocupa la absoluta impunidad con la que parece que está operando esta gente", explican. 

Y finaliza: "En una situación así es muy complicado, porque hay miedo a ir al hospital a la Policía. Esto lo complica todo, pero por eso hablamos de protocolos. Pueden denunciar si están listas para ello".