Cuando hubo que cerrar, se cerró todo. Público y privado. Sin embargo, cuando se reabrieron las aulas solo se hizo referencia al segundo de ellos. De nuevo, vuelven a sentirse excluidas. Las escuelas y Centros Infantiles Privados consideraron en su momento, que se les obligó a abrir bajo unas medidas que no garantizaban ni su propia salud, ni la de los niños y niñas que acudían al centro, mientras que los públicos no debían hacerlo hasta septiembre. A día de hoy y hasta el momento no serán vacunadas como el resto de sus compañeros. 

Cabe explicar, que las guarderías privadas no se consideran centros de Educación Infantil. En definitiva, las guarderías están en un limbo legal, supuestamente dependen de Familia y esta es la razón por las que están fuera del plan de vacunación para docentes, que ha compenzado en Salamanca este miércoles, 24 de marzo. Concretamente, hasta el 27 de marzo se vacunará a los 3.800 profesionales menores de 55 años que ya estaban citados antes de la suspensión cautelar de la vacuna. A lo largo de la próxima semana lo harán con los mayores de 55 y aprovechando la Semana Santa. Otros 1.640 docentes y otros profesionales de los centros educativos de edades comprendidas entre los 55 y los 65 años. 

"¿Qué diferencia hay entre una educadora de un centro público y una como yo en un centro privado?", se pregunta Estrella Santos, trabajadora en el Centro Infantil Villa San Agustín: "Los niños y niñas son iguales, y con este tipo de decisiones están infravalorando a aquellos que se encuentran en los centros privados. Me siento desplazada por mi puesto laboral, no sienten que seamos profesionales, sino cuidadoras y dejamos de serlo hace mucho tiempo. Debemos tener los mismos derechos, las educadoras infantiles hacemos una labor preciosa y estoy orgulllosa de ello". 

De la misma manera, tampoco están siendo vacunados los profesores de la Escuela Municipal de Música.