Cataluña y concretamente Barcelona, es uno de los principales focos activos en estos momentos del territorio nacional. Con hasta 852 casos notificados en las últimas 24 horas sigue siendo una de las comunidades que mayor número de positivos presenta, junto con Madrid o Aragón, que además son las comunidades autónomas que mayor número de hospitalizados alcanzan, según declaró ayer Fernando Simón.

Se recomienda no viajar, evitar aglomeraciones o tener especial cuidado con nuestro higiene, pero...¿no deberían velar por nuestra seguridad también las instituciones? Este es el viaje desde Barcelona a Salamanca que una chica de 23 años llevó a cabo hace tan solo tres días con el único objetivo de visitar a su familia en tierras charras.

En este caso, el primer trayecto se realizó desde Barcelona hasta Valladolid. Desde la compañía aérea solicitaron una serie de documentos necesarios, supuestamente para poder realizar el viaje, concretamente dos de ellos para la ida y otros dos para la vuelta. El primero de ellos, era un formulario para los que en teoría vienen de fuera de España, pero también se lo hicieron rellenar.

Por un lado se debían imprimir aquellos escritos relacionados con los datos personales del viajero en cuesitón y, por otro lado, se había de llevar a cabo un formulario online, después de volver a introducir los datos en la plataforma. Después de ello, no recibió el supuesto formulario, ahora bien tampoco le fue demandado. Pasó por el control y la zona de embarque hasta llegar al avión y nadie se lo pidió.

De la misma manera, aquellos papeles anteriormente mencionados que habían sido impresos tampoco fueron requeridos. ¿Otro dato sorprendente? No se le tomó la temperatura en ningún momento, ni a ella ni a nadie que la viajera viera.

La misma situación se vivió en el aeropuerto de la capital castellanoleonesa, nadie le requirió ningún documento y tampoco se le tomó la temperatura. Además, el avión iba totalmente lleno, como si de una situación normal se tratase y la persona que nos relata su experiencia cuenta que en su caso particular iba en el asiento del medio, por lo que a ambos lados y sin distancia de seguridad tenía a una persona totalmente desconocida y, por supuesto, que tampooc había pasado ningún tipo de control.

Una vez realizó la llegada a Valladolid un familiar la fue a recoger hasta el aeropuerto, por lo que no tuvo que utilizar ningún medio de transporte adicional.

Desde el foco del coronavirus en España hasta Salamanca y sin ningún control.