La tortilla de patata no se aleja del debate que genera la política como causante de la marcada división de España entre dos marcados bandos. Los hay que la prefieren con cebolla y otros sin ella. Algunos más cuajada y el resto más jugosa. Pero, indudablemente, este plato forma parte del orgullo nacional tras probar otro tipo de gastronomías y ocupa uno de los primeros puestos a la hora de elegir los productos más tradicionales de España. Pero, ¿realmente es un producto nacional?

Si bien la tortilla de huevo tiene su origen en el siglo XVI en América, según las Crónicas de Indias, su combinación con la patata se rodea de mitos, historias y recetarios antiguos. La leyenda del general Tomás de Zumalacárregui se ha asentado como el auténtico origen de la tortilla de patata, pero con dos versiones: la primera elaboración de este plato tuvo lugar durante las Guerras Carlistas (1833-1876) para alimentar de forma sencilla y rápida al ejército carlista. La otra interpretación se refiere a la visita del general a una ama de casa de Navarra que le preparó un revuelto de huevos, patatas y cebolla. El gusto de ese plato llevó a Tomás de Zumalacárregui a popularizarlo entre sus tropas.

Leyendas aparte, las investigaciones son el recurso al que acogerse para determinar su verdadero origen. El libro La patata en España, escrito por el científico Javier López Linage, del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, situó la primera referencia documentada de la tortilla de patatas en Villanueva de la Serena, localidad extremeña, en el 27 de febrero de 1798 a través de una publicación firmada por Joseph de Tena Godoy y Malfeyto en el número 85 del Semanario de Agricultura y Artes Dirigido a los Párrocos. Así, la receta se atribuye a los hacendados ilustrados Josep de Tena y al marqués de Robledo que buscaban solucionar las hambrunas de la época con un alimento barato basado en la patata. En cambio, la periodista gastronómica Ana Vega abrió, de nuevo, el debate con una publicación en Twitter en 2017 en el que se refería al año 1767 como el origen de la tortilla de patatas tras la revisión de la enciclopedia Agricultura General y Gobierno de la Casa de Campo, publicada por José Antonio Valcárcel y donde citaba: "En España se emplean en guisados y tortillas".

Con una fecha de origen incierta y sin determinar su lugar de nacimiento, España se proclama como el inventor de la tortilla de patatas. Es más, cuenta con su propio campeonato, organizado desde 1999 y con trece ediciones por Rafael García Santos, primero en San Sebastián en el I Congreso Lo Mejor de la Gastronomía y luego en Alicante. El XIV Campeonato de Tortilla de Patatas celebrado en Alicante Gastronómica, que defiende este plato como una de las señas de identidad de España, contó con una palentina, Ciri González (La Encina), como ganadora junto a Teresa Monteoliva y Pedro José Román  (Cañadío, Santander).

Las formas de cocinar las tortillas de patatas también incluyen una gran variedad de estilos, incluso entre las diferentes zonas de España, como la tortilla paisana o la tortilla brava típica de Madrid, pero la diferencia se centra en el uso de la cebolla o no. Cuestión de gustos y de debates encarnizados, una tortilla más o menos cuajada también divide a los paladares españoles.

Salamanca no se excluye del afán por este plato y la mejor opción para poner a prueba a la ciudad es hacer una ruta por los bares que mejor cocinan la tortilla de patatas, que son casi todos con mayor o menor especialización. Sin lugar a dudas, este tipo de locales tienen la mejor receta de la tortilla de patatas. Con una diferente combinación de los ingredientes principales (huevos, patatas y aceite), si quieres demostrar tus habilidades culinarias lo que supone de vital importancia es cuidar algunos detalles en su cocinado para que en la elaboración de la tortilla no contenga alimentos crudos que puedan contaminarse y ser fuente de salmonelosis.