Perfumerías Avenida vuelve a encontrarse cara a cara con la historia. En Zaragoza, bajo el brillo de la Copa de la Reina, el equipo salmantino tiene ante sí una nueva oportunidad de seguir bordando su nombre en letras doradas en el baloncesto español. No es una final cualquiera, porque ninguna lo es cuando se lucha por un título, pero esta tiene un matiz especial: la posibilidad de sumar el undécimo entorchado copero y reafirmar, una vez más, que Avenida no es solo un equipo, sino una institución, una dinastía.

Desde aquel primer trofeo conquistado en 2005, Avenida ha hecho de la Copa su casa. Quince finales disputadas en los últimos veinte años son el reflejo de un equipo que sabe lo que es vivir en la cima y que, sobre todo, sabe cómo manejar la presión en noches donde la gloria está en juego. Frente a Hozono Global Jairis, las de Salamanca tienen una nueva cita con la eternidad, una oportunidad de hacer más grande su leyenda como indomable en esta competición. 

El camino hasta esta final no ha sido un paseo. En cuartos de final, Movistar Estudiantes puso a prueba la resistencia de Avenida hasta el último segundo, obligando a decidir el partido con una canasta agónica. En semifinales, frente a Casademont Zaragoza, el equipo salmantino tuvo que desplegar todo su carácter en un duelo de alta tensión, físico y exigente, donde la experiencia fue el timón que guió el barco hacia una nueva final.

Allí espera Jairis, el equipo revelación del torneo. No está aquí por casualidad. Ha dejado en el camino a dos colosos como Valencia Basket y Spar Girona, y llega con el corazón desbordante de ilusión y sin ningún temor a desafiar la historia. Si algo han demostrado las de Alcantarilla es que no entienden de imposibles y por eso las de Avenida saben que cuando el balón esté en el aire no habrá nada más que el presente. 

El partido promete ser una batalla donde cada rebote, cada defensa y cada tiro pueden inclinar la balanza. Avenida sabe lo que es bailar sobre el alambre en finales de esta magnitud y tiene a su favor el peso de la experiencia, pero también es consciente de que no hay margen para la relajación. Jairis juega con la valentía del desafiante, sin nada que perder y con todo por ganar. Pendientes también del físico porque es verdad las de Canut tuvieron que jugar una prórroga pero también han tenido un día de descanso que en una competición así es agua en el desierto -jugaron los cuartos el jueves y Avenida el viernes-. 

La afición salmantina lo sabe y lo siente. Esas gargantas incansables, que han empujado al equipo en cada victoria y han sostenido en cada momento de sufrimiento, están listas para un nuevo asalto a la gloria. Porque esta no es solo una final, es la posibilidad de seguir construyendo una leyenda, de escribir otro capítulo en un libro que lleva la firma de un equipo acostumbrado a desafiar al destino y abrazar los sueños.

La Copa de la Reina está en juego. Y Avenida quiere, una vez más, demostrar por qué sigue siendo el gran monarca de esta competición. El choque se disputa este domingo a partir de las 16.00 horas.