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Cesáreas humanizadas: el poder del 'Contacto piel con piel' en Castilla y León

El 'Contacto piel con piel' tiene múltiples beneficios tanto para el recién nacido como para la madre, promoviendo el vínculo afectivo y mejorando la experiencia del parto

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Cesáreas humanizadas: el poder del 'Contacto piel con piel' en Castilla y León
Daniel, primer bebé del año 2024 en Palencia
Tamara Navarro
Tamara Navarro
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En los últimos años, los hospitales de Castilla y León han adoptado un enfoque cada vez más humanizado en la atención al parto, destacándose especialmente la implementación de la práctica de 'Contacto piel con piel'. Esta técnica, respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas sociedades científicas, consiste en colocar al recién nacido directamente sobre el pecho de la madre, promoviendo la cercanía y el vínculo afectivo desde los primeros momentos de vida.

La evidencia científica ha demostrado que el Contacto piel con piel tiene múltiples beneficios tanto para el recién nacido como para la madre. En el caso del bebé, facilita el amamantamiento eficaz y prolongado, regula la temperatura corporal, mejora la respiración, reduce la frecuencia cardíaca y disminuye las infecciones. A su vez, el contacto temprano estimula los sentidos del bebé (táctil, auditivo y equilibrio) y le ayuda a adaptarse mejor a su nuevo entorno. Por su parte, la madre experimenta beneficios como un mayor equilibrio emocional, un impulso en la producción de leche materna, una sensación de control sobre el cuidado de su hijo y, en general, una mejora en su estado físico y psicológico tras el parto.

El Hospital Clínico Universitario de Valladolid ha sido uno de los pioneros en la implementación de protocolos que facilitan el acceso al Contacto piel con piel para mujeres que deben someterse a una cesárea. Esta técnica, tradicionalmente aplicada en partos vaginales, ahora está disponible en cesáreas bajo ciertos requisitos técnicos, siempre que no existan contraindicaciones médicas. La medida tiene como objetivo mejorar la experiencia de parto para las madres, promoviendo el vínculo inmediato con el bebé y apoyando la lactancia materna incluso en este tipo de intervenciones quirúrgicas.

El protocolo del Hospital Clínico Vallisoletano se ha desarrollado con la colaboración de diversos servicios del hospital, incluidos Obstetricia y Ginecología, Anestesia, Pediatría, Cirugía, matronas, enfermeras y técnicos en cuidado auxiliares de Enfermería. Este equipo multidisciplinario se ha enfocado en adaptar el procedimiento a las necesidades emocionales y físicas de la mujer, procurando que se sienta acompañada y respetada en todo momento durante el proceso del parto quirúrgico.

Este enfoque humanizado también se refleja en otras intervenciones realizadas en los hospitales de la comunidad, como la puesta en marcha de la Unidad de Cuidados Obstétricos Intermedios. En estas unidades, las mujeres que han dado a luz por cesárea y cuyas condiciones clínicas lo permiten, pueden pasar las primeras horas con sus bebés, acompañadas de sus parejas o familiares, sin separaciones innecesarias.

Los esfuerzos por humanizar el parto y fomentar el Contacto piel con piel no solo benefician a la madre y el recién nacido, sino que también contribuyen a una experiencia de parto más positiva, que prioriza la calidad del trato y el respeto hacia las familias. Con esta tendencia, los hospitales de Castilla y León buscan ofrecer un modelo asistencial centrado en la persona, garantizando que tanto la gestante como su entorno se sientan apoyados, informados y respetados antes, durante y después del parto.