La jornada 23 de Primera RFEF lleva a Unionistas de Salamanca a jugar lejos de casa, su punto negro de esta temporada. Este domingo se cumplen 281 días de la última victoria visitante del equipo, un debe que los de Dani Llácer esperan resolver en casa del Real Unión.
A las 12 horas arrancará el partido en el Stadium Gal con dos contendientes en situaciones dispares. Los locales llegan en dinámica ascendente con tres victorias consecutivas y han salido de la zona del descenso para colocarse undécimos con 29 puntos, mientras que los salmantinos son séptimos con 30.
Un punto de diferencia marcado por una racha zozobrosa de los charros. Unionistas venció el 19 de enero al Celta Fortuna por 2-1 y en los siguientes dos encuentros perdió por 4-3 en el Reino de León y empató a uno contra la Ponferradina. Resultados irregulares que han dejado al equipo a seis puntos del play-off.
Así, el duelo en Irún estará marcado por dos caras muy diferentes y por la necesidad de Unionistas de lograr su primera victoria del curso lejos de casa. Un problema recurrente hasta la fecha al abandonar el estadio Reina Sofía y que esperan solventar cuanto antes para mirar hacia arriba.