Aprovechar el tirón turístico que tiene Salamanca capital para atraer visitantes al municipio. Este es el objetivo de Santa Marta de Tormes, que apuesta por una oferta turística alternativa y complementaria a la monumentalidad de la ciudad a través del arte urbano. Por ello, ha querido darle protagonismo a unos vecinos muy especiales, los que habitan en su pulmón verde, y los ha trasladado al entramado urbano para crear una ruta especial a través de esculturas de gran formato.
De esta forma, el Ayuntamiento santamartino ha puesto en marcha el proyecto 'Los bichos del Soto' para crear esculturas de insectos de grandes dimensiones inspiradas en los animales que viven en la Isla del Soto. Con ello, ha creado la ruta 'Los bichos del Tormes', en la que los visitantes podrán descubrir las esculturas repartidas en distintos puntos del municipio. Esta ruta, junto con otras tres, forma parte de la iniciativa 'Santa Marta en ruta', que ha presentado este pasado viernes en Fitur y con la que se invita al visitante a descubrir el municipio en familia.
Cuando este proyecto esté terminado contará con hasta ocho esculturas de insectos en distintos puntos del municipio, aunque, por el momento, pueden visitarse dos: un mosquito en la Plaza Mayor y una libélula en el Centro de Interpretación de la Isla del Soto. Las otras seis se irán implantando en próximas actuaciones.
Ambas esculturas tienen unas dimensiones de tres metros de largo por dos metros de alto y están realizadas en fibra de vidrio. "Para atraer las miradas de los más pequeños se han utilizado formas geométricas simples en su diseño, volúmenes suaves, coloridos y de carácter afable, creando una imagen mágica, lúdica y accesible para el público infantil", explica el Consistorio en el texto promocional de esta ruta.
En el corazón de la Isla del Soto, en la fachada del Centro de Interpretación se encuentra una libélula azul de grandes dimensiones que no pasa desapercibida. Ya en las calles del municipio, en la zona más urbana y a pocos metros de la pasarela que une la isla con el casco urbano, se encuentra el segundo punto de esta peculiar ruta, ya que en la Plaza Mayor puede verse un llamativo mosquito de color verde.
Estas esculturas se enmarcan también dentro del proyecto de Arte Emboscado que el Ayuntamiento puso en marcha hace unos años en la Isla del Soto y su entorno y que ahora llega hasta las calles del municipio. Así, en la isla pueden verse esculturas de aves como el pájaro carpintero o una garza o unas hormigas.
Todo un homenaje a la fauna que habita el principal espacio verde del municipio que se ha convertido en punto de encuentro para los amantes de la naturaleza, el deporte al aire libre y el arte.