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"Figuras como Rojas, Unamuno... serían hoy día muy importantes. Nos ayudarían a rearmarnos ante la posverdad"

El profesor de la Usal y escritor Luis García Jambrina publica 'El manuscrito de sangre', séptima entrega de su saga de intriga protagonizada por Fernando de Rojas

"Figuras como Rojas, Unamuno... serían hoy día muy importantes. Nos ayudarían a rearmarnos ante la posverdad"
Luis García Jambrina, en la facultad de Filología. (Fotos: A. Santana)
Daniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 8 min.

El escritor zamorano y profesor de la Usal Luis García Jambrina publica 'El manuscrito de sangre', la séptima novela de su saga de intriga histórica protagonizada por Fernando de Rojas. En este caso, la trama le lleva a la Roma de 1503, donde el Papa Alejandro VI ha muerto en extrañas circunstancias y donde se cruzan los intereses de la familia Borgia y los reinos de España y Francia. 

 

- Tras 'El primer caso de Unamuno', con 'El manuscrito de sangre' recupera de nuevo a Fernando de Rojas. ¿Por qué ahora? 

- No lo había dejado, simplemente surgió este otro proyecto literario, una serie de novelas sobre Unamuno y tenía pendiente algunos más de la serie de Rojas. La planeé como 8 novelas. Los títulos hablan de los cuatro elementos y me quedaban dos. 'El manuscrito de sangre' lo tenía pensado desde hacía tiempo, para llevarlo a Roma, donde se sitúa la novela, en época de los Borgia. Por fin pude hacerlo y es la novela que sale ahora.

Hay un giro de tuerca en la trayectoria de Rojas, una trayectoria muy distinta en un escenario brutal y muy atractivo, que es la Roma de principios del siglo XVI, una época de esplendor, pero también de mucha corrupción y conflictos.

 

Había muchos intereses de España alrededor del Vaticano, muchos judíos huidos de España que van allí... Y Roma en aquella época era un burdel, el gran burdel del mundo occidental

 

- Como si la ciudad fuera un personaje más de la novela

- Había muchos españoles en esa época en Roma, en torno al Vaticano y los cardenales y en este caso con un Papa de origen español. Sólo ha habido dos y los dos son de esa época. Uno Alejandro VI y otro su tío, los dos Borgia. Había muchos intereses de España alrededor del Vaticano, muchos judíos huidos de España que van allí... Y Roma en aquella época era un burdel, el gran burdel del mundo occidental. Hay prostitutas de todas partes y muchas son españolas. Y la más celebre, aunque sea de ficción y seguramente inspirada en la realidad, es la lozana andaluza, que aparece en la novela porque es más o menos de la misma época. La ciudad es uno de los escenarios más atractivos que hay, todavía hoy, donde se ven muy bien distintas épocas. Y es una ciudad dentro de otra ciudad, ahora una ciudad estado dentro de una ciudad.

En la novela le he dado mucho protagonismo al Vaticano de entonces, a los barrios donde vivían los españoles, al río… y hay un lugar que hasta hace muy poco no se podía visitar, la Domus Aurea, la casa de Nerón, un palacio enorme, lleno de salas y que después de un incendio fue desmantelado y terminó cubierto de tierra y escombros, como una colina más. Fue a finales del siglo XV cuando se descubrió de manera casual, no el palacio porque no sabían que era un palacio, sino una sala llena de pinturas. Creían que eran grutas y desde entonces empiezan a hacerse casi excursiones a este lugar subterráneo donde aparecen salas, donde van los pintores para documentarse… y que se convierte en un escenario más.

 

Lucrecia Borgia es una de las mujeres más fascinantes de la historia por la parte negativa, pero también era una mujer piadosa, fiel a sus parejas, que cuidaba a los hijos, que tenía una gran cultura… eso completa al personaje, no es tan unidimensional como se les suele tratar.

 

 

- Hay personajes reales como la familia Borgia, el Gran Capitan... que históricamente parecen muy atractivos para un escritor

- Dan mucho juego. Se entrecruzan muchas cosas. Los Borgia ya han sido tratados literaria y cinematográficamente y he intentado darles algo más de relieve y complejidad. Les persigue una leyenda negra y, como suele pasar con ellas, es muy injusta. Para empezar, no fueron peores que muchas de las familias y Papas de la época, e incluso pudo haberlos peores.

Y son personajes muy complejos. El Papa Borgia tenía una enorme ambición de poder, como todos en la época en la que se gesta el príncipe de Maquiavelo, inspirado en Cesar Borgia y en su padre. He querido mostrarlos con esas dos caras. Lucrecia Borgia es una de las mujeres más fascinantes de la historia por la parte negativa, pero también era una mujer piadosa, fiel a sus parejas -aunque fueran impuestas por el padre-, que cuidaba a los hijos, que tenía una gran cultura, inquietudes literarias y espirituales… eso completa al personaje, no es tan unidimensional como se les suele tratar.

No renuncio a la otra parte, porque en buena medida puede que fuera así, pero hay que ver el personaje entero, en todas sus dimensiones. Lo mas importante es la mirada de Rojas sobre la realidad y los otros personajes. A la lozana andaluza la trato como si fuera un personaje real, una mujer muy empoderada, independiente, libre, decidida y resolutiva, con un ingenio enorme que he intentado transmitir a la novela… y también está la parte histórica, de intriga policiaca, los guiños literarios… Aparece Juan del Enzina, que era salmantino y que vivía allí y más gentes relacionadas con Salamanca. Todo esto es un reto que puede salir bien o mal.

 

 

- ¿Es más fácil trabajar con personajes con base real y una biografía documentada o inventarlos?

- Cada uno tiene sus pros y sus contras. Se supone que creas personajes porque te interesan. Si son históricos, ahí tienes un incentivo sobre todos si fueran muy conocidos, que no es el caso de Rojas porque no sabemos nada. Es un enigma y con el enigma puedes trabajar con bastante libertad. Unamuno es otra cosa. Sabemos bastante y todos tienen su idea sobre él, aunque no lo hayan leído y eso lo complica más, pero por otra parte es un personaje muy potente, muy poderoso.

Los personajes inventados siempre están un poco en función de los personajes históricos y los creas por unas necesidades narrativas y eso también tiene sus pros y sus contras. Lo importante, en todo caso, es que los personajes estén armonizados y sean coherentes unos con otros y ahí da igual que sean reales o históricos o vengan de otros libros, como la lozana andaluza, que no lo invento ni es histórico.

 

Quería que Rojas fuera evolucionando al compás de las historias, los conflictos y los personajes que va conociendo, los cambios históricos... Es una época de cambios, de la Edad Media a la Moderna y el Renacimiento y el humanismo 

 

- Tras siete novelas, ¿cómo ha evolucionado el personaje de Fernando de Rojas en esta saga?

- He tratado de que el lector pueda seguir identificándolo, que tenga unos rasgos permanentes y propios, pero efectivamente se trataba también de ver su evolución desde el primer libro cuando tiene 20 y pocos años, hasta cronológicamente el último, que es una persona de edad avanzada, 9 años antes de su muerte. Quería que fuera evolucionando al compás de las historias, los conflictos y los personajes que va conociendo, los cambios históricos...

Es una época de cambios, de la Edad Media a la Moderna y el Renacimiento, el humanismo… quería que encarnara esos aspectos y vemos cómo, pero sin perder algunos de esos rasgos, como una cierta ingenuidad y tolerancia justificada porque es un converso que se mueve entre dos religiones. Y los conversos, o eran más papista que el Papa o eran muy ecuánimes y receptivos, obligados a moverse entre dos dogmas. Eso permanece en Rojas, pero también más madurez y escepticismo, porque ve el camino que siguen las cosas.

Luis García Jambrina.

- ¿Rojas se desengaña a lo largo de los años?

- Ya partíamos de un personaje hasta cierto punto desengañado. Es de los elementos que más se acentúan. Y no es un desengaño pesimista y amargo, sino que lo hace ser más comprensivo y tolerante. Es la idea: Rojas conoce la realidad y el mundo y ha participado, a veces contra su voluntad, pero aun así no ha se ha amargado, no ha caído en el cinismo, tan propio de nuestra época. Es un escéptico.

 

Unamuno, Rojas... esas grandes figuras ahora son imposibles o podrían darse, pero de una manera u otra, el sistema acaba con ellas y hace que no afloren. Y si afloraran, se verían desmentidas o canceladas.

 

- ¿Tendría cabida Fernando de Rojas en la sociedad actual?

- No lo sé… igual que he dicho muchas veces de Unamuno, estas grandes figuras serian hoy día muy importantes. Nos movemos en la incertidumbre, la perplejidad, la confusión… yo por lo menos, y creo que mucha gente, y estos personajes nos ayudarían a enfrentarnos a eso y a rearmarnos frente al cinismo y la posverdad. Me parece que Europa esta ahora mismo en el momento más terrible, peor que cuando las guerras mundiales de alguna manera. Esas grandes figuras, en este caso hablamos de España, importantes en distintos momentos, ahora son imposibles o podrían darse, pero de una manera u otra, el sistema acaba con ellas y hace que no afloren. Y si afloraran, se verían desmentidas o canceladas.

Intento, a través de los libros, poner ante la gente esos espejos y referentes que para mí lo son. Lo bueno de la historia de la literatura española es que los tienes y que la mayoría están rodeados de misterios y enigmas: Unamuno con su muerte, Rojas con su vida… y lo mismo con los grandes libros: de algunos no se conoce el autor o si hubo otros, otros no los hemos ubicado… estos personajes y libros están continuamente cuestionando y dándonos cosas. Sería maravilloso que de repente reaparecieran… serian algo así como los superhéroes.

 

Sólo tengo el título de la octava novela, que será un poco el cierre y tiene que ver con los títulos anteriores: 'Las cenizas del manuscrito'

 

- La saga completa de Rojas constará de ocho novelas y 'El manuscrito de sangre' es la séptima...

- En principio quedaría una y tampoco sé si la haré ya o esperaré un poco. Es la única novela que aún no tiene ubicación ni otros personajes. Sólo tengo el título, que será un poco el cierre y tiene que ver con los títulos anteriores: 'Las cenizas del manuscrito', en vez de el manuscrito de ceniza. Creo que es perfecto para cerrar una serie como ésta, con el fuego y todo lo que significa. Ahora mismo no quiero pensar en el tema, los personajes... pero estoy en esa situación que un día leyendo algo o en una conversación, me surgirá la idea.

Es gracioso porque a lo largo de estos años, en muchos sitios a los que he ido a presentar las novelas me tiran los tejos para que las sitúe allí: Cuenca, Andalucía… lo más probable es que sea en Salamanca o en su pueblo natal, La Puebla de Montalbán. Los dos sitios son perfectos para cerrar la serie. Ya ha estado en Roma, en América, en el camino de Santiago y hay que volver. O viene al lugar de origen de la serie o al de su vida. Ahora me dedicaré un tiempo a Unamuno.

 

- ¿Cuándo estará lista esa segunda novela sobre Unamuno?

- La próxima de Unamuno saldrá dentro un año, aproximadamente, y ya tengo el borrador. Quería tenerlo antes de reanudar el curso y empezar la promoción de 'El manuscrito de sangre'. Voy a trabajarla mucho. La segunda entrega de una serie es muy importante, porque tienes que volver a impactar e interesar. He encontrado una trama increíble y un desarrollo del personaje con guiños a lo que luego será el conjunto de novelas y en eso estoy. La de Rojas, quizá dentro de dos años. Y con Unamuno, aunque acabe ésta ya, me pondré con la siguiente. Tengo ideas muy claras y por eso quiero ponerme a escribirlas.