La 50 edición de la carrera popular San Silvestre salmantina regresó al último domingo del año y lo hizo por la puerta grande, completando todos los dorsales disponibles -6.776-, y completando una mañana de mucho frío pero también de gran ambiente deportivo y también lúdico.
Los hubo que partieron buscando el mejor tiempo e incluso la victoria pero la gran mayoría el objetivo era acabar y pasárselo bien en una cita en la que se recuperó el mejor de los ambientes.
No llovió pero sí que hizo frío de verdad y en las calles la humedad estuvo presente pero desde los más pequeños a los mayores que completaron el exigente recorrido de diez kilómetros recorriendo diferentes barrios de Salamanca y también las calles neurálgicas de la ciudad con el emblemático paso por lugares como la Plaza Mayor o el Puente Romano.