Tudanca y Ferraz apuran argumentos para un acuerdo de candidatura única que parece difícil

Evitar las primarias y conseguir una candidatura única para liderar el PSOE de Castilla y León es algo que comparten las dos partes de este partido enfrentadas desde hace meses: la liderada por el actual líder autonómico, Luis Tudanca, y la que integran Óscar Puente (Valladolid) y Alfonso Cendón (Léon) como máximos exponentes de lo que se conoce como 'aparato' del partido, que sitúan al alcalde de Soria, Carlos Martínez, como alternativa.

Dos semanas de reflexión y de intercambio de argumentos entre ambos restan para que, uno de los dos o los dos, se presenten el próximo 7 de enero como opciones para el liderazgo de un PSOE que sigue mirando de reojo al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, con poco más de un año de legislatura por delante, con la potestad de adelantar nuevamente las elecciones y, con ello, pillar a contrapié a los socialistas.

Sin embargo, esta posibilidad parece que ha perdido fuerza en las últimas semanas y, en cada ocasión que tiene, Mañueco proclama su decidida apuesta por agotar la legislatura, aconsejado por unas encuestas que no ven tan grande el descenso de Vox como lo veían cuando abandonaron el Ejecutivo de coalición, en julio pasado.

Pese a ello, nadie entre los socialistas descarta que este 2025, ya sea en primavera o en otoño, sea un año electoral en Castilla y León, abocada a repetir de nuevo la experiencia de votar en solitario, sin otra urna que acompañe a la que elige a los procuradores de las Cortes de Castilla y León.

La tormenta de octubre

Enfriados ya los ánimos desde el choque del inicio de octubre, cuando la dirección federal de Ferraz -nombre de la calle en la que se encuentra la sede- interpretó que Tudanca quería saltarse los estatutos del partido y llegar al Congreso Federal del PSOE ya como renovado líder del PSOE de Castilla y León, con un proceso 'exprés' que fue impugnado por varios críticos y suspendido por el Comité de Garantías socialista.

Saltaron chispas, con declaraciones públicas de Tudanca con críticas abiertas hacia el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, a quien acusó de maniobrar durante los últimos meses para tratar de apartarle de la carrera por el liderazgo del PSOE-CyL, con ofrecimientos para ir en las listas de las Elecciones Europeas, pero también con planes orquestados para formar una candidatura alternativa que los fieles a Tudanca han tardado en visualizar y que, de hecho, hasta hoy no ven clara.

El Congreso Federal ayudó a clarificar que el nombre elegido por los críticos de Tudanca -y por ende oficialistas respecto a Ferraz- era el de Carlos Martínez, a quien se propusieron convencer de que debía dar el paso para convertirse, después de varios intentos en el pasado, cuando su nombre ya sonó para relevar a otros, en una alternativa de liderazgo en el PSOE-CyL.

Pero han pasado las semanas y Martínez sigue sin verlo claro. Cuando habla del asunto se remite al diálogo multilateral, a la búsqueda de un acuerdo que permita al partido descifrar cuál es la mejor opción, pero sin dar hasta ahora el paso definitivo, ese que, finalmente le pudiera enfrentar a Tudanca, con quien tiene buena relación.

El argumento de los 16.000 votos

De hecho, el propio Tudanca ha elogiado en público a su posible contrincante en las primarias, pero sin olvidar 'el argumento de los 16.000': ese que repiten quienes prefieren la continuidad del líder actual y que se refiere al escaso margen electoral por el que el PSOE no fue el partido más votado en 2022.

Además, este argumento incluye el detalle de que fueron precisamente en el feudo del soriano Carlos Martínez y el del leonés Alfonso Cendón los que flojearon en los resultados, hasta el punto de que Soria Ya y UPL consiguieron tres procuradores en sus respectivas circunscripciones.

En condiciones normales de apoyo habitual al PSOE en ambas provincias, ese escaso margen de poco más de 16.000 votos no hubiera existido, responden los 'tudanquistas' cuando el interlocutor apela a que Tudanca perdió en las últimas elecciones, tras vencer en 2019.

Por su parte, desde el otro lado aluden a que el propio Tudanca verbalizó tras las elecciones de 2022 la necesidad de dar un paso a un lado, para renovar el liderazgo y construir un nuevo proyecto alternativo. Paradojas de la vida, justo quienes le pidieron entonces que siguiera al frente para dar estabilidad al partido de cara a la sucesión de elecciones que afrontó España desde aquel momento son ahora quienes utilizan ese argumento para conminarle a que deje paso.

En cualquier caso, ya queda menos para conocer el desenlace de esta historia, conectada directamente con lo que está ocurriendo en otras autonomías como Andalucía, Aragón, Madrid, Valencia, Extremadura...donde el PSOE trata de forjar nuevos liderazgos, en algunos casos con un aroma ministerial que en el caso de Castilla y León se afogonó al parecer con la negativa de la vallisoletana Ana Redondo a dar ese paso y que enterró definitivamente su secretario provincial y compañero de Gobierno, Óscar Puente, quien descartó que el líder del PSOE pueda ser alguien de Valladolid.