La Diputación de Salamanca eleva hasta los 1,2 millones su aportación a obras de rehabilitación de iglesias

La Diputación de Salamanca aumentará hasta los 1,2 millones de euros la aportación que realiza al convenio bianual de colaboración para obras de rehabilitación de iglesias en las Diócesis de la provincia -Salamanca, Ciudad Rodrigo y Plasencia-, tal y como anunció este jueves el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, acompañado de la diputada Nieves García, responsable de los convenios con las Diócesis. 

Un convenio que, como recordó Iglesias, se mantiene "desde finales de los años 90", fecha desde la que se han realizado en torno "a 300 obras en las iglesias de la provincia y hemos destinado casi 10 millones de euros para acometerlas". En esta ocasión, y previa reunión con las Diócesis de la provincia, se ha acordado doblar la ayuda, pasando de los 600.000 euros cada dos años a los 1,2 millones de euros por parte de la Diputación de Salamanca. "Somos conscientes del encarecimiento de los materiales, mano de obra y de los proyectos. Teníamos la sensación de que nos quedábamos cortos", añadiendo que "las iglesias son un símbolo de la identidad local, que nos acompaña a lo largo de nuestras vidas, y suele ser el elemento arquitectónico más emblemático del muncipio". 

"Gracias a este convenio hemos conseguido evitar desde la Diputación y las Diócesis de Salamanca la ruina y la pérdida de muchos de estos templos. Lo que queremos es doblar la apuesta. Sabemos que con el doble no se va a hacer el doble de lo que se hacía hace 20 años y que hay muchas cosas por hacer", añadiendo que "este convenio se destina a temas estructurales y arquitectónicos de los templos poara que se puedan mantener en las debidas condiciones para los próximos 60, 70 e incluso cien años", expluso Iglesias. 

Por su parte, las Diócesis de la provincia también "se han comprometido a aumentar su aportación. Tenemos bastantes iglesias que necesitan ayuda en el tema estructural". Se firmará el convenio a principios del mes de diciembre, de dos años de duración. "Las diócesis, como titulares de los templos, son las que deciden en cuáles se interviene, actuando de manera prioritaria en aquellos que se encuentran en peor estado".