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Ilustraciones para poner en valor los pueblos y sus raíces: "Salamanca es como si fuera un pequeño continente"

Una exposición en Ciudad Rodrigo recoge las obras obras de la artista Violeta Monreal, que ha plasmado su particular visión de 20 municipios salmantinos

Violeta Monreal y la exposición sobre Salamanca y sus pueblos (Fotos cedidas por la artista)
Isabel Andrés Rodríguez
Isabel Andrés Rodríguez
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El arraigo, las raíces, los pueblos de la provincia charra y sus gentes han sido el punto de partida para la exposición 'Salamanca, pueblos y raíces', de la ilustradora Violeta Monreal, con la que la artista ha querido "comprometerse con las raíces que nos definen". 

Y es que esta exposición, compuesta por ilustraciones de una veintena de municipios salmantinos, ha querido ser "una reivindicación de algunos de los pueblos más hermosos y significativos de la provincia" y pretende poner en valor "los lugares en los que vivimos y promover la necesidad de protegerlos". Estos veinte municipios representan a todas las comarcas de la provincia con el objetivo de que los espectadores "cobren conciencia del patrimonio histórico, las tradiciones y los tesoros naturales que tienen al alcance de su mano y merecen protección". 

Alba de Tormes, Arapiles, Béjar, Calzada de Valdunciel, Candelario, Ciudad Rodrigo, La Alberca, Ledesma, Miranda del Castañar, Mogarraz, Monleón, Montemayor del Río, Peñaranda de Bracamonte, Puente del Congosto, Robleda, San Felices de los Gallegos, Villamayor de Armuña, Villarino de los Aires, Villoruela y Vilvestre son las localidades que se muestran bajo la particular mirada de esta artista, que ve en la provincia charra "un pequeño gran continente" con su riqueza y variedad de paisajes.

La muestra está vinculada al Congreso sobre Educación Rural puesto en marcha por el sindicato Anpe en Ciudad Rodrigo, localidad en la que se puede visitar esta muestra hasta el próximo 9 de noviembre. Después, está previsto que las obras puedan viajar a otros pueblos y también podrá contemplarse en la sede del sindicato en Salamanca.

Además, la exposición se completa con una veintena de 'rollup' de gran tamaño, uno por cada pueblo, que viajan por los institutos y colegios de la provincia, donde permanecen 15 días, para acercar la muestra y su mensaje a los escolares.

- ¿Cómo surgió la idea de esta serie de ilustraciones?

Está vinculada al Congreso de Educación Rural de Anpe y surge por la preocupación de cómo se van despoblando las ciudades y los colegios de los pueblos. Queremos poner en valor el arraigo porque si un niño ama el sitio donde está, siente ese arraigo, esa pertenencia, no cabe duda de que al enfrentarse a la cuestión de volver o de trabajar en algún sitio en estos momentos en los que se puede trabajar en cualquier sitio, vuelva al pueblo en vez de buscar un hogar en otro sitio. Son veinte localidades las que están seleccionadas y se cuidó mucho que todas las comarcas de la provincia estuviesen representadas. Es verdad que me siento como que yo no pueblo porque nací y viajé mucho. Soy de Asturias pero allí viví muy poco tiempo, luego fui a Canarias, a Madrid, con lo que mi infancia transcurrió en muchos lugares y ahora después de haber hecho esta exposición siento que tengo 20 pueblos.

- ¿Cómo ha sido el proceso creativo?

Yo dibujo con papel y al principio pensaba buscar las mejores fotografías y saco las imágenes de ahí, pero me di cuenta de que no podía hacer eso, de que tenía que viajar a cada uno de esos pueblos para sentirlos. Y menudo acierto. Me hice dos viajes, cada uno con diez pueblos, todos en verano, y me hice unos 50 apuntes. Me buscaba un sitio del pueblo desde fuera para ver la mejor vista y me sentaba para hacer apuntes para hacer un dibujo grande, así que cada pueblo tiene su dibujo grande y cuatro o cinco apuntes con dibujos pequeños hechos en el sitio. Ahí es cuando realmente sientes lo que tienes que dibujar. Los dibujos están hechos con trocitos de papel y cada pueblo está representado de forma diferente y yo estoy siempre dibujada en cada uno de ellos. Y también quise añadir flores y hojas secas para fomentar el cuidado que tenemos que tener de nuestro entorno. Las hojas y las flores son lo más delicado que hay, se rompen con facilidad, y todos los dibujos tienen algún objeto natural.

- Además son dibujos muy coloridos

Sí me doy cuenta de que uso mucho el color pero yo quería que cada dibujo fuera un reflejo de lo que veía. Por ejemplo, Villoruela me pedía que fuera como en violetas, como un atardecer; Vilvestre son violetas y morados por los rosas de sus árbole. Quise que cualquier persona de estos municipios cuando viera su pueblo lo reconociera e hice un esfuerzo para que cada elemento fuera reconocible y que fueran conscientes de que la provincia de Salamanca es como si fuera un pequeño gran continente: tiene sus dehesas, sus sierras, la llanura, el regadío, las arribes, zonas con acantilados. Es como si fuera un pequeño continente en miniatura que tiene su riqueza de por sí.

- ¿Cómo ha sido la selección de los pueblos?

En eso tuve un poquito de suerte porque me los dieron elegidos para que estuvieran todas las comarcas representadas y eso lo agradecí mucho porque si no me hubiera vuelto loca.

- ¿Qué tal fue la visita a los municipios y el feedback con los vecinos?

Lo bonito de estar en ellos es que hablas con la gente. Por ejemplo, en La Alberca me puse en una esquina para representar los travesaños de las casas y se me acercó un chico y entablé conversación con él. Eso no te pasa si no visitas los pueblos. La gente ha sido muy amable. Dibujar es un proceso creativo más lento que tomar una foto y eso crea conversación.

- La exposición se encuentra en Ciudad Rodrigo, ¿va a viajar por otras localidades?

Cualquier pueblo que la quiera se puede llevar. Es una exposición viva y está disponible para quien la quiera disfrutar.

- ¿Tienes intención de continuar ampliando los pueblos dibujados?

Ojalá yo pudiera. Cuando hay un trabajo que te gusta realizar me pasaría mucho tiempo para dibujarlos todos los pueblos de Salamanca y luego pienso que si soy asturiana debería dibujarlos también, al igual que a todos los pueblos bonitos que hay en otras comunidades. Dibujar es muy agradecido, porque te hace pertenecer a algún sitio y te une a algo sin quererlo.