Perfumerías Avenida vuelve a casa con victoria y algunos brotes verdes aun en la espesura

Después de cinco largos meses, de una larga espera, sin sentir el calor de su afición en el pabellón de Würzburg, Perfumerías Avenida volvía a casa. Un equipo renovado, todavía en proceso de construcción y, por lo tanto, aun con esas inevitables inseguridades propias de un grupo que busca asentarse, pero que a la vez sabe que todo está por hacer y el tarro de la ilusión apenas ha comenzado a destaparse a pesar de la dura derrota sufrida en Euroliga. El duelo ante La Seu se presentaba como un nuevo desafío en la que ya es la segunda jornada de un camino en el que hay que aspirar al crecimiento y la solidez. No fue fácil y resuelto el duelo ante La Seu aun entre la espesura, lo bueno es que se vieron algunos brotes verdes desde la irrupción individual de alguna jugadora. La regularidad y trabajo de Vilaró, la calidad y fuerza de Koné, la consistencia y perseverancia de Gil y la presentación de gala de una Iyana Martín que desde el primer día se ha metido a Würzburg en el bolsillo.

Hacer equipo de la suma de individualidades es algo que lleva tiempo y Avenida aun está en ese proceso en el que cada una se tiene que entender con la de al lado y asumir lo que debe hacer para ayudar al grupo. Quizás por eso costó mucho entrar en el partido en el que fueron varios los minutos que acumuló el equipo de Montañana sin encontrar aro. No tanto por tiros errados como por algo corregible como errores y pérdidas no forzadas y eso iba en detrimento del trabajo atrás que empezó siendo bueno pero se fue resintiendo. Esas pérdidas daban a La Seu la oportunidad de hacer lo que más le gusta, correr y evitar defensas en estático y así iba cogiendo una ventaja en el marcador que llegó a ser de once puntos en el primer cuarto.

Murekatete dominaba bajo los aros y fue el cambio de la pareja interior del equipo salmantino lo que empezó a dar un giro al choque, especialmente porque la figura de Sika Koné comenzó a crecer en el partido. Más control de rebote y más poderío para atacar cuando el balón encontraba un pase a la zona. La de Malí se hacia una cruz bajo la canasta y desde ahí acumulaba nueve puntos en el primer cuarto llevando a su equipo a igualar un duelo que se vio interrumpido durante unos instantes al irse la luz de todos los marcadores.

No fue hasta pasados un par de minutos del segundo parcial cuando Avenida se vio por primera vez por encima en el marcador después de una canasta de Andrea Vilaró que hasta entonces no había tenido descanso. El suyo es ese trabajo en la sombra desde el que se ayuda al equipo y que vayan creciendo las demás. Carter anotaba el primer triple del equipo en el partido y con 33-28 se iba el partido al descanso.

Hubo fases del tercer cuarto que fueron lo mejor de Perfumerías Avenida en el duelo, sobre todo en el trabajo atrás y en la toma de decisiones. Además ganaba en protagonismo Iyana Martín y eso animaba a un Würzburg que en un duelo con tanto error y más de una interrupción no acababa de calentarse. El equipo salmantino parecía en disposicion de romper el duelo pero no se va fácil de los partidos La Seu que apoyado en la buena dirección y casi siempre buena toma de decisiones de Aguilar iba haciendo la goma esperando su momento.

Llegó uno de esos momentos de crisis que aun tiene que aprender Avenida a superar. Esas fases en las que en ataque se cae en la tentación de se tomen algunas decisiones más por cuenta propia que por elaboración colectiva y eso acababa en errores, pérdidas y salidas fáciles para La Seu que de la mano de Palma se ponía a un punto, 53-52.

Había que darle un giro a la toma de decisiones y apareció Laura Gil para saber leer donde tenía la ventaja y entre la murciana y el empuje y omnipresencia de una Martín que supo leer que lo que se pide en Salamanca es intensidad hasta el final del resuello, sostuvieron la renta del equipo azulón que ató una segunda victoria que debe ser balsámica y cemento para seguir construyendo hacia arriba.