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Un recorrido por la historia de Julia Navarro de la mano del antes y el ahora: "La desaparición de las humanidades es una tragedia"

Julia Navarro es igual de sincera que de tranquila y directa. Todos sus escritos han visto la luz, nunca pensó ni tuvo intención en que una de sus novelas se transformará en una serie y todos sus escritos han visto la luz. Su primer lector es su marido y es ajena a las redes sociales. Así es la escritora y periodista: 

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Un recorrido por la historia de Julia Navarro de la mano del antes y el ahora: "La desaparición de las humanidades es una tragedia"
Lectura estimada: 6 min.

Leer es viajar sin tener en cuenta el tiempo, el lugar o la condición económica. Cada historia, con su esencia, de la misma manera impredecible que duradera, emerge escrita en un conjunto de hojas que se transforman en un libro, perfecto compañero de viaje, de ilusiones y sueños que llevarse a dormir. Julia Navarro es la culpable (en el buen sentido) de que miles y miles de lectores de diferentes países del mundo y, especialmente, en España se hayan sumergido en un viaje a través de la historia y de la vida de diferentes, odiados y también queridos personajes a lo largo de ocho novelas: 'La hermandad de la Sábana Santa', 'La Biblia de barro', 'La sangre de los inocentes', 'Dime quién soy', 'Dispara, yo ya estoy muerto', 'Historia de un canalla', 'Tú no matarás' y 'Hacia ninguna parte'. 

 

La escritora madrileña aterrizó en Santos Ochoa el pasado 17 de noviembre para conocer la imprensión de sus lectores, mirarles a los ojos y firmar las primeras páginas de su último libro publicado ('Hacia ninguna parte'). Con el libro bajo el brazo como excusa, pero con su recorrido literario en la cabeza, la entrevista realizada trata de conectar la ficción con la realidad, de meterse en la cabeza de una escritora de éxito, así como de volar junto a ella por la historia de nuestro país, analizando la actualidad. Asegura que la primera persona que lee sus novelas es su marido y que es ajena a cualquier red social. Así es Julia Navarro, la escritora y periodista. 

 

¿Cómo se realiza una documentación tan exhaustiva a lo largo de la historia? ¿Hasta qué punto influye tu antigua faceta periodística? "El periodismo me ha dado una herramientas extraordinarias para construir mis novelas. El periodismo es el oficio más apasionante del mundo, no creo que haya algo igual. Te permite conocer gente que quizás nunca hubieras conocido, te permite estar en lugares que a lo mejor nunca hubieras estado o ser testigo de situaciones en primera línea. Es un oficio maravilloso y me lo he pasado tan bien ejerciendo el periodismo...En definitiva, el periodismo y la literatura son dos líneas paralelas, el periodista cuenta historias reales y el escritor historias fruto de su imaginación, pero al final siempre se trata de lo mismo: contar una historia". 

 

Sus obras sí, son ficción, pero muy cercanas a la realidad: "Mis obras son ficticias pero, por ejemplo, mi última novela se ha escapado de las páginas de los periódicos. Es una novela en la que trato de alguno de los asuntos y problemas que tiene nuestra sociedad de hoy en día. No creo que las cosas ocurran porque sí, pienso que todo tiene un origen, alguna causa y a mí me gusta hacerme esas preguntas. ¿Por qué Europa ha sufrido terrorismo de raíz islámica? Otro problema que me preocupa mucho es el de la emigración. Estos días estamos viviendo un espectáuclo dantesco entre la frontera de Bielorrusia y Polonia, mientras que la civilizada Europa no es capaz de dar una respuesta. Me pongo en la piel de todas esas personas que tienen que dejar sus certezas y embarcarse en un camino que, supuestamente les va a conducir a mejor. Pero...¿y si fuéramos nosotros? Hay falta de una mirada de empatía, de humanidad...no se les trata con la dignidad que merecen".

 

¿Y la lectura ayuda a conseguir ese objetivo? "Sin duda, creo que aunque sea una novela de acción es para la reflexión. Un libro te tiene que tocar el alma, te tiene que decir algo y después cada lector saca sus conclusiones. Al final, cuando escribes es porque quieres contar, compatir y plantear algo". 

 

¿Se queda con alguna novela en concreto Julia Navarro? ¿Y en cuánto a los personajes? "Para mí todas mis novelas son distintas, son una parte y un momento de mi vida. En ese sentido, no puedo elegir una novela favorita, son como los hijos. Con respecto a los personajes...no intento empatizar con ellos, intento simplemente contar una historia y alejarme de hecho. En ello, los periodistas estamos entrenados. Estamos para contar historias no somos protagonistas y siempre hay que mantener la distancia con los personajes. Es más, cuando acabo de escribir una historia intento que se marchen porque si no, no cabrían los nuevos que tendrían que venir". 

 

¿Es 'Historia de un canalla' la más diferente? (Risas) "Historia de un canalla era también actual, quería ser un retrato de esta sociedad, siendo una llamada a lo fácil que es manipular a la opinión pública. Era una manera de reflexionar en voz alta y decir lo fácil que es apuntar a la opinión pública hacia una reflexión. Quería producir una sacudida. Hay a lectores a los que les ha gustado y a otros nada, me preguntaban que cómo había escrito la historia de una persona tan mala, yo les decía que ya se lo contaba en el título". 

 

¿Cómo es la relación con el lector? "El trato con mis lectores lo tengo en vivo y en directo, no me gusta la gente que se esconde detrás de las redes para insultar, para odiar, para difamar...Me gusta mucho tener contacto con mis lectores, pero a través de clubs de lectura, ferias del libro, firmas...Y lo prefiero, prefiero que alguien me mira a los ojos y me diga lo que tenga que decir. Eso sí, yo no puedo elegir escribir lo que quieran los lectores, ellos son libres para comprar y yo para escribir. Me interesa, por supuesto, su opinión, porque siempre aprendes escuchando a los demás. Los lectores son la prueba del algodón". 

 

Precisamente, es prueba del algodón llevó a la pantalla una de sus novelas, 'Dime quién soy': "Creo que la serie está muy bien hecha, es una serie muy digna que refleja la novela, pero en la que no está toda la novela. Es muy difícil contar en nueve capítulos una historia que yo he contado en 1.200 páginas. Es muy complicado. De hecho, tuve varias discusiones con los guiones y fue un proceso largo, pero el resultado final es digno y la elección de los actores fue un acierto". 

 

¿Es la religión un tema común a todas? "La religión es una parte importante del ser humano. Desde el principio de los tiempos el hombre ha necesitado buscar respuestas a la pregunta de la existencia y a través de la construcción de las religiones se ha intentado de dar respuestas. Les tengo un enorme respeto porque son parte de la historia de la humanidad. Al final, el lenguaje audiovisual y el lenguaje literario son distintos. Las series en televisión creo que son un arma de doble filo, puedes ver una serie y no gustarte nada, por lo que el autor no te interesa y pierdes lectores. Creo que una serie así te puede dar, pero también quitar. Igualmente, mi objetivo nunca ha sido que mis novelas lleguen a la pantalla, no tengo ese interés, yo quiero escribir". 

 

En ese proceso de escritura, Navarro aseguraba que nunca ha tenido miedo a un folio en blanco: "En absoluto, todos los periodistas estamos entrenados. Esta crisis de creatividad de la que se habla me la he tomado muy en serio, pero estoy tan acostumbrada a tener que llenar folios en blanco...es entrenamiento y una de las herramientas que he heredado del periodismo. Al final, escribir es trabajo y para escribir una novela se necesitan dos cosas: tener una historia que contar y encontrar la mejor manera de contarlaEscribir es un ejercicio diario, donde hay que saber qué le interesa a la gente". 

 

¿Falta leer en la sociedad actual? "Sin duda. Creo que el sistema educativo español ha ido perdiendo fuelle y la lectura no se ha logrado que tenga la importancia y el valor que tiene que tener. La lectura, la filosofía, la historia del arte, la historia en general...hay una serie de elementos que nos ayudarían a conformarnos como ciudadanos con criterio propio. Sin embargo, nos han ido quitando esas herramientas, porque es mucho más fácil manejar a la gente si no tienes formación humanista. Es uno de los grandes déficits de nuestro sistema y creo que esa decisión no es inocente. La desaparición de las humanidades es una tragedia, no se forman individuos con criterio propio y este criterio te ayuda a formarlo todas las asignaturas mencionadas, están diluidas. La capacidad de relacionar las cosas no te lo da un click, te lo da el haber ido adquiriendo conocimientos que son los que ayudan y entrenan a tu cerebro para comprender". 

 

Y para finalizar...hablemos de finales, ¿busca Julia Navarro poner los pelos de punta siempre a sus lectores? "Bueno...sí y no lo sé. Tengo muy claro siempre cuál va a ser el final cuando me siento a escribir una historia. Siempre hay ese juego con los lectores. Este final es inesperado, mi editor me preguntó que si había leído bien y le dije sí, has leído bien (risas). Mis finales son tan cerrados que no pueden pasar más cosas, pero siempre acompañados con una sorpresa". 

 

Y para suerte nuestra, su historia todavía no tiene final y ya tiene la mirada puesta en su próxima novela. 

 

 

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