Hace tiempo que Unionistas se viene mostrando como un equipo capaz de establecer una línea de juego consistente y a partir de ahí jugar con una tranquilidad que convierte en ventaja. La estabilidad de su juego no solo refleja una comprensión profunda de sus fortalezas y debilidades, sino también una confianza en lo que se plantea porque si para algunos rivales puede parecer predecible lo que consiguen los de Ponz es que lo que hacen sea efectivo. Unionistas minimizar errores y maximizar su rendimiento y por eso está a estas alturas donde está.

Comenzaba su partido ante la Real B sabiendo que una victoria le permitiría dar más solidez a su posición de Copa después del empate del Arenteiro. Coger un poco más de margen no viene nada mal con dos jornadas por delante pero para ello tenía que doblegar a una Real Sociedad B que está claro que quiso frenar el ímpetu inicial de Unionistas después de comprobar como los de Ponz habían salido en sus dos últimos partidos en casa. Lo logró en los primeros minutos en los que se hizo dueño del balón pero la tranquilidad en el campo permite a los jugadores de Unionistas tomar decisiones con claridad y ejecutarlas con precisión y así, poco a poco, fueron recuperando terreno a su rival y también fueron ganando segundos de posesión.

Después de dos tímidas aproximaciones del filial donostiarra, a partir del cuarto de hora, y tras un primer disparo de Juan Serrano, jugadores como Adri Gómez, Tur o Losada comenzaron a aparecer mucho más en contacto con el balón. Giménez y Juan Serrano se hicieron dueños del costado derecho por el que empezaron a llegar las primeras acciones de peligro real porque antes los envíos intentando ganar la espalda a los centrales no habían dado resultado.

En la Real B empezó a emerger la figura de Fraga como protagonista porque tuvo que intervenir para evitar que se adelantara Unionistas con una parada a disparo de Serrano desde dentro del área en la que logró desvíar el tiro con el hombro. Cinco minutos después nueva intervención con acierto cuando tras un centro de Tur desde la derecha buscando al segundo palo, la bajaba Losada. Recorte y chut buscando el palo contrario con mano oportuna del guardameta para desviar el balón.

Unionistas ya había tenido dos claras y a la tercera fue la vencida en una saque de esquina mal defendido por la Real B cuyos defensores se dejaron llevar por la pantalla ejecutada por Ruiz y el balón enviado por Ekaitz encontró a un Losada que, absolutamente en solitario, pudo cabecear casi sin levantar los pies del suelo y colocarla de forma precisa en el fondo de las mallas.

Foto: Arai Santana

Era el minuto 33 y hasta el descanso, aunque intentó estirarse el filial donostiarra, Unionistas manejó bien todas las situaciones sobre el campo y pudo aumentar su ventaja también a balón parado con un par de envíos desde la esquina. Muy clara la ocasión en el 44, cuando Fraga volvía a aparecer. La tocó Ramiro al primer palo enviando un balón que buscaba la base del poste donde apareció la mano del guardameta.

Tras el paso por vestuarios, intento de paso al frente de la Real Sociedad B que llevó claramente la iniciativa aunque sin efectividad porque sus llegadas generalmente acababan en centros laterales bien controlados por Iván Martínez. Aun así Unionistas tenía problemas para mantener la posesión y no tardó demasiado tiempo Ponz en mover el banquillo dando entrada a Etxaniz y Camus por Slavy y Planas. También optó por mover piezas en su equipo Sergio Francisco en su caso con un triple cambio.

Pocas cosas pasaban en un duelo que ahora tenía continuas interrupciones y en el que parecía que cualquier novedad podría venir provocada más por una imprecisión o error que por una línea constante de juego. Los dos equipos agotaban cambios y continuaba la pelea, casi siempre lejos de las áreas con Unionistas tirando de oficio y jugando a favor de reloj. Pudo ser más tranquila esa recta final si el palo no hubiera repelido el tiro cruzado de Tur o Losada hubiera llegado medio segundo antes al rechace, pero entre la madera y Fraga decidieron ponerle pimienta a esa recta final.