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Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia: "Hay que visibilizar que es un trabajo que podemos hacer igual mujeres que hombres"

La científica del Centro del Cáncer Nuria Ferrándiz cree que aún queda mucho por avanzar y anima a las futuras generaciones a que persigan su sueño

Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia: "Hay que visibilizar que es un trabajo que podemos hacer igual mujeres que hombres"
Nuria Ferrándiz
Isabel Andrés Rodríguez
Isabel Andrés Rodríguez
Lectura estimada: 5 min.

Como cada 11 de febrero, este domingo se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una jornada reivindicativa para dar visibilidad al papel actual de la mujer en una rama que hasta ahora ha sido mayoritariamente masculina y en la que el trabajo de muchas mujeres ha sido invisibilizado. 

Ahora, instituciones de todo el mundo ponen el foco en esta circunstancia y celebran actividades para concienciar y animar a niñas y jóvenes a apostar por la ciencia y la investigación para su futuro. Así lo explica Nuria Ferrándiz, investigadora que hace apenas un mes se incorporó al Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca y CSIC para continuar con una labor que comenzó fuera de España.

- ¿Por qué es importante celebrar este día?

Porque tenemos que visibilizar el papel de la mujer en la ciencia. Los números dicen que somos muchas, incluso más que hombres, en los puestos de estudiantes, predoctorales y posdoctorales, pero conforme vamos asciendo en la escala somos cada vez menos. Hay que visibilizar que estamos aquí, que es un trabajo que podemos hacer igual mujeres que hombres y que nos tienen que ver como personas normales que desarrollamos un trabajo que nos gusta y se puede hacer.

- ¿Ha cambiado la situación de la mujer en la ciencia o todavía queda mucho por hacer?

Me encantaría decir que sí ha cambiado, pero los números no dicen eso. El CSIC publica todos los años unas gráficas que demuestran que efectivamente ha habido pequeños cambios en las situaciones más tempranas, pero en cuanto subimos en la escala profesional como catedráticas, profesoras, jefas de equipo, etc. cada vez somos menos. Desafortunadamente las cosas no han cambiado mucho.

- ¿Qué se puede hacer o qué se debe hacer para seguir avanzando?

Desde mi punto de vista es, sobre todo, el apoyo que debíamos tener nosotras desde las instituciones para que no abandonemos la carrera científica, porque está claro que estamos. Estamos en los peldaños bajos, hay muchas chicas interesadas en hacer ciencia y cuando pasan a posdoctoral se complica un poco porque son edades que coinciden con la maternidad y hay que conseguir que vuelvan. Hay que conseguir que vean que se puede compaginar, poner en marcha las políticas que permitan conciliar y ver que los patrones que valían hace diez o veinte años ahora ya no valen. Ahora una chica puede tener familia y volver a la carrera científica y progresar en ella. El problema es que eso no está visibilizado y para eso necesitamos apoyo institucional, político y personal de nuestras familias.

Hay que visibilizar que estamos aquí, que es un trabajo que podemos hacer igual mujeres que hombres

- ¿Ha notado alguna dificultad o barrera durante su carrera?

Tengo tres niños y he desarrollado toda mi carrera en el extranjero hasta hace un mes que me incoporé al CIC y he vuelto a España. Creo que en el extranjero hay un apoyo mayor en el sentido de que las familias concilian mejor. En realidad, algunas trabas me he podido encontrar al tomar las bajas maternales y no haber podido estar en el laboratorio para continuar algunas líneas de investigación y eso hace que luega tenga posiciones menos relevantes en los artículos. Pero al final aquí estamos. A veces hay que luchar contra la marea pero aquí estamos para apoyar a las nuevas generaciones.

- ¿Cómo puede la sociedad ayudar a visibilizar el trabajo que hace la mujer en la carrera científica?

Esto sí que ha cambiado en los últimos años. La sociedad está más preocupada de conocer lo que hacemos las mujeres en ciencia y por lo que hacemos los científicos, que somos personas normales con una vida normal fuera del laboratorio. La sociedad nos ve más cercanos y nosotros tratamos de divulgar la ciencia de una manera más llana. Se trata de que la gente se conciencie de que hay que apoyar a la ciencia, y de que todas estas asociaciones de ayuda contra el cáncer y otras muchas son fundamentales. Esto está muy bien organizado en el extranjero, pero en España todavía falta un poco para que la gente se conciencie de que no pasa nada por donar todos los meses un dinero a las asociaciones, que nos ayudan mucho.

- ¿Qué desencadenó su interés por la ciencia y la investigación?

Siempre he sido una niña muy curiosa, me gustaba mucho mezclar cosas en casa y me preguntaba mucho cómo funcionaban las cosas. Es la curiosidad en general. Y mi interés por el cáncer fue porque cuando estaba estudiando Bioquímica fue una época de mucho estallido a nivel tecnológico y de técnicas para conocer mejor lo que ocurre en el cáncer. Me di cuenta de que me fascinaba ver por qué una célula dejaba de ser una buena ciudadana para ser una mala ciudadana, qué es lo que hace que estuviera controlada para pasar a estar totalmente descontrolada e incitar a otras células a que dejen de estar controladas.

A veces hay que luchar contra la marea pero aquí estamos para apoyar a las nuevas generaciones

- ¿En qué se centra su trabajo de investigación?

Mi grupo de investigación trabaja en entender las aneuploidías, que es cuando una célula deja de tener los cromosomas correctos y eso genera que la célula que no ha recibido los cromosomas correctos cuando se ha divido se convierte en una célula cancerígena. Queremos entender porqué ocurre esto, sobre todo en las fases de la mitosis. También queremos entender la relación de las membranas celulares con los cromosomas. Miramos y comparamos células normales con células cancerígenas y buscamos biomarcadores que puedan servirle a los patólogos para definir si el resultado de esa aneuplodía hace que el tumor esté más o menos evolucionado.

- ¿Qué mensaje le daría a una niña o a una joven que quiera dedicarse a la ciencia?

Mi mensaje siempre es que mantengan viva la curiosidad, que no decaiga porque sea un trabajo duro, complicado o en el que no se vea una proyección de futuro tan clara como en otros. Que haga lo que le gusta, que ya veremos luego, que continúe con su trayectoria. La ciencia trae muchas satisfacciones y nos queda que hemos puesto nuestro granito de arena para entender el cáncer u otras muchas enfermedades. Se trata de generar conocimiento y eso se nos olvida muchas veces en la ciencia básica, nosotros generamos conocimiento para que pueda trasladarse al paciente. Es generar conocimiento porque cuanto mejor entendamos las cosas y más sepamos sobre ellas mejor podremos resolverlas.