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De paciente en lista por la mañana a trasplantado por la tarde: Emilio vivió su segunda vida en 24 horas
Gracias a la generosidad de un donante, Emilio, salmantino afectado por poliquistosis renal, recibió un riñón apenas horas después de entrar en lista de espera: "Doy las gracias"
Emilio Enrique Sánchez, de 55 años, es un hombre marcado por una historia que habla de lucha, esperanza y agradecimiento. Salmantino de nacimiento y paciente renal, Emilio comparte con sinceridad y emoción su experiencia personal con la enfermedad y la donación de órganos, en este Día Nacional del Donante.
"Estoy muy contento, doy gracias a los donantes, porque sin ellos, los que estamos enfermos no podríamos seguir viviendo. Gracias a la intervención podemos solucionar parte del problema, hay que darles las gracias", afirma Emilio, con la voz cargada de gratitud.
Su historia es la de una enfermedad hereditaria que ha marcado a varias generaciones de su familia: la poliquistosis renal. "Vengo de una familia con poliquistosis renal, poco a poco los quistes, que son muchos, han ido engordando y se han 'comido' el riñón. Es una enfermedad hereditaria que me afecta a los dos riñones", explica con calma.
Fue en 2012 cuando Emilio descubrió su diagnóstico, no porque tuviera síntomas severos, sino durante una revisión rutinaria. "Me hicieron una ecografía en el hospital y ahí vieron los quistes que tenía", recuerda. Desde entonces, conocía el destino al que se enfrentaba, pues había visto a su madre y su abuela pasar por lo mismo.
Antes del trasplante, Emilio tuvo que someterse a diálisis peritoneal, un tratamiento que realizaba en casa. "Al principio no duele, pero con los años los riñones dejan de funcionar bien y el estado físico se deteriora. Además, tuve complicaciones, como infecciones en los quistes y sangrados que acabaron con la función de mis riñones por completo", relata.
"Estoy muy contento y agradecido al donante, porque sin ellos no podríamos seguir viviendo"
"El proceso fue lento hasta que, a partir de 2020, la enfermedad se agravó rápidamente. El servicio de Nefrología del Hospital de Salamanca funciona muy bien. Iba a consulta cada año, luego cada seis meses, luego cada tres, pasé a prediálisis, y finalmente, cuando mi función renal bajó muchísimo, entré en diálisis", comenta Emilio.
Cuando se habla del impacto que la enfermedad tuvo en su vida, Emilio es claro: "Al estar acostumbrado a verlo en mi familia, lo asumí bastante bien. La verdad es que la enfermedad la he llevado muy bien porque la he visto de cerca. Pero la mayor dificultad fue en el trabajo, pasar de estar activo a tener que parar en seco, depender de una máquina, eso sí que es duro. Cambia radicalmente tu vida".
Estuvo cinco meses en diálisis, un tiempo que pasó rápido gracias a la atención médica y a su fortaleza. "Durante ese tiempo te hacen pruebas para ponerte en la lista de trasplantes, te revisan todo... Tuve mucha suerte, me pusieron en lista de espera y el mismo día por la tarde me llamaron para el trasplante. Fue relámpago", recuerda emocionado.
"Pasé de trabajar a tope a depender de una máquina. Lo más duro no fue lo físico, sino parar en seco"
El 28 de marzo de 2025 fue operado, y dos meses después, Emilio ya se siente como una persona nueva. "Me han devuelto la vida, he vuelto a nacer", confiesa. "Ha cambiado porque ahora soy más libre, no dependo de la máquina, el riñón nuevo funciona bien, en la última revisión estaba a un 60% de función. Físicamente aún me estoy recuperando, pero el cuerpo ha mejorado muchísimo".
Emilio también forma parte de la asociación ALCER Salamanca, que ha sido un gran apoyo para él desde el primer momento. "Las charlas entre pacientes y con nefrólogos son muy importantes. Cuando te juntas, ves que cada uno tiene una historia diferente y que no todos lo llevamos igual. Ayudas y te ayudan", asegura.
Para Emilio, concienciar sobre la donación es vital. "Estoy muy agradecido, lo repito mucho. Es una desgracia que la persona fallezca, pero animo a que haya más donantes, porque ayuda a mucha gente. Se me pone la piel de gallina sólo de pensarlo", dice emocionado. "Es duro perder a un familiar, pero hay que pensar que con esos órganos se salvan muchas vidas".
Finalmente, lanza un mensaje de esperanza y fortaleza para quienes viven con enfermedades renales: "Hay que pensar siempre que llegará ese trasplante y que podremos estar mejor. Pero, sobre todo, intentar llevar bien la enfermedad, sobre todo mentalmente. A mí me ha ayudado mucho asumirla y llevarla bien. La enfermedad te cambia el humor, pero hay que concienciarse".
La prueba tendrá lugar a partir de las 18:30 horas por el casco histórico de la capital, en la zona de la Vaguada de la Palma, y por la ribera del río Tormes
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