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Rocío Parra, la élite de la cocina nacional en Salamanca: "Es un honor representar a la ciudad"

En una nueva entrega de Cerveceando, Rocío Parra, chef afincada en Salamanca con estrella Michelín, analiza el mundo de la cocina con tinte femenino

Rocío Parra, la élite de la cocina nacional en Salamanca: "Es un honor representar a la ciudad"
María  Pedrosa García
María Pedrosa García
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Una cerveza, un amiga y una buena conversación. Hay momentos que invitan a parar el tiempo, a escuchar a una periodista dentro de la vorágine de noticias y la inmediatez buscada por los medios de comunicación digitales, y a 'dejarse servir' a una chef de prestigio que vive sin horarios para hacer que sus clientes disfruten. Hay momentos para parar el tiempo. Puede que Rocío Parra no haya nacido en Salamanca, pero se ha convertido en profeta sin ser su tierra, la ciudad se reconoce en las guías por su restaurante 'En la Parra', seña de identidad, gastronomía, cultura y tradición, en menús degustación y qué degustación...

Mujer chef"Está claro, ser mujer y referente es para mí un orgullo y un honor representar la ciudad. Mi marido es de Salamanca y detrás de una gran mujer hay un gran hombre. 

La realidad es que somos muy pocas, al frente del negocio muy pocas y que tengamos reconocimiento, por desgracia, muy pocas también. Cada vez somos más y es un trabajo de fondo, de poco a poco. Es cierto que tenemos que tener más visibilidad". 

Emprender en Salamanca. "Fue duro, porque cuando nosotros vinimos no había muchos conceptos como el nuestro, en cuanto a menús degustación únicos... la gente es más tradicional, el típico chuletón o la ración de jamón. Al final, conseguimos dar un concepto muy bueno. La gente nos acogió con los brazos abiertos y ser un referente en la ciudad está siendo muy gratificante". 

Nos gustaría tener más visibilidad por parte de las instituciones en Salamanca

¿Hay posibilidad de salir de Salamanca? "Lo acabamos de ampliar en Salamanca. Más allá de ampliar las mesas o los comensales, lo que hemos hecho ha sido ampliar la confortabilidad y la forma de trabajar. Antes teníamos ocho mesas, ahora tenemos doce con el doble de espacio. No la hemos llevado a cabo para aumentar el número de clientes, sino para que la gente se sienta mejor. No está dentro de mis objetivos, eso sí, salir de Salamanca. Madrid siempre es un referente, pero creo que aquí eres especial y allí eres uno más. Nos gustaría más visibilidad por parte de las instituciones, pero, eso también, poco a poco". 

¿Conocemos el día a día del cocinero? ¿Falta información? "Creo que no se conoce. Además, nosotras como mujeres, tenemos ciertas cargas familiares que también son una parte muy importante. Yo tengo dos niñas pequeñas y me llevan mi tiempo como a todo el mundo. Es una parte importante que muchas veces no se cuenta y por la que muchas mujeres no llegan a la alta gastronomía. Mis hijas están acostumbradas a los viajes, a los horarios frenéticos, a no estar nunca para las cenas o los baños... eso te lo pierdes, pero también tienes que hacerlas partícipes del porqué su madre no está en casa. Espero que en un futuro valoren el esfuerzo de su padre y mío para sacarlas adelante". 

¿Una Michelín más? Acabamos con un brindis... y el brindis en el vídeo.