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Álex Caramelo, la estabilidad entre el verde del césped y el amarillo del personal de limpieza del Hospital
Un caso único. El jugador del Salamanca CF UDS encontró en el trabajo su medicina para ser mejor futbolista.
Diferente, atípico, distinto, divergente... único. Álex Caramelo no es igual a los demás, de hecho llega a ser único. Futbolista salmantino de sobra conocido, con pasado en el CD Guijuelo y presente en el Salamanca CF UDS, emerge como el único en su especie que no solo se dedica al fútbol, a entrenar y a competir, también forma parte del personal de limpieza del Hospital Universitario de Salamanca. Problemas psicológicos le llevaron a encontrar fuera del fútbol una medicina que le permitía dentro del campo rendir al máximo; es su descanso, un descanso activo, porque como él mismo cuenta en una entrevista con este medio no puede estar quieto.
Comenzó con tan solo 18 años compaginando el fútbol y el trabajo, tomándose unas "pequeñas vacaciones" tras el ascenso del Salamanca CF UDS a Segunda B. Después de tres años dedicados exclusivamente a ello, regresó al Guijuelo, donde encontró la "estabilidad" entre su vida, el fútbol, y su vida más allá del fútbol, el ámbito personal y el laboral. Una estabilidad nada estable, puesto que su rutina es de lo más ajetreada: despertarse, desayunar, entrenamiento hasta las 12:30-13:00, comer, y 14:30 trabajo hasta las 19:30.
No me llenaba el ser futbolista con lo que yo pensaba que iba a ser
"No solo pienso en el futuro, también en el presente. Me considero una persona muy activa y no puedo pasar una tarde sin hacer nada. El trabajo me gratifica. Creo que es bonito vivir del fútbol, pero cuando sólo me dedicaba a ello no fue como yo esperaba. No me llenaba el ser futbolista con lo que yo pensaba que iba a ser. Fue bonito, sí, pero hubo un momento en el que a nivel psicológico no me estaba encontrando a gusto estando únicamente dedicado al fútbol y fue cuando decidí volver a Salamanca, a Guijuelo, compaginando el fútbol con el trabajo, y ello me ha dado una estabilidad emocional que agradezo y que me ha dado a un Álex Caramelo que siempre he querido a nivel futbolístico", comienza a contar.
¿Y cómo es? "Un jugador determinante. Creo que la primera temporada en Guijuelo después de volver de Cáceres, empecé a trabajar y me encontré con un nivel futbolístico del que yo mismo me sorprendía, con unos buenos números, un balance de lesiones muy bajo, goles importantes, muchas titularidades... me encontré con mi mejor versión y creo que fue gracias al trabajo, a una rutina ajetreada", responde.
Puede parecer contradictorio, pero mi forma de descansar es yendo a trabajar
¿Cuándo descansa entonces el Álex jugador? "Puede parecer contradictorio, pero mi forma de descansar es yendo a trabajar. Me encuentro a gusto trabajando, mis compañeros son increíbles... el ir a trabajar me supone tener la cabeza ajetreada, no pensar de más que siempre ha sido uno de mis principales problemas y es ahí donde he encontrado la felicidad en ir a trabajar. Mis compañeros me dicen que 'qué mala suerte ir a trabajar', pero no, yo estoy contentísimo de trabajar todos los días", señala.
La decisión de trabajar entonces, ¿no mira a motivos económicos? ¿Ahora mismo podría vivir del fútbol, del Salamanca CF UDS? "Sí, podría vivir solo de ello, pero no pienso en lo económico únicamente. No me encontré a gusto en su momento y a partir de ahí vi que el trabajo me ayudaba. De hecho, me llegué a plantear el fútbol. Estando en Cáceres le dije a mi representante que quería ir a Guijuelo. No me apasionaba tanto como para seguir dando vueltas por España. Agradezco la experiencia, pero a nivel personal y psicológico no me daba lo que yo necesitaba. Estaba teniendo problemas personales, no tenía motivación y decidí regresar", apunta.
¿Fue una decisión tuya o recomendada por un psicólogo? "El psicólogo me dijo que era la mejor opción y yo pensaba lo mismo. El tiempo nos ha dado la razón".
De cara a un futuro sin fútbol, también se está abriendo puertas: "Vivir del fútbol está muy bien, pero hay que ser realistas, quitando los jugadores de Primera División y unos elegidos de Segunda, el resto no es más allá de lo que es un trabajo. No te retiras del fútbol y tienes para vivir el resto de tu vida. Todos tenemos que buscarnos otro trabajo. Es lo que hay. Cuando cumples años mirás más allá y piensas en el día de mañana, por lo que trabajo todavía con más ilusión".
Eres un caso único. "Puede ser. En el CD Guijuelo creo que era el único y aquí también, pero ya te digo me hace feliz ir a trabajar, me reconforta, me siento a gusto. No tengo nada mejor que hacer, así que para estar en casa sin hacer nada, prefiero estar aprovechando el tiempo".
Tímido, aunque desenvuelto para las entrevistas, cuenta una anécdota que evidencia sus dos caras, la de pasar desapercibido si es necesario y la de ser un chico con los pies en la tierra: "Me reconocen mucho, sobre todo los niños y me piden autógrafos y fotos. Al principio, aunque estuviera más incómodo me ponía la mascarilla, pensando que no me iban a reconocer, pero dejé de ponérmela porque me reconocen igual. Estaba en el trabajo, soy tímido... no es el mejor momento y me quiero olvidar del fútbol. A mis compañeros se lo tengo prohibido (risas), pero me encanta que los niños me reconozcan, por supuesto".
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