Con un pabellón prácticamente lleno, Perfumerías Avenida volvió a la competición liguera frente a un Spar Gran Canaria, con mucho talento joven en sus filas y una plantilla equilibrada, que no concedió una canasta fácil en el primer parcial, pero que cuando las locales apretaron en defensa dejó de funcionar. Un parcial de 24 a 2 en menos de seis minutos minutos rompió el encuentro antes de tiempo, para desesperación de José Carlos Ramos. Avenida ganó en todo; en grada, en defensa, en momentos por delante y por detrás en el marcador. Ganó con todo y contra Gran Canaria. 

El primer quinteto de Pepe Vázquez en liga fue con Çakir a la batuta de mando, con Fasoula de cinco y un cuatro combinado, entre Hartley y Prince. Bria demuestra ser una de las jugadoras más talentosas de la plantilla, que con algo más de rodaje tras mucho tiempo fuera de la competición, será una de las más valoradas de la liga sin ninguna duda. Es el desatasque que todo entrenador quiere en el campo en los momentos en los que el balón quema. 

De hecho, mantuvo el tirón inicial del Spar Gran Canaria, que escondió a las pivots del conjunto charro, cerrándose mucho en defensa, tirando de Loville en ataque. Llegó a ir por detrás en el marcador Avenida, pero la salida a pista de Silvia Domínguez volvió a dar el temple necesario para resucitar a su equipo (21-17).

Y llegó el segundo parcial. Pocos adjetivos pueden definir los segundos diez minutos del conjunto charro, especialmente en los primeros siete minutos, donde entró todo y se dejó al rival en tan solo tres puntos (parcial 24-3). En el momento en el que en ataque se encuentra a Fasoula o Laura Gil como referencias en el interior, el balón rueda hasta encontrar la mejor opción de tiro. Todos los intentos desde la línea de 6,75 de Perfumerías Avenida son liberados, de ahí su alto porcentaje, que rozó el 50% hasta el descanso. Más concretamente, la mitad de los puntos logrados antes del descanso fueron desde más allá del triple. 

Eso sí, a pesar del espectáculo ofensivo, lo que más resaltaba era la presión defensiva mostrada. Líneas muy adelantadas, las jugadoras salmantinas por delante para robar y una presión a toda pista que las alzó hasta las ocho recuperaciones. 

Ante tal contexto, Ramos trató de mover el banquillo buscando culpables, pero la maquina azul ya se había activado y con juego coral, se llegó a los 45 puntos al descanso. Todas sumaron en pista, con una rotación activa desde el cuerpo técnico. También entró Vilaró, duda hasta el último momento debido a su lesión.

Asimismo, tras el golpe de Gil, que por preocupación se sentó en banquillo, Pepe Vázquez llegó a probar a su equipo sin sus dos cinco referentes, con una Lucía, que demuestra que siempre que se la necesita va a cumplir. Es peleona, lucha y además en ataque es certera. Rara vez falla sola y se muestra valiente de cara al aro. Final del segundo cuarto: 45-25. 

Dudas en el tercer cuarto, con golpe sobre la mesa de Avenida

Con una distancia de más 20 en el luminoso, el objetivo estaba en mantener la concentración e intensidad que, sin embargo, se perdió en el ecuador del tercer parcial debido a la toma de decisiones de los colegiados del encuentro. La desesperación por parte de las jugadoras se vio reflejada en el ritmo de partido, llegando a parar el encuentro Vázquez, pues en el cómputo del cuarto, Avenida perdía. 

El bajón fue tal que las canarionas llegaron a ponerse a tan solo 9 puntos (51-42). Y fue en ese momento de duda, cuando volvió a salir el desparpajo de Bria y el 'baile' de Fasoula, devoliendo la renta al marcador, con el muro de Gil en defensa a modo de equilibrio. Pero Canarias ya se lo había comenzado a creer y a pesar del momento, Vázquez optó por sentar a las dos nombradas con anterioridad (llegaron a estar a ocho puntos). 

Quizás se necesitaba ese toque de atención y la última jugada del tercer parcial define la ausencia de conformismo y el querer más de este equipo: un golpe sobre la mesa. A falta de solo siete segundos, presión a toda pista, robo de balón, triple de Andrea y, de nuevo, renta por encima de los diez puntos para afrontar el último cuarto con una Loville en estado de gracia, físicamente superior a su defensora y 'manita' desde el triple. 

Pero Avenida continuó firme. Ningún quinteto bajó el nivel, para tranquilidad de las 2.500 personas que presenciaron el encuentro. Finalmente, Avenida alcanzó los 72, acabando el encuentro varios puntos por encima físicamente de su rival (72-52).