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Escribano y Diosleguarde cortan dos orejas cada uno en Peñaranda

El festejo se enmarca dentro de las actividades de las Ferias y Fiestas de la localidad

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Escribano y Diosleguarde cortan dos orejas cada uno en Peñaranda
V.T.P.C
V.T.P.C
Lectura estimada: 3 min.

Los diestros Manuel Escribano y Manuel Diosleguarde, que han cortado dos orejas cada uno, han sido los triunfadores de la corrida de toros celebrada en Peñaranda de Bracamonte, donde Leo Valadez que completaba el cartel ha paseado un trofeo.

Manuel Diosleguarde sacó del tedio al público peñarandino en el tercero de la tarde, un anovillado Montalvo que ofreció una excelente condición por el derecho, nobleza, recorrido y fondo en su embestida.

Diosleguarde lo lanceó con garbo a la verónica abrochando el ramillete con una preciosa media y revolera. El salmantino firmó una faena con ritmo e intensidad sobre la diestra, corriendo bien la mano, sacando partido de la buena embestida de 'Fusilero'.

Por el izquierdo el animal no era el mismo, con menor recorrido, sin irse del muletazo, en el epílogo volvió subir la intensidad de la faena con otra tanda por la diestra de trazo larga y mano baja. Contundente con la espada sin embargo se atascó con el verduguillo.

Anteriormente Manuel Escribano quedó prácticamente inédito con el que abría festejo, sin recorrido en su embestida y pegando cabezazos en cada arrancada. Decidió Escribano quitárselo de encima con habilidad, se agradeció la brevedad.

Tardó en acoplarse Leo Valadez con el segundo, manejable pero ayuno de clase, el viento condicionó bastante la faena iniciada en los medios, buscando un mayor resguardo en el tercio.

Voluntarioso Valadez, en la media distancia, sin brillo, hasta que en la segunda parte del trasteo acertó a correr bien la mano al natural.

Mostró suficiencia en los circulares invertidos en el epílogo, antes de pasar un calvario con las espada, difícil se lo puso el de Montalvo, siempre encampanado al montar el diestro la espada.

Excesiva resultó la intervención de la cuadrilla en el tercio de banderillas de Escribano, en el cuarto cortito de manos, destacando el último par con exposición por los adentros.

'Bravucón' hizo honor a su nombre, se escupió en varas del peto, mostrando mucha movilidad en el último tercio, sin embargo en cuanto se veía podido por la muleta de Escribano buscaba la huida.

El de Gerena basó su faena al natural, aprovechando la inercia y la repetición en la embestida, labor entregada de muchos muletazos, a la que le faltó reposo y apreturas. Gran estocada en los medios de la que salió rodado sin puntilla el animal.

Desproporcionado el doble trofeo a Escribano y la vuelta al ruedo al de Montalvo. Bastas las hechuras del quinto, espoleado Leo Valadez lo recibió con una larga cambiada de rodillas, resultó muy jaleado el quite por zapopinas.

El hidrocálido se lo hizo todo a favor del toro en la apertura de faena, empujándolo a embestir hacia adelante. Algo encimista en las tandas iniciales, le fue encontrado la distancia adecuada según avanzaba la faena, con un toro manejable pero sin final en el muletazo.

Le faltó estructura a su labor, entonada por momentos pero resultó deslavazada en otros. En las postrimerías buscó el efectismo echándose de rodillas Complicado en banderillas el que cerraba plaza, que esperaba con la cara entre las manos, llegó al último tercio embistiendo sobre las manos.

Diosleguarde le puso fibra, buena la colocación para intentar ligar los muletazos, a mitad de faena el de Montalvo echó definitivamente la persiana, a la defensiva. Esfuerzo muy meritorio para sacar partido de la desclasada embestida, soltando la carta. La espada viajó a los blandos.

Se han lidiado toros de Montalvo desiguales de presencia y de juego dispar, destacando el tercero con nobleza y recorrido por el derecho, el cuarto con mucha movilidad, premiado con la vuelta al ruedo.

Manuel Escribano, de azul pavo y oro, estocada baja (silencio); y estocada (dos orejas).

Leo Valadez, de grana y oro, cuatro pinchazos y dos descabellos (silencio tras aviso); y estocada casi entera caída, tras pinchazo (oreja tras aviso).

Manuel Diosleguarde, de verde hoja y oro, estocada tendida y cuatro descabellos (oreja); y bajonazo tras pinchazo (oreja tras aviso).

Se ha registrado algo más de media entrada, en tarde de agradable temperatura, en la que molestó el viento por momentos.

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