Un quiero y no puedo, la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui pide más familias para acoger a niños

Vacaciones en Paz es el nombre del programa liderado por el Ayuntamiento de Salamanca y la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Salamanca (Ampusasa). El nombre lo dice todo, pero después de su llegada el pasado 16 de julio y algo más de una semana después, sus caras también dicen muchas otras cosas. Lejos de los nervios y la incertidumbre de ese primer día, algunas de las niñas procedentes de los campamentos de Dajla, Aaiún, Bojador, Auserd y Smara, en la región suroeste de Argelia, han sido recibidos por el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, y Miryam Rodríguez, concejala de Igualdad y Familia. 

Como escenario la Torre de los Anaya, no han acudido todos los niños que estarán en Salamanca hasta el próximo 1 de septiembre (aproximadamente), porque el resto ya se encuentra de vacaciones conociendo otros puntos del panorama nacional. 

Ángeles Giménez, representante de la Asociación, señalaba que ha sido un verano especialmente "complicado" por la falta de familias. A pesar de todos los llamamientos realizados, la respuesta no ha sido la esperada dentro de la ciudad. 

"Sin las familias este programa no sería posible. Este año nos hubiera gustado traer a muchísimos más niños, pero ha sido imposible. Hemos luchado por conseguir más familias y esperemos que el año que viene haya más. Queremos hacer un llamamiento para que se animen a acoger a estos niños. Quisiera que estos niños dentro de unos años pudieran venir en libertad y no dentro de este programa. Es el objetivo de Vacaciones en Paz", ha señalado. 

EL CONTACTO CON LA ASOCIACIÓN 

El primer paso que se debe dar para ser familia de acogida es ponerse en contacto con la Asociación, la cual procederá a informar y realizar entrevistas a través de trabajadores de sociales. 

¿Hay requisitos? "El deseo de toda la familia de acoger a un niño o niña y que lo traten exactamente igual que si fuera de ellos. Hay que hacer una revisión médica, que seguramente sea la única que tengan en años; alimentarlos, vestirlos y que disfruten. Que salgan del infierno en el que viven y de los 52 ºC que tenían ayer.