Dice el jefe de Servicio de Dermatología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, Javier Cañueto, que por ser la radiación solar el agente ambiental más importante para el desarrollo de cáncer cutáneo, debemos evitar exponernos al sol con la intención de broncearnos o con fines estéticos y sobre todo insiste en evitar las quemaduras solares, especialmente en la infancia. Al año se diagnostican más de 1500 casos de cáncer de piel en el Hospital y su incidencia está aumentando. Además "es muy importante saber que la piel recordará en el futuro cómo la hemos tratado a lo largo de nuestra vida".

Como estrategias para poder cuidar la piel o evitar los efectos nocivos que puede tener la radiación ultravioleta, "fundamentalmente, tenemos dos maneras de hacerlo. Por un lado, "utilizar cremas fotoprotectoras y, por otro, utilizar ropa adecuada y de hecho, llevar cubierta la piel es lo más eficaz", asegura el doctor. "Son además las ropas sintéticas, oscuras y holgadas las que pueden ofrecer mayores índices de protección frente a la radiación solar".

En relación a lo primero, "es interesante fijarnos en el factor de protección solar. Conviene saber que es un indicador que alude a la capacidad de protegernos frente a la radiación ultravioleta B. Nos indica cuánto tiempo necesitaríamos para quemarnos una vez aplicada la crema, frente a lo que tardaríamos si no la utilizamos". Esto significa que la piel puede estar expuesta a los rayos UVB sin presentar quemadura 30 veces más tiempo que la misma piel sin protección solar con un fotoprotector FPS30. 

Este factor no es un valor absoluto, es simplemente un dato que permite orientar al usuario sobre el margen de tiempo adicional que puede estar expuesto al sol sin experimentar quemaduras.

Por otro lado, es importante fijarse en que proteja frente a radiación ultravioleta A, "que tiene una mayor longitud de onda y es responsable no tanto de las quemaduras solares como del envejecimiento, y también aumenta el riesgo de cáncer de piel".

¿Qué debemos tener en cuenta? "En el caso de que vayamos a estar expuestos al sol debemos repetir la aplicación de la crema de manera regular y, a pesar de que se nos indique en la etiqueta que tiene resistencia al agua, es necesario aplicarla de nuevo, no debemos confiarnos". 

 Cañueto dice que los salmantinos "consultan más frecuentemente en esta época cuestiones relacionadas con lesiones en la piel para descartar si se trata de cáncer". No obstante, "el cáncer de piel no surge sólo por haberse expuesto este verano, son procesos que se producen como consecuencia de la exposición solar durante años, con quemaduras en la infancia o adolescencia".

Señales de alarma

"En general, si tenemos una lesión pigmentada, que nos han dicho que es un lunar y que ha empezado a cambiar, puede ser un motivo de consulta. Muchas lesiones oscuras, que la gente van adquiriendo con la edad, no siempre son importantes, pero es mejor que alguien con experiencia pueda valorarlo".

Clásicamente se ha utilizado la regla del ABCDE. "La A hace referencia a la asimetría de la lesión, que el lunar no sea redondito o no se pueda dividir en dos partes similares por un eje imaginario; la B alude a los bordes de la lesión, que deberían ser regulares y en los que su irregularidad o la presencia de proyecciones debe hacernos consultar; la C apunta al color, que debería ser uniforme y la presencia de áreas con distinta coloración debería llamarnos la atención,  la D, considera un diámetro del lunar mayor de 6 mm para alertarnos. Finalmente,  la E alude a los cambios evolutivos que puede haber sufrido una lesión previamente estable y es muy relevante". Además, últimamente se añade la F, "por antecedentes familiares"

"La regla ABCDE es sobre todo útil para las lesiones pigmentadas, digamos para detectar melanomas. Además de eso, una herida que no cura puede esconder un cáncer de piel, y la presencia de lesiones rojizas que raspan en una piel que ha estado muy expuesta al sol a lo largo de la vida también deben consultarse".

Tipos de cáncer de piel

El carcinoma basocelular es tipo más frecuente de cáncer de piel y en general la forma de cáncer más frecuente con mucho. Al año se diagnostican en nuestro centro más de 1.000 casos, lo que supone de 25 a 30 casos cada semana). Le sigue en frecuencia el carcinoma escamoso cutáneo, con unos 400 casos al año (entre 5 y 10 por semana). A veces se hace referencia a estos dos tumores como cáncer cutáneo no melanoma, para diferenciarlo del melanoma, que sería el tumor con el que existe mayor concienciación social y con el que la sociedad está más familiarizada. Además el melanoma, es el tumor de esto que tiende a afectar a personas más jóvenes. Al año se diangoistican en nuestro centro unos 100 pacientes con nuevos melanomas, aproximadamente dos cada semana.