El partido de cuartos de final de un torneo como el Eurobasket es ese duelo que como decía la capitana de la selección Silvia Domínguez "hay que ganar como sea". La importancia es sobresaliente porque no solo da opción de luchar por las medallas y volver a estar entre las cuatro mejores selecciones de Europa de nuevo sino que además te da la llave de algo tan importante como el Preolímpico. Esa plaza la quieren todas las jugadoras porque tener la posibilidad de luchar por estar en unos Juegos Olímpicos es lo que se anhela cuando se es deportista y en esta selección española todas iniciaron el torneo pensando en ello.

La plaza preolímpica pasaba por doblegar a Alemania y después ya toca pensar qué opciones hay de luchar por algo tan importante como la final. España tenía claro que el de cuartos es el partido del campeonato y comenzó muy agresiva el partido. En defensa, pero también en ataque donde se asumían riesgos en el 1x1 para tres canastas cerca del aro con entradas desde el exterior que pusieron por delante a la de Miguel Méndez 6-0 antes del primer tiempo muerto alemán.

La importancia de comenzar sumando aprovechando muy bien las continuaciones pero también los problemas en los que se ponía a Alemania a la hora de atacar, llevando sus posesiones al límite en muchos casos hasta forzar el fallo. Gracias al control de rebote manejaba el partido el equipo nacional cuando llegaban las primeras rotaciones con 13-2 para España tras dos canastas de Laura Gil.

El combinado nacional tenía claro que Alemania tiene dos jugadoras claramente referencia y Gil se puso sobre Gulich para empezar mientras Torrens defendía a Fiebich, con ayuda de manos de compañeras, y ninguna de las dos entraba en un contacto cómodo con el balón en esos primeros minutos. Dos canastas en juego pudo anotar Alemania en el primer cuarto que se cerró con un +13 a favor de España tras el triple postrero de Fiebich.

Alemania lo intentaba con una zona porque en sus cortes España hacía daño pero Quevedo aparecía oportuna como tiradora. Importante los puntos de la madrileña en un partido en el que estaba destinada a sumar minutos ante la ausencia de Conde y la necesidad de dar descanso a Torrens. También notables los minutos de Ginzo que rotaba con las dos pívots titulares para mantener el nivel defensivo y poner su granito de arena con su eficiente tiro a un par de metros del aro.

Tenía que pedir su segundo tiempo muerto la seleccionador alemana porque la distancia abierta no mermaba mientras el descanso se acercaba. Mientras Alemania insistía con la zona, España había conseguido minar la moral de su rival desde la defensa, ahora con Queralt Casas como una lapa sobre Fiebich.

Un poco más de acierto en las últimas decisiones de algunos ataques, en las que se pecó quizás de generosidad, seguramente habría dejado el duelo casi decidido al receso porque a España se la veía muy cómoda en las dos zonas. Con las ideas muy claras sobre lo que hacer para controlar a Alemania y así se llegaba al descanso con 33-16. Significativo el marcador en contra.

El paso de los minutos, además del peso del marcador en contra, iban contra una Alemania más desgastada después de haber tenido que jugar los octavos. Por eso España sabía que era fundamental apretar en el inicio del tercer cuarto que se iniciaba con el mismo quinteto que arrancó el partido, muy fuerte atrás, y desde atrás España seguía su ruta hacia semifinales.

En 25 minutos solo 18 puntos en contra. Ese era todo el bagaje del equipo teutón, que cada vez cometía más errores mientras que España iba poco a poco aumentado su ventaja, que rondaba los 30 puntos a cuatro del final del cuarto, 49-20, encaminando a España hacia su gran objetivo. 

Controlar la situación en los últimos diez minutos, evitar cualquier mal golpe y mantener la dinámica positiva para llegar con ella ante Hungría eran los objetivos en ese cuarto definitivo. Gil siguió a lo suyo, ya metida en dobles figuras, Méndez repartió minutos en un duelo en el que además de reservar a Conde también se guardó a Silvia Domínguez y apenas utilizó a Ouviña porque ahora sí: España ha vuelto y va a por medalla.