Impulsada por la irrupción de la pandemia y su impacto en los hospitales y centros de Atención Primaria, la telepresencia comenzó a afianzarse en todas las comunidades autónomas a partir del año 2020, aumentando cada vez más su presencia en el Sistema Nacional de Salud.

Su potencial es enorme, ya que podría permitir aligerar las listas de espera y la sobrecarga de las consultas, simplificar la burocracia y optimizar recursos, evitando desplazamientos innecesarios tanto de pacientes como de profesionales. Sin embargo, desde el ámbito sanitario insisten en que esta modalidad "no puede sustituir a la atención presencial", sino complementarla, aplicando las nuevas tecnologías de una manera segura para el paciente y sin pérdida de calidad en la asistencia.

Con la idea de hacer más fácil la vida de todos aquellos enfermos que viven alejados de la ciudad, en el ámbito rural, la Consejería de Sanidad ha puesto en marcha un proyecto piloto de telepresencia que ya se aplica en el Hospital de Salamanca y con el que se ha atendido a una veintena de pacientes.

Lo explica a www.tribunasalamanca.com el jefe del Servicio de Medicina Interna, José Ángel Martín Oterino. 

"Es una modalidad asistencial dentro de la consulta externa y en este caso se está empezando a desarrollar en varias especialidades del Complejo hospitalario. Dentro de Medicina Interna está asociada al desarrollo de la Unidad de Continuidad Asistencial (UCA) que es la que está más específicamente encargada de la gestión y asistencia a pacientes con pluripatología crónica compleja y alejados de la capital, ancianos, con muchas enfermedades que en nuestra comunidad y en nuestra provincia hay muchísimo". 

Esa unidad tiene una "actividad compleja" que se encargan de dirigir la médico Leticia Moralejo Alonso y la enfermera Toñi Bautista. "Es un paso intermedio entre la atención presencial y la atención telefónica". La telepresencia "no se puede entender como una videollamada", aclaran, "es totalmente diferente".

Advierten que los modernos equipos provienen de la tecnología militar de submarinos: "el audio y las cámaras son de alta resolución y seguridad, los datos están encriptados".

La consulta con el internista se realiza con el paciente en su centro de salud acompañado por Atención Primaria o de su enfermera. Se propuso así para toda la Comunidad "por la dispersión de los centros de salud con el hospital de referencia y por la edad avanzada de los castellanos y leoneses". 

En Salamanca ya ha equipado los centros de salud de La Alberca, Cantalapiedra, Fuente de San Esteban, Fuenteguinaldo, Matilla de los Caños, Miranda del Castañar, Robleda, Villoria, Vitigudino, Aldeadávila de la Ribera, Ciudad Rodrigo, Ledesma, Linares de Riofrío, Pedrosillo el Ralo, Peñaranda, Santa Marta, Tamames y Pizarrales.

Lo primero que se hace es valorar al paciente cuando su médico de Atención Primaria "nos advierte que se ha desestabilizado de alguna de las patologías que padece, por ejemplo, una insuficiencia cardiaca, los vemos en 24-48 horas". Realizada la primera consulta presencial con el médico internista y establecida la relación médico-paciente, es el médico el que decide si las características del paciente y su patología hacen que se puedan realizar las siguientes consultas por telepresencia, "puesto que no hay el factor de lejanía con respecto al  hospital". Si es así, el internista pedirá consentimiento informado al paciente.

Leticia Moralejo reconoce que "en cada hospital nos han dejado adaptar el modelo de telepresencia a las características de la provincia". Se han establecido unos equipos de trabajo (Atención Primaria, Medicina Interna, dirección del Hospital y Enfermería) y además, cuentan con un Hospital de Día que "nos permite poner tratamientos intravenosos, extracción de analíticas, transfusiones... es manejar al paciente descompensado de su patología".

Pero todas estas consultas tienen que estar coordinadas y para ello está la enfermera Toñi Bautista, es quien "coordina que el mismo día y a la misma hora esté el internista y la enfermera en la consulta hospitalaria, valorando a su paciente que está en la consulta de su centro de salud con su médico de AP o su enfermera". Su experiencia es muy positiva, "a los pacientes les da tranquilidad puesto que ya conocen al médico internista que ahora le va a ver desde el Hospital estando él en su centro de salud". 

La telepresencia supera el concepto de videollamada por cuanto se constituye en un modelo comunicacional que, en el ámbito sanitario, va mucho más allá que una mera interconexión de los participantes: facilita una interacción en tiempo real, con impresión de presencialidad, permite realizar una atención sanitaria simultanea entre varios profesionales que participan en el proceso asistencial del paciente.

Todo ello, además de favorecer y optimizar la comunicación, permite crear alianzas entre profesionales de distinto ámbito asistencial, la opción de compartir información exploratoria y diagnóstica relevante entre los profesionales sanitarios presentes en la atención al usuario. En conclusión: es una atención sanitaria compartida, centrada en las necesidades del paciente sin que este se desplace.