Alma. Algo que tiene Perfumerías Avenida es que es mucho más que un club, que un equipo o que un sentimiento. Es algo que trasciende pista a grada, que se mete en la piel de las jugadoras que visten el uniforme azul y que en citas como una final convierten a Würzburg en un lugar mágico. En el pabellón salmantino se vivió otra gran noche de baloncesto aunque esta vez no con final feliz porque Avenida, que ya iba muy justo, lo intentó pero llegó un punto en el que la gasolina se le acabó. Iba justo de recursos y de los que tiene hay varias jugadoras que llegaban literalmente con el gancho y eso resultó definitivo. 

Eso que llamamos alma se demuestra en algo que se ha visto esta temporada y es que la que entiende qué es Perfumerías Avenida deja todo en la defensa de la camiseta hasta sacar al equipo de los peores atolladeros. Este Perfumerías Avenida tuvo que 'rascar' esta campaña hasta encontrar su esencia pero cuando la encontró se reenganchó con su afición y el ambiente vivido en Würzburg en el segundo partido de la final fue una muestra. En el pabellón salmantino no se batirán récords de afluencia porque es imposible por su capacidad pero dificilmente se podrá igualar la pasión con respeto que se vive en él.

Una muestra del compromiso del que hablamos es, por poner un ejemplo, Bridget Carleton. Al margen de que la canadiense haya estado hasta el final en Avenida y eso suponga que deba pagar una compensación por no estar ya en los training camp de la WNBA -lo tenía negociado así desde que firmó con el equipo salmantino-, Carleton se ha dejado la vida la última semana para poder estar con sus compañeras en la final. Fue imposible en el primer partido porque apenas se podía mover tras el pinzamiento que sufrió frente a Barcelona CBS pero junto a médicos y fisios el trabajo ha sido denonado para estar en Würzburg y desde que se probó en el calentamiento dejó claro que de esta cita nada la iba a apear. Apareció de inicio y suya fue la primera canasta de Avenida que cogió el mando, 9-4, tras un triple de Vilaró, otro ejemplo de compromiso incuestionable patente en una final en la que su labor al rebote y en defensa han sido de gran valor.

El equipo salmantino entró en el partido con el motor a máxima revolución y las acciones de la canadiense, que en defensa robaba un balón, Vilaró o Fasoula ponían en pie a la grada cuando venía el 13-6 en el luminoso tras el que Burgos pedía tiempo muerto.

Buscaba juego entre pívots Valencia, que encontraba el acierto de Gulich en ataque aunque respondía bien Avenida con un arma similar en acciones entre Fasoula y Prince. Muy metidas todas las azulonas en el partido, corriendo y moviendo rápido el balón pero evitando pérdidas también atrás había esa disciplina defensiva que cuando aflora convierte a las de Pepe Vázquez en una especie de araña que teje una tela imprenetable. Leo Rodríguez ponía +8 con una diferencia que se iba hasta la decena para cerrar el primer cuarto, 26-16.

Un marcador alto que había que ver hasta cuando podía sostener el equipo azulón, sin apenas fallo en un primer cuarto de los que enamoran a su afición pero con la previsión de que Valencia endureciera su defensa hasta donde le dejaran. Puso el listón alto el conjunto ché con Gulich forzando sobre Reisingerova sin recibir falta y lograba un parcial de 0-4 que provocaba el tiempo muerto de Vázquez aunque no varió la situación porque tras un triple de Ouviña, Gulich lograba sacar de punto a Reisingerova que se iba al banquillo tras una falta en ataque. Prince rompía el parcial con un triple para el 31-25 y después volvía a conectar con Fasoula que controlaba su aro para evitar segundas opciones y devolvía el +10 para las azulonas.

Apostaba Burgos por cuatro pequeñas con Carrera por dentro pero tenía que pedir tiempo muerto porque Avenida buscaba rápido la ventaja interior y primero anotaba y después sacaba una falta bajo aro y así cualquier parcial en contra conseguían darle respuesta. Dos bases a pista de Avenida, que movía con inteligencia el balón para acabar con lanzamiento triple y acierto de Prince. Valencia estaba haciendo daño con las penetraciones que bien defendidas por línea de fondo acababan con pase abierto a Carrera y de la gallega eran los dos puntos que dejaban a su equipo siete abajo a 26 segundos para el descanso al que se llegaba con canastón de Silvia Domínguez sobre la bocina, 44-35.

Silvia Domínguez sacó su fusil en el inicio del tercer cuarto. Una canasta en penetración ante las pívots de Valencia y un triple para el 51-37, aunque aguantaba bien Valencia ese primer tirón con un parcial a su favor aprovechando mejor la sucesión de errores en ambos aros con un triple de Ouviña y la aparición de Alba Torrens liberada de la presencia de Carleton tras recibir la canadiense su cuarta falta. Más allá de la tensión lógica en un mommento así, cansacio evidente en muchas jugadoras que se notaba en tiros errados y decisiones. Torrens, de las más frescas con apenas once minutos jugados, robaba un balón para poner el 55-50 y provocar el tiempo muerto de Vázquez a casi cuatro del final del cuarto. 

Faltaba gasolina y se notó en el tramo final de ese tercer parcial en el que ni los tiros libres favorecieron al equipo azulón que veía como Valencia se echaba encima antes de afrontar ambos la recta de los diez últimos minutos, 59-57.

Queralt Casas anotaba desde el triple para poner a su equipo por delante y a Avenida le devolvía el aro sus tiros en el momento más delicado del partido porque Valencia se liberaba al verse por delante y forzaba más aun en defensa porque todo lo veía más de cara. Taponaba Gulich a Cazorla -llevandosela por delante eso sí pero durante todo el partido se libró de sanción en una acción que repitió constantemente-, cualquier balón 'dividido' acababa en sus manos y Buenavida llevaba el 61-66 al luminoso tras un triple. 

Carleton demostraba de lo vital que es su presencia y aparecía para anotar desde 6,75 y poner el 64-66 a 5'53" para el final aunque todas buscaban el contacto con ella y la quinta la llevaba de manera definitiva al banco. Se le iba apagando la luz a Avenida que encajaba un 2+1 de Carrera que, junto a Cox o Gulich, cerraba las opciones cerca del aro. 

Anotaba Cox desde 6,75 para el +10 de Valencia, respondía Cazorla intentando resistir pero era ya un imposible y quedó felicitar al campeón.