Cientos de ganaderos de toda la provincia charra han dado inicio este miércoles, 4 de mayo, una manifestación a bordo de más de 1.000 vehículos y 25 tractores. Los trabajadores del Sector Primario han colapasado las calles más céntricas de Salamanca para protestar por las campañas de saneamiento, la nueva norma sobre lengua azul y las modificaciones en el control de tuberculosis que "dificultan y encarecen el movimiento de animales". 

La Plataforma de Ganaderos Unidos ha organizado esta manifestación al no haber recibido respuesta alguna ni del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, ni del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, después de las protestas del pasado 13 de abril. 

El presidente de Asaja Salamanca, Juan Luis Delgado, ha dicho que "un despliegue tan complicado como es el del sector ganadero, que tienen que echar de comer a sus animales todos los días, tiene una motivación clara", refiriéndose a las pruebas impuestas "que llevan muchos años y no dan el fruto que deberían dar". 

Según sus datos, a nivel nacional, para conseguir la "erradicación con los programas que estamos llevando a cabo y con la misma reducción que estamos consiguiendo hoy, tardaríamos 184 años en declarar el estado español como indemne en la tuberculósis". 

Delgado, deja claro que esto "justifica el cabreo. Las pruebas no nos van a ayudar a salir de esta presión que tenemos en cuestiones sanitarias". Por ello, piden, una vez más a la Junta de Castilla y León "que actúe de la manera que sea oportuna parta reducir la presión a las ganaderías".

Una vez finalizada la protesta, ante la Subdelegación del Gobierno, han hecho entrega de un escrito a la subdelegada del Gobierno, Encarnación Sánchez para que el ministro Luis Planas "tome una decisión": "Queremos mostrar nuestro malestar más absoluto ante la situación que está viviendo las ganaderías de extensivo en la provincia salmantina".

Durante varias décadas, según indican desarrollan unos programas sanitarios "muy estrictos y rigurosos, impuestos por la propia Unión Europea y articulados por el Ministerio de Agricultura en los Programas de Erradicación de la Tuberculosis Bovina, planes que son actualizados anualmente, tanto en protocolo como en datos de progresión de la enfermedad".

El propio plan nacional se adapta a la incidencia de las comunidades autónomas y, en consecuencia, se aplican unas medias u otras en función de una serie de criterios que deben ser iguales para el mismo fin, pero la realidad es que están adaptados en función de intereses ajenos al estrictamente sanitario, prosiguen. 

"El avance en varias regiones del territorio nacional ha sido muy favorable, igual que está siendo en algunas provincias de Castilla y León. Desgraciadamente, no es el caso de Salamanca, provincia que ha realizado todas las actuaciones idénticamente como lo hiciesen en el resto de los territorios que, en la actualidad, tienen una situación muy favorable".

"El retroceso experimentado en la mayoría de las comarcas ganaderas de la provincia salmantina está generando un desconcierto a la vez que incredulidad de todo el programa de erradicación de la enfermedad. Por parte de la propia Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León no se ofrece al ganadero una explicación al respecto de esta creciente 'positividad' en las explotaciones, máxime cuando las medidas de bioseguridad se han incrementado, las explotaciones se han dimensionado y se han sacrificado infinidad de animales, conscientes en la mayoría de los casos, de que eran animales sanos".

Así mismo, las organizaciones y asociaciones ganaderas de la provincia al igual que de cooperativas del sector, incluso ganaderos representantes de otros colectivos, "llevamos tiempo intentando colaborar con la propia administración autonómica, con propuestas que facilitasen el trabajo de las ganaderías y que avancen, también, en la mejora sanitaria de la cabaña ganadera".

"Desgraciadamente, en el momento actual nos encontramos con el total fracaso en los dos objetivos, no sólo no se está facilitando el trabajo y funcionamiento de las explotaciones, sino que cada día se complica más burocráticamente, se exigen más requisitos en las solicitudes, guías de movimiento, protocolos, certificados, registros, etcétera".

"Tampoco se ha conseguido mejorar el estatus sanitario y el trabajo de campo, cada vez hay más restricciones de movimiento, más pruebas diagnósticas, peores equipos veterinarios, penosa organización de campañas, incluso existe una desinformación total al ganadero".

Son muchas las ocasiones en las que los representantes del sector han sugerido cambios en los protocolos de las campañas de saneamiento y en la mayoría de las ocasiones no encuentran la flexibilización que piden, "se nos dice que se escapa de las competencias de la propia comunidad autónoma" y alegan a que "es el plan nacional el que no permite reducir la presión en las ganaderías".

Creen, por tanto, de vital importancia que el propio ministerio "actualice y corrija los protocolos que rigen el Plan Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina, ya que tenemos la absoluta certeza que la progresión de la propia enfermedad se da en las regiones con más implantación de bovinos en régimen de extensivo y en especial en zonas de dehesa".

"Buena prueba del absoluto fracaso es que, si tenemos en cuenta la progresión de la prevalencia en todo el territorio nacional, y siguiendo con los mismos protocolos, serían necesarios más de 180 años para declarar todo el territorio nacional como libre de tuberculosis. Por todo lo anterior, rogamos a la subdelegada del Gobierno en Salamanca, que agilice una reunión con el máximo responsable en materia Luis Planas y Fernando Miranda", concluyen.