Decía Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura, que "la biblioteca es la más democrática de las instituciones, porque nadie en absoluto puede decirnos qué leer, cuándo y cómo". Cada 23 de abril se celebra el Día del Libro, una fecha para despertar la curiosidad por la lectura y para recordar la importancia de contar con bibliotecas para garantizar el acceso gratuito a la cultura y a los libros.

Las bibliotecas, pequeñas y grandes, son mucho más que libros. Son espacios vivos, y especialmente en el medio rural, son un servicio social y cultural básico, un espacio de reunión. Generar una dinámica cultural en los pequeños municipios es importante, y de ahí el papel que juegan las bibliotecas. Contrariamente a lo que se pueda pensar, las bibliotecas en los pueblos no son un privilegio ni una excepción, son un servicio público de proximidad y gratuito que garantiza el acceso a la cultura.

Participantes en una de las actividades de la Biblioteca de Ledesma. 

El próximo año la Biblioteca Municipal de Ledesma cumplirá 60 años, contando con más de un millar de socios registrados, más de 18.000 volúmenes y formando parte de la Red de Bibliotecas de Castilla y León. En 2021 y 2022 ha sido reconocida con el Premio María Moliner de fomento de la lectura, convocado por el Ministerio de Cultura y Deportes.

"En un pueblo es necesaria la presencia de un lugar en el que haya libros, prensa, películas, conexión a internet, donde se pueda hablar de cualquier tema, hacer actividades de tipo individual o en común, donde se organicen espectáculos, cursos, charlas, talleres de formación, donde sepas que vas a encontrar a alguien dispuesto a echarte una mano para solucionar algún tema de la vida cotidiana, un lugar en el que se pueda leer o estudiar o se puedan hacer exposiciones de lo más variopinto", explica desde la Biblioteca de Ledesma Esteban Javier Martín Cuadrado, coordinador de Actividades Culturales del Ayuntamiento de Ledesma.

La Biblioteca de Ledesma pretende ser eso y mucho más. "Apostamos por reunir todo tipo de publicaciones, tanto en papel como en otros medios físicos o digitales, que traten sobre temas ledesminos, hayan sido escritos por gentes de Ledesma o tengan algo que ver con lo nuestro", a lo que añade que "estamos comprometidos con la gente de Ledesma e intentamos descubrir gustos, colecciones, entretenimientos particulares y buscar otras personas a las que les puedan interesar". Asimismo, "trabajamos con los centros escolares infantil, primaria y ESO intentando promocionar el gusto por la lectura, pero también con las residencias de mayores buscando esa relación intergeneracional tan necesaria en el mundo rural, para que lo intangible no se pierda".

Actividades con los centros escolares. (Foto: BiblioLedesma)

También reconoce que "a veces es complicado borrar de las generaciones precedentes aquélla antigua idea de biblioteca que era un lugar 'sacrosanto', oscuro, lleno de polvo y libros viejos, lugar de estudio en el que había que estar en silencio y donde los chavales iban a hacerle la puñeta al personal encargado. Afortunadamente de eso queda poco en las bibliotecas actuales, y en la nuestra nada".

A unos kilómetros de la villa ledesmina, en Almenara de Tormes, municipio de algo más de 250 habitantes, encontramos una de las bibliotecas más pequeñas de la comarca, pero también una de las más originales por su forma de ponerse en marcha. Un espacio rodeado de estanterías llenas de libros tan acogedor como dinámico.

Pequeña en apariencia, porque este espacio tiene su propia historia. Ubicada en la que fuera la antigua casa del médico, hasta hace dos años el municipio carecía de biblioteca. Su lema es 'Siembra libros, cosecha cultura', un juego de palabras para poner en valor el fomento de la cultura en el medio rural.

Sala infantil de la Biblioteca de Almenara de Tormes. 

"Un proyecto cultural puesto en marcha con mucha ilusión y con el objetivo prioritario, más allá del préstamo de libros, de generar un espacio de encuentro intergeneracional, de fomentar la participación vecinal y de poner en marcha actividades culturales y lúdicas en el municipio", explican desde la Biblioteca, que además este mes de abril cumple dos años de andadura. "Ha sido gracias a la generosidad de los vecinos, con sus donaciones y con su participación en las actividades llevadas a cabo, y al trabajo de los voluntarios lo que ha permitido ponerla en marcha y mantenerla activa desde su apertura", añaden. Así, entre otros ejemplos, la decoración del exterior de la biblioteca ha sido realizada por los propios vecinos, y también la plantación de flores que se realiza cada primavera o el Huerto de los Niños.

La buena acogida del proyecto se refleja en las numerosas donaciones tanto de los vecinos como de otras bibliotecas de la provincia y de Salamanca capital (Ledesma, Juzbado, Villamayor, Santa Marta, Biblioteca Municipal Torrente Ballester y Biblioteca Municipal de La Vega en Salamanca...), lo que permite contar actualmente con un fondo de más de 2.000 libros. Y, por supuesto, también hay un espacio para la Biblioteca de la Tradición, una iniciativa puesta en marcha por la Diputación de Salamanca a través del Instituto de las Identidades (IDES) con el objetivo de divulgar el conocimiento y despertar la sensibilidad hacia el patrimonio cultural inmaterial de una provincia excepcionalmente rica en esta materia, y que se manifiesta de manera particular en sus tradiciones populares.

La Biblioteca de Almenara desarrolla una intensa actividad con propuestas para fomentar la cultura, la curiosidad por la lectura y, sobre todo, la participación vecinal. Más de 40 actividades en dos años de andadura, incluyendo talleres, presentaciones de libros, veladas literarias, gincana de verano, la celebración de fechas como Halloween o el Día del Libro, entre otras muchas. "Nos gusta insistir en el poder transformador de la lectura y en que el libro se convierta en un espacio de diálogo, de cultura y convivencia", apuntan.