La Policía Nacional detuvo a un varón por ocasionar diversos daños materiales en un gimnasio de Salamanca del que era cliente. Los hechos ocurrieron en la tarde del viernes, cuando un socorrista observó al hombre romper de forma intencionada el pulsador de un grifo de una de las piscinas y comunicó los hechos a la recepción del establecimiento.

El hombre, que acudía habitualmente al centro, ya había tenido comportamientos agresivos en ocasiones anteriores, según los testimonio de los empleados. En esta ocasión, cuando iba a abandonar el gimnasio, fue interceptado en la recepción para hacerle entrega de una carta en la que la dirección le comunicaba la expulsión del gimnasio.  

Al leer la carta, el varón se dirigió "agresivamente" hacia las trabajadoras que se encontraban en la recepción y, "de forma sorpresiva", cogió una tableta electrónica del mostrador y la tiró al suelo. A continuación, cogió uno de los monitores y se lo lanzó a una de las empleadas, aunque, al estar enganchado con el cable, impactó contra otro monitor y los dos cayeron al suelo. Por eso no alcanzaron a las empleadas. Tras eso, se marchó.

Una vez llegaron al gimnasio, los agentes de la Policía Nacional tomaron declaración a la encargada, quien valoró entre 500 y 700 euros los daños ocasionados en la tableta electrónica, pero no supo precisar los correspondientes al pulsador del grifo y los dos monitores. Facilitó, eso sí, las características físicas del autor de los daños y comentó que se había marchado en una bicicleta.

Los agentes localizaron al presunto autor de los daños en la calle Alfonso VI y preconocieron a su identificación. De inmediato fue detenido y trasladado a dependencias policiales antes de pasar a disposición judicial.