La de Perfumerías Avenida es la afición que ha 'enseñado' a las demás cómo se está con su equipo, en las buenas y en las malas, con la corriente a favor y en los momentos más delicados. En un pabellón de apabullante presencia roja, el azul ganó presencia gracias a ellos dando ejemplo de apoyo de principio a fin.

Situados detrás del banquillo del equipo, como todo el torneo, desde el calentamiento estuvieron ahí con todas y cada una de las jugadoras que recibieron apoyo personalizado. En la grada multitud de pancartas, banderas, mensajes para Fasoula, canciones para Vilaró, familias, todos a una dejándose oir cuando anotaba Avenida pero también cuando lo hacian las locales para que las suyas supieran que ahí están.

Hasta en las presentaciones se llevaron el gato al agua y eso que se hizo comenzar el inicio de las mismas con una actuación al violín, atractiva pero demasiado larga para lo que se venía después. 

Ejemplo dieron hasta en uno de los momentos clave del encuentro, la expulsión de Vega Gimeno, que abandonaba el partido entre lágrimas tras una técnica que después de una antideportiva la mandaban fuera, y se fue también entre aplausos de la grada azulona que después siguió animando cuando empezaron a ver cómo se torcía la situación.

En ocasiones 'cariacontecidos' como las propias jugadoras ante las decisiones, pero siempre tratando de animar como hicieron al final estando ahí de apoyo para un plantel roto y visiblemente contrariado. Entre lágrimas alguno, como le pasaba a Cazorla, pero aguantando el tirón hasta le entrega del trofeo. Ni uno se movió hasta ver a sus jugadoras marcharse al vestuario y con un grito unánime: "El miércoles estaremos ahí".