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Vilaró, toma la palabra una gregaria que es un lujo: "Podemos hacer una gran Copa siempre que demos el cien por cien todas"

Por carácter, trabajo, instinto y fe convertida en referencia en Perfumerías Avenida repasa su trayectoria, de donde procede el equipo y lo que está por venir

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Vilaró, toma la palabra una gregaria que es un lujo: "Podemos hacer una gran Copa siempre que demos el cien por cien todas"
Andrea Vilaró (Foto: Arai Santana)
Teresa Sánchez
Teresa Sánchez
Lectura estimada: 11 min.
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Cuando hablamos de baloncesto, y eso pasa también en otros deportes, existen jugadoras que normalmente no son las primeras en acaparar los titulares y, sobre la pizarra, tampoco suelen estar destinadas a jugarse la última bola pero tienen algo que les acaba convirtiendo en vitales. Si hacemos un paralelismo con el ciclismo podríamos equipararlas a esa figura del gregario que cuando hace falta marca el ritmo para sus líderes, que si es necesario le presta su bicicleta o su bidón de agua y que dentro de un vestuario es como si fuera padres, madres y hermanas. Se emocionan con los éxitos, aunque sean otros los que levantan los brazos pero si se la tienen que jugar, también tienen ese arrojo.

Ese tipo de jugadora nunca será una especie en peligro de extinción porque es la que permite que sigamos hablando de equipo y cuando entramos en el vestuario de Perfumerías Avenida el gran ejemplo es Andrea Vilaró. Protagonista de una de las imágenes de la temporada en el baloncesto europeo gracias a la canasta que logró ante USK Praha, ejemplo de instinto, concentración y fe, esta 'gregaria' demuestra de qué pasta está hecha cuando reconoce que le alegró protagonizar esa acción pero de ese partido se queda con la satisfacción de haber demostrado que su equipo había vuelto, que Perfumerías Avenida está ahí.

En la antesala de la Copa de la Reina, y solo unas horas después de haber perdido un encuentro frente a Estudiantes, Vilaró se sienta en Tribuna de Salamanca a reflexionar sobre su papel en Avenida, su trayectoria, la temporada, lo que viene y de lo que es evidente que la apasiona: Baloncesto.

¿Cómo está Andrea Vilaró?

Bien, la verdad que no me quejo. Está siendo un año a nivel físico y mental bueno así que estoy bien. Sobre todo estoy tranquila.

¿Cómo es tu relación actual con el baloncesto?

Al alza. Hay veces que el matrimonio parece que se va a hundir pero ultimamente nos entedemos.

Lo transmites y se está viendo sobre la pista. Es evidente que es tu temporada más regular en Avenida o en la que transmites más confianza.

Siempre me he caracterizado por ser una jugadora de ir de menos a más, los cambios me cuestan un poco así que desde que llegué a como me siento ahora hay una evolución muy positiva. Pienso que es la temporada más estable, de un nivel que dices "voy bien". Es verdad que en otras temporadas pude tener picos muy buenos y otros peores pero este año estoy más regular y eso me ayuda a mí también a nivel de confianza, evidentemente.

Claro ejemplo de yo al servicio del equipo, según las necesidades te ha tocado actuar como comodín, de escolta a base. ¿Asumes con naturalidad eso de cambiar de rol o cuesta?

Cambiar de rol es difícil en todos los sentidos porque te tienes que estar adaptando constantemente y eso no es fácil porque a veces crea incertidumbre, más que nada mental. Me refiero que puedes pensar en qué momento estoy, dónde estoy, qué necesitan de mí; la dualidad de qué es lo que necesitan y qué es lo que yo quiero no siempre va de la mano. No sé si este año tengo un rol más protagonista pero me siento mejor. Sobre todo desde que llegó Pepe sí es verdad que tengo un pelín más de libertad y en eso me siento más cómoda. Al final pienso que en un equipo de 11 o 12 jugadoras siempre necesitamos ese perfil de ser capaz de adaptarse a diferentes posiciones.

Por curiosidad, ¿cómo es eso de tener 12 jugadoras en plantilla?

No es fácil. Entiendo que para el entrenador en muchas ocasiones es una ventaja pero también puede ser un inconveniente porque al final quieres hacer jugar a las 12 y no siempre hay minutos. Eso también nos pasa a nosotras: muchas veces cuando somos pocas, que puede pasar lesiones, parece que te falta gente. Sin embargo cuando somos doce es como que piensas ya no tengo tantos minutos. Sabemos que para el beneficio del equipo es bueno tener las máximas disponibles y para la jugadora sabes que hay más rivalidad y, por lo tanto, normalmente hay más rendimiento.

 

Andrea Vilaró en un entrenamiento 

 

Desde que estás en Avenida, ¿me equivoco al decir que en algo en lo que has crecido es en fortaleza mental pase lo que pase en pista?

Sí que lo veo porque al final una de las cosas buenas, o malas, que tenía Roberto es que te exprimía mucho mentalmente. Cuando tú pensabas que ya habías dado todo, siempre le daba una vuelta y quería más. También el rol que tenía era de que a veces jugaba, a veces no y entonces llega esa resiliencia mental de saber que hoy no toca y a lo mejor mañana toca veinte y tengo que rendir. Sí es verdad que todos estos cambios y procesos que he ido pasando en estas cuatro temporadas hacen que mentalmente crezca. A lo mejor ahora soy más consistente a la hora de mantener el foco los minutos que estoy en pista.

¿Y esa parte de tu juego a la que todavía hay que darle una vuelta?

A nivel defensivo este año estoy dando consistencia defensiva al equipo y al final esto no es balonmano que te sacan para defender y te quitan para atacar o viceversa. A lo mejor ser un pelín más consistente en ataque en el sentido de intentar siempre buscar alguna opción. El problema es que algunas veces no busco de más. Me explico: siempre he creído que el juego te trae las cosas y entonces sí que ser un poco más espabilada en el sentido de buscarme más las castañas sobre todo porque a veces el partido te lleva a esas situaciones. Sí es verdad que buscarme yo dentro del sistema me podría permitir dar un poquito más al equipo y sería beneficioso para mí también.

De todas formas tener estas sensaciones positivas en general en una temporada que ha tenido fases tan complicados en el equipo, y también en loindividual, debe reforzar. 

Por haberlo pasado mal los primeros años, que en ese caso era algo mío porque el equipo si ganaba, se aprende. Yo veía mis altos y bajos y era consciente. Ahora lo que estaba más fastidiado era el entorno y no yo en lo personal. Aprender de aquello es lo que me ha dado la posibilidad de ver lo de esta temporada de forma distinta. Pensaba, estoy haciendo mi trabajo, lo hago lo mejor posible y voy a hacer lo que esté en mi mano para ayudar a todo mi entorno, pero sin permitir que me perjudicara.

Y eso que hubo momentos que sí te pudieron desestabilizar, desde el cambio de entrenador a algunas otras situaciones de juego que se sacaron de contexto.

A veces esas cosas te pasan, a veces las buscas, a veces no. Intento no entrar en polémicas y sí es verdad que seguro que en una patiné más de la cuenta pero he intentado abstraerme mucho del ruido de alrededor incluso la semana que se fue Roberto. También intenté abstraerme bastante porque cuando estás caliente no puedes pensar bien e intenté no sacar conclusiones, estar al margen y eso me ha beneficiado personalmente. Estoy bien, no vamos a tocar mucho de alrededor y lo que tenga que ser, será que también he entendido que en el 'negocio' en el que vivimos eso pasa.

Después de aquel cambio de técnico, en sala de prensa pediste paciencia para ver al Avenida que todos conocemos. ¿Lo dijiste convencida, para autoconvencerte, para enviar un mensaje a tus compañeras?

Aquí siempre se ha ganado y cuando no ganas hay dudas, es inevitable. Para mí era una manera de transmitir a la gente, al presi, a todos, que estuvieran tranquilos porque hasta ahora no habíamos tenido tranquilidad. Cada semana era una historia, un marrón, luchar contra algo y cuando tú te dedicas a apagar fuegos no puedes plantar. Tenía la sensación de que con la llegada de Pepe estábamos plantando pero había que esperar frutos y había que apagar un poco el nervio de la afición. Ese 'uy' en Würzburg cuando no va un tiro se nota mucho y era una manera de hacerles entender que íbamos bien porque las que llevábamos más tiempo era lo que notábamos y por eso el equipo nunca se rompió. Pese a todo lo que pasó siempre estuvimos unidas y cuando notas que eso está pasando sabes que va a florecer algo y por eso era una manera de tranquilizar a la gente.

Consecuencia de esa madurez en tu juego de la que en definitiva estamos hablando llegó la nueva llamada de la selección. Vaya tela con el exterior que hay en España.

Está muy complicado y mira si no lo esperaba que tenía los billetes a casa cuando me llamó Miguel así que muy contenta. No sé si es premio a la regularidad o a lo mejor es que ese trabajo en la sombra alguien lo ve y piensa que en su proyecto puedo serle útil. Fue una motivación, un chute de energía. Sé que es muy complicado entrar pero me quedé muy contenta y orgullosa de mi trabajo esa semana. Lo único que dependía de mí era trabajar lo mejor posible.

LA CANASTA

¿Cuándo viste que el balón entraba sobre el tablero iluminado en el partido ante USK Praha, no pensaste aquello de Míchel de 'me lo merezco'?

Por una parte cualquier jugadora se siente orgullosa y contenta de meter la canasta de la victoria y estaba súper feliz ese día pero lo estaba sobre todo más por muchas otras cosas que habían sucedido durante el partido. Se veía que el cambio de chip mental era para decir "Avenida ha vuelto" cuando todo el mundo nos daba por muertas. El hecho de ganar también era un mensaje de decir que estamos aquí y no es que pensase 'me lo merezco', porque no soy así, pero sí que cuando llevas muchos años aquí y ves que han pasado muchas jugadoras y sigues dando el callo sí que dices: "qué bien que me haya tocado vivir esto". Pero vamos si le hubiera tocado a Maite, a Leo, a Silvia... hubiera corrido igual porque soy expresiva para lo bueno y lo malo.

 

Celebración tras la canasta de la victoria ante Praha (Foto: Arai Santana)

 

Una lástima que se quedó a poco una nueva 'Final Four'. ¿Queda esa espina?

Me quedó con el éxito que ha sido la trayectoria tres años seguidos. A todo el mundo le gustaría llegar a la Final Four y competir pero también hay que recordar que es un exitazo llegar a la Final Four, competir contra Eka todopoderoso y porque se rompe el tobillo Maite que si no...  y el año pasado tenemos veinte minutos nefastos y ya. Este año te queda la sensación y el sentimiento de orgullo. Nunca hubiese pensado en llegar a una Final Four teniendo en cuenta los años que hacía que no se alcanzaba así que como para llegar ahora y poner un 'pero' o quedarnos con qué no hemos podido este año cuando en realidad nos hemos quedado a tres triples. El equipo se lo toma como un éxito y la afición creo que también.

Por cierto, ¿cómo es tu relación con la afición?

Aquí el baloncesto se vive de una manera muy especial, son muy pasionales y yo también lo soy. Es como que todos nadamos en la misma dirección. La relación desde siempre ha sido muy buena, desde el primer año que jugaba muy poco ha ido evolucionando y cambiando pero siempre que me han parado por la calle ha sido para agradecerme o animarme. No puedo quejar de como me tratan a mí y como tratan al equipo.

LA COPA

Próxima parada, la Copa de la Reina. ¿En qué momento llegais?

Con Pablo, tras el partido ante Estudiantes, hablaba de que esto era como Argentina en el Mundial que mira como empezó con Arabia. Para que la gente entienda, a veces las derrotas permiten hacer más autocrítica que la que a lo mejor estábamos haciendo, que no creo que sea el caso porque de autocrítica vamos sobradas. Creo que nos puede favorecer a la hora de afrontar la Copa porque es el aviso de que cuando tú no das el cien por cien en esta Liga todo el mundo te gana sea Barça, IDK, Estudiantes o quien sea. Eso permite centrarnos en entrenar bien y llegar a la Copa sabiendo la que nos espera. Por un lado que no estamos en Würzburg, el rival es el Barça que en su casa nos puso problemas y aquí compitieron muy bien y creo que las derrotas normalmente sirven para cosas positivas. Del tema del partido contra Estudiantes que también te digo que es difícil cuando vienes de un subidón emocional como el que genera Europa. Contra el Leganés, que veníamos de la eliminatoria frente a Girona, también nos pasó y el cuerpo tiene que volver al estado natural. A lo mejor fue por un exceso de confianza por dos partidos muy buenos, algo de cansancio pero tampoco son excusas.

¿Qué Perfumerías Avenida tenemos que ver para tener opciones de ganar el título?

Pienso que el equipo puede hacer cosas. Podemos hacer una gran Copa siempre y cuando demos el cien por cien cada una. En el momento en que alguien falle habrá más problemas porque en comparación a otros años donde a lo mejor teníamos a Tiffany, a Copper, a Katie Lou... este año la fuerza del equipo es el grupo porque al final los partidos que ganamos a Girona, a Sopron, a Praha ves los marcadores y que todas hemos metido. Llegó tranquila pero con el ojo atento a que tenemos que dar el cien por cien. Digo esto para nosotras pero también valdría para todos los cabezas de serie.

 

'Focus', la palabra que Vilaró y sus compañeras repiten más

 

Eso dice todo el mundo, que no hay favorito claro, aunque por echar la presión encima también que por haber ganado las dos últimas sois el rival batir. 

Creo que no. Hemos tenido un año irregular y no nos daría el cartel de favoritos. Creo que Valencia Basket a lo mejor está un pasito por encima y Zaragoza al final juega en casa que puede ser muy bueno o muy malo y si es bueno, cuidado. Favoritos por haber ganado las dos últimas, y ¿qué? Para mí no creo que somos favoritas aunque que llegó convencida de ganar, evidentemente.

Entras a tu vestuario y después de analizar al primer rival, ¿sobre qué avisas a tus compañeras respecto a CBS Barcelona?

Las bases pensantes que son Canella y Cruz, luego tienen una tiradora que si la dejas sola te clava 50 que es Anderson y luego el juego interior que pasa por Hamblin. Sobre todo también es un equipo que le gusta coger un ritmo y parece que van cansadas y van haciendo y si nos metemos en su ritmo, malo. Hay que intentar romperlo desde el principio.

¿Te gusta la Copa a finales de marzo, tan lejos del final de la primera vuelta?

La pondría un pelín antes basicamente porque los equipos no son los mismos que justo terminada la primera vuelta y también es muy tarde porque apenas quedan tres jornadas de Liga y empiezan los play off. En mes y medio pasa todo y al final es lo bonito, tienes que poner algún incentivo porque es la Copa y si la pones a finales de enero o principios de febrero pues parece mejor.

Para el baloncesto femenino una Copa de la Reina en la que se habla de 8.000 abonos vendidos parece una oportunidad de proyección. 

Siempre quedan cosas por mejorar y hacer, lo inteligente es que cada año el torneo esté mejor montado. Este año lo de Zaragoza con 8.000 abonos es una barbaridad y todas las jugadoras lo vemos como una oportunidad para visualizar el baloncesto y que nos vean pero para que los 8.000 repitan tienen que haber muchas cosas para que la gente quiera repetir. Espectáculos, diversión en la calle, en la línea de la Copa del Rey, que es una fiesta.

¿Cómo te sientes en Salamanca que cerca de tu casa no está precisamente?

Fue complicado el hecho de cambiar de un pueblo de 12.000 habitantes, volver a una ciudad que está lejos, que no es que esté bien conectada con Barcelona y son cosas que afectan aunque parece que no. Pero la verdad es que sobre todo después del Covid he podido disfrutar de lo que es Salamanca. Me ha recibido bien y cada vez la disfruto más, es como que cada vez te sientes más como en casa.

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