Como si fuera Fuenteovejuna, Salamanca tiene cita para acompañar a Perfumerías Avenida en su intento por igualar la eliminatoria de los cuartos de final de la Euroliga frente al poderoso USK Praha. Esa mágica unión que en Würzburg se consigue entre afición y equipo y que ha sido el germen de muchas noches 'milagro' a lo largo de la historia es lo que mantiene vivo el sueño de regresar a Praga para afrontar el último intento para estar en la 'Final Four'.

La superioridad que mostró el equipo checo en el primer partido se explica por diferentes motivos que en el seno de Perfumerías Avenida se tienen claros desde el mismo momento en que terminó el primer partido de la serie. Más allá de la evidente calidad y potencia física del equipo de Hejkova que no va a mermar en cuatro días y del que ya se ha hablado de sobra, el equipo salmantino sabe que hay muchas cosas que puede hacer mejor de lo que lo hizo en la pista checa. Si lo logra, y con ello minimiza facilidades, puede estar en partido y ahí Praha sí es más vulnerable. 

Igualar o al menos restar el balance reboteador es de entre todas la clave fundamental. Restando poder a su rebote, Praha no puede correr tanto y en estático tiene un punto de vulnerabilidad que es casi imposible encontrarle en el ataque de transición. Como un vaso comunicante del rebote está el trabajo defensivo que pasa por igualar el nivel físico que imponga Praha y ya se sabe que si Avenida logra sentirse cómodo atrás, ataca mucho mejor y se puede deducir que mejorarían los porcentajes de tiro que en la pista de centro Europa fueron bajos. 

Por más que se repita no deja de ser cierto que es uno de esos días en los que toca hacerlo casi todo bien y que se necesita que todo el plantel de un paso adelante. Ganar en presencia en la zona para provocar que las exteriores del equipo checo tengan que despegarse más de sus pares y las de Avenida encuentren tiros liberados.

Sin tiempo para preparar grandes sorpresas, todo pasa por tirar de actitud, de ganas y hasta donde se llegue nadar hacia la orilla con el empuje de la marea, todos a una.