Detectados dos positivos por alcoholemia en controles nocturnos del fin de semana en Salamanca
Uno de los acusados por el robo con alunizaje a una joyería en la Plaza Mayor: "Vendí todo por 35.000 euros en Pizarrales"
La Fiscalía solicita para cada uno penas de hasta 7 años de cárcel, 10.000 euros de multa y una indemnización de 215.000 euros
Uno de los sucesos más espectaculares que se recuerdan en Salamanca fue el asalto de película a una conocida joyería de la Plaza Mayor. Los hechos se remontan al año 2021, concretamente el 6 de septiembre, cuando los acusados -tres hombres A.S.C.B., A.S.C.B. y A.P.A. y una mujer A.G.A.-, los dos primeros hermanos y con antecedentes penales- perpetraron el robo.
Los cuatro se han sentado este 10 de enero en el banquillo de acusados del Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca para declarar. A.P.A., el primero en testificar ante el juez, ha indicado que ideó todo el plan junto "a tres chicos rumanos que conocía en el barrio de Pizarrales, donde era hab¡tual que fuera a comprar droga", a pesar de residir en Bilbao. Hasta la capital charra llegó en un vehículo alquilado a nombre de la única mujer acusada, "ella no sabía nada, solo me dejó los datos de la tarjeta por hacerme un favor. Casi no la conozco".
Él mismo ha asegurado que en torno a las 5.20 horas impactó contra la joyería, hasta en tres ocasiones, "con un vehículo robado en Burgos tras hacerle un puente". Una vez se hicieron con el motín, "lo vendimos en Pizarrales por 35.000 euros, yo me quedé con 7.000 euros", ha confirmado.
Mientras tanto, entre las preguntas del Ministerio Fiscal, este acusado, ha asegurado ser un consumidor de drogas habitual. "Aquella noche tomé anfetaminas, cocaína y heroína...". "Robo para drogarme, es lo que he hecho siempre", mientras ha negado que tuviera intención de volver a hacer algo así, "tengo una discapacidad del 65% debido a un accidente que sufrí".
Tras él, ha llegado el turno para A.S.C.B. Con su rostro tapado con una máscara, entró junto a otra persona en la joyería. Una vez allí "rompimos los cristales de las vitrinas" y se hicieron con 13 relojes de la marca Rolex y diversos joyas de oro, diamantes, brillantes y aguamarinas. "Los metí en una mochila".
Tras cargar con todo lo de valor huyeron a través del pasaje que une la Plaza Mayor con la calle Espoz y Mina y se introdujeron en un inmueble de la calle Prado que previamente había sido alquilado por su hermano. El vehículo fue abandonado en el lugar, empotrado contra el establecimiento. "Estoy muy mal, estoy perdido, en la ruina. Tengo esquizofrenia paranoide, depresión y soy adicto a las drogas desde los doce años", ha relatado.
Ahora, se encuentra en la prisión de Topas en un programa de prevención de suicidios. "Tras repartir el dinero del robo, me quedé con 5.000 euros que me gasté en chicas y en droga. Me meto de todo, la heroína no, porque no me gusta".
Mientras ocurría todo esto, A.B.S.C., hermano de este último y novio de la mujer implicada en los hechos, ha explicado ante la juez que se encontraba en Salamanca porque "vine a buscar a mi hermano, la Policía nos había llamado y nos había dicho que necesitaba ayuda". Negando ser el cabecilla del grupo y negando haber alquilado el piso para perpetrar el robo, "vinimos de fiesta, a comer y a por mi hermano".
Junto a su novia, otra de las acusadas, durmieron en un hotel ubicado en el Paseo de Canalejas, "no di mis datos porque no tenía el DNI, se me había olvidado". Llegó a llamar hasta en 26 ocasiones a A. P. A. la misma noche del robo, según él "para preguntarle si había visto a mi hermano" y no para darle las indicaciones del robo. "Tenía en el tobillo una pulsera telemática que registraba todos sus movimientos".
Posteriormente, en su casa, en Bilbao, encontraron 9.000 euros en metálico y un reloj marca Rolex reconocido por el dueño de la joyería, que ha asegurado, "son de una indemnización de un despido improcedente de mi novia". Mismo lugar donde se encontraron las máscaras, destornilladores, picos y demás utensilios utilizados en el robo de la reconocida joyería de la Plaza Mayor de Salamanca.
Finalmente, ha llegado el turno para la novia de éste. Ante la juez ha asegurado "no saber nada". "Vine de fiesta a Salamanca junto a dos amigos, dormimos en el hotel y nos fuimos. Paramos en Burgos para que A.S.C.B. pudiera visitar la tumba de su hermana. Desde ahí solo recuerdo la noche en que la Policía irrumpió en nuestra casa. el dinero encontrado es mío, de una indemnización tras el despido del empleo en el que estaba".
Cada uno de ellos se enfrenta a penas de hasta siete años de cárcel, así como el pago de una indemnización conjunta y solidaria de 215.000 euros por las joyas y relojes, además de los daños causados en el establecimiento. Según señala el Ministerio Fiscal en su calificación provisional, los tres varones, en todo momento coordinados y con la finalidad de obtener un lícito beneficio a través de la comisión de robos, lo que constituía su modo de vida, y contando con el apoyo puntual de la mujer, perpetraron los hechos de madrugada.
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