Como casi todos los días, el reloj marca las 10.00 horas y los trabajadores de la empresa de aviones y helicópteros de emergencia Babcock, ubicada en el aeropuerto de Matacán (Salamanca), salen a la calle para protestar por las condiciones de trabajo en las que se encuentran. Un problema, que según Daniel Ruiz Gallardo, mecánico de aviones y representante del Comité de Empresa, "se remonta al año 2015". 

Al terminar una de las numerosas movilizaciones dentro del horario laboral y guardar las pancartas, explica a www.tribunasalamanca.com que piden una "regularización del IPC". Llevan así desde el año 2015, "tenemos una pérdida del poder adquisitivo del 19%, una cantidad considerable" que, de no regularse, podría convertir las movilizaciones en una huelga "muy seria" que se haría realidad en enero. 

"Empezaremos con huelgas parciales", relata, "ya que no es el momento más adecuado de hacer una huelga. Esta empresa tiene una forma atípica de trabajar respecto a otras. Aquí la carga del trabajo máxima llega antes del verano que es la campaña de incendios". Si no consiguen nada "se avanzará con los parones". 

La empresa Babcock ofrece servicios de emergencia aérea y mantenimiento de aeronaves para operaciones de misión crítica como servicios de emergencia médica, protección civil, búsqueda y rescate de mar y montaña, vigilancia de costas y pesqueros, lucha contra incendios, trabajos aéreos y mantenimiento de aeronaves.

En estos momentos, cuentan con unos 800 trabajadores a nivel nacional. "En Salamanca, que es el centro más pequeño, estamos unos 50". Llevan servicios muy importantes, "como el helicóptero del Sacyl, cubre una zona muy amplia, la Comunidad más grande del país. Nuestros servicios son fundamentales". 

También existen aviones ambulancia, "cubren trasladado entre Mallorca, Menorca y la Península". Traslados de pasajeros enfermos, de órganos... "servicios de primera necesidad para la ciudadanía. No se nos debe recordar solo cuando se nos necesita si no también cuando ejercemos nuestra función diariamente y con nuestra mejor profesionalidad. Somos la empresa que mejores servicios da", dice. 

"Es necesario que se nos valore". También económicamente. "Que no estamos pidiendo una subida salarial porque estamos fuera de la negociación del convenio. Solo pedimos cobrar lo mismo que en 2015. La subida del IPC es para todos, alquileres, combustibles...", lamenta. 

Prosiguen su labor en el interior de las instalaciones, "nos encargamos del mantenimiento de aviones que están en servicio. Ahora tenemos el de salvamento marítimo de Valencia. Una vez hecho el mantenimiento, que se extienden entre uno o dos meses aproximadamente... vendrá otro. Si no podemos hacer nuestro trabajo correctamente, ese mantenimiento se puede ir a seis meses con lo que ello conlleva". 

Finalmente, denuncia que "ahora se les somete a exámenes para ascender sin ningún tipo de objetividad. Se hace complicado estar en una empresa que continuamente te pone zancadillas económicamente y anímicamente. Esto te lleva a un estado que no es el adecuado para realizar un servicio en el que se requieren cero fallos. Esa responsabilidad hay que pagarla".