Perfumerías Avenida es un club cuyo primer equipo está acostumbrado a vivir en evaluación continua, y donde siempre se pide más. Las temporadas en que ganaba casi todo, cada día se le exigía más, que ganara de 30 después de ganar de 20, y ahora cuando ha conseguido solventar buena parte de las dudas del inicio de la temporada, que juegue mejor, que sus partidos sean aun con ventajas más amplias. El equipo que dirige Roberto Íñiguez volvía a Würzburg después de ganar en Europa, tras un buen partido en Girona mal resuelto en los últimos instantes, y con un valiosísimo triunfo ante Sopron, pero el partido ante el Barça CBS era otro examen de material troncal. 

Le llaman revelación pero, si a estas alturas pugna por los puestos de cabeza y partía por delante de Avenida en la clasificación, ya está confirmado que es mucho más que eso. La escuadra catalana es de esos rivales ante los que no te puedes distraer con el paisaje.

Rápido, atlético, poderoso al rebote, dinámico, incluso eléctrico, en su juego, no da margen al error. También trabajado tacticamente con alternativas de ataque y de defensa que mostró en un inicio de partido en el que arrancó con 0-6, aunque recibió respuesta de la mano de Silvia Domínguez tras unos primeros ataques locales que no encontraron aro.

Atrás no estaba mal Avenida pese a algunos problemas para frenar los cortes hacia el aro y otro más evidente con el control de rebote y eso otorgaba al Barça segundas opciones. El duelo era de toma y daca y un rebote ofensivo de Fasoula ponía por delante a las locales, 16-15, y Cazorla sumaba cinco puntos seguidos para el 21-15 con el que acabó el primer cuarto. Los tres primeros tras un triple en una de esas acciones que encienden Würzburg con el balón recuperado en una lucha por los suelos para anotar sobre fin de posesión.

Avenida había encontrado con pareja Fasoula-Gulbe por dentro, más rápida que la inicial, una buena alternativa tanto para el ataque como para el retorno rápido atrás, y más sin la gigantesca Hamblin en pista. De esta forma el equipo salmantino ponía un 25-15 después de dos minutos de ese segundo cuarto que obligaban al tiempo muerto del Barça. Volvía Hamblin para actuar como pivote del ataque de las suyas y el 0-5 de parcial inmediato tornaba la situación y era Íñiguez el que llamaba a las suyas a banquillo.

Encontraba acierto en su tiro exterior el conjunto catalán y se precipitaba Avenida en algunos lanzamientos y otra vez se igualaba todo, aunque fue un pequeño lapso porque había reactivación defensiva de las azulonas. Onyenwere y Cazorla con sendos triples y un balón robado por la nigeriana para asistir a la base volvían a dar oxígeno al ataque azulón, 37-29. Se sumaba en ataque pero sobre todo la atención y concentración atrás durante la mayoría de ese segundo parcial era la clave para explicar la renta al descanso.

Aunque Onyenwere recibía la tercera personal nada más reanudarse el juego, el triple de Carleton paliaba el disgusto porque además la canadiense sumaba otro para el 45-30. Las faltas, otra vez muy pronto en bonus, eran el debe para las azulonas. Se equivocaba Reisingerova, frustrada por otra de esas penalizaciones, y se equivocaba en una acción que la llevaba al banquillo. El Barça buscaba contactos para el tiro libre o la ventaja de su referencia interior y recortaba distancias, 45-38, antes del nuevo tiempo muerto de Íñiguez. El parcial de 0-10 lo cortaba Gulbe desde el tiro libre pero le costaba mucho anotar a Avenida en un cuarto mucho más trabado que en el primer tiempo. El Barça quiso llevar el partido a otro terreno porque en el del primer tiempo no le había salido y Avenida tenía que aplicarse atrás aun a riesgo de verse castigado por las personales. Y lo hizo. La salida de Leo Rodríguez ayudó a leer mejor ese ataque porque le metió velocidad y decisión, o al menos generó más dudas en la defensa del Barça, y con una recuperación y canasta de Vilaró cerraba a su favor el parcial, 51-40. 

Tras un primer tiempo de traje y un tercer cuarto de mono, había que terminar el trabajo bien. Siguió en plan obrero Avenida atrás y con decisión en ataque, sin dudar en tirar aunque se escaparan varias opciones claras desde el triple, y así con una salida de 6-0 dilataba su ventaja con siete minutos por resolver. No es el catalán un equipo de los que se rinden porque parte con la ventaja de que nadie cree que tenga nada que perder y quiso apretar aprovechando que los tiros exteriores de Avenida no encontraban ahora aro. Sumó un parcial a favor que rompía Leo Rodríguez. La distancia se estrechó pero la victoria estaba atada. Una más, un paso más en la evolución.