Una autónoma salmantina mantiene un 'duelo' con el Instituto Nacional de la Seguridad Social que podría terminar en los juzgados. El motivo es la petición de una baja médica que, según la empresaria, no le conceden, a pesar de contar con una recomendación psicológica en este sentido y padecer diabetes, falta de hierro y nueve enfermedades autoinmunes. A día de hoy tiene una baja temporal, en principio hasta el 30 de diciembre, ya que le han tenido que escayolar una pierna a causa de una artritis traumatoide, pero cuando pase esa fecha seguirá reclamando porque la cuestión tiene mucho más calado.

La mujer, de 38 años y llamada Anabel R. P. , explica que solicita la baja "hasta que pueda trabajar" porque en su situación actual "no puede" y desea luchar por "mejorar mi calidad de vida".

Es propietaria de un establecimiento de venta de alimentos en Zamora, en el que emplea a una persona, aunque a causa de su situación no puede visitarlo a diario y se está planteando cerrarlo. Para atenderlo debe levantarse a las 4:00 de la mañana, acudir al mercado de abastos y después desplazarse hasta Zamora.

El problema de fondo es su situación médica y el rosario de altas y bajas médicas por el que ha pasado: baja por diabetes en 2019 (actualmente usa una bomba manual de insulina y está pendiente de conseguir una automática que le "solucionaría" parte de sus problemas); petición de baja por recaída en el verano de 2020; nueve enfermedades autoinmunes diagnosticadas en abril de este año; anemia y pérdidas de hierro (la semana pasada le transfundieron sangre por este mismo motivo y la próxima semana tendrá que recibir otra transfusión); está pendiente de una biopsia y una endoscopia... y desde hace un par de días, tiene una férula y un vendaje en la pierna izquierda por una artritis traumatoide en la planta del pie. La baja médica asociada de 10 días quizá sirva para solventar esta cuestión puntual, pero no el resto de problemas médicos. 

Tira y afloja

El penúltimo capítulo se escribió entre verano y otoño. En agosto la consideraron apta para trabajar, pero pocos días después le dieron una nueva baja por recaída. Sin embargo, al no haber superado el plazo legal para autónomos de 180 días entre baja y baja, la inspección médica volvió a concederle el alta por "curación o mejora de la enfermedad", aunque "no es mi caso", replica ella.

Y así llegamos a principios de noviembre, cuando decidió que no podía seguir en estas circunstancias. Ha reclamado formalmente una nueva baja médica denegada por no cumplir los plazos citados y a pesar de que cuenta con un informe psicológico favorable a la concesión. Asegura que el médico de cabecera "no está autorizado" a firmársela porque dicho permiso depende en última instancia del INSS. La baja sobrevenida por el problema traumatoide es un breve paréntesis en una carrera de fondo.

Anabel R. P. añade que se quejó ante los inspectores médicos y que le trasladaron que, si no estaba de acuerdo, recurriese su decisión o acudiese a la justicia. Dicho y hecho: "mi abogado ya ha presentado un recurso", explica, y se prepara para dar batalla en los tribunales, aunque tema que será un proceso "largo y costoso". A mayores, ha desarrollado un trastorno depresivo rígido como consecuencia de este último trance.

Finalmente, insiste en que "no lucho por una incapacidad permanente, sino por tener una calidad de vida. La salud es más importante que el dinero". Anabel R. P tiene dos niñas de 4 y 6 años y "lucho todos los días para intentar sacarlas adelante y verlas crecer, porque mi condición física y mental muchas veces me obliga a que los familiares me ayuden en mi día a día, ya que estoy limitada en ocasiones a seguir su rutina diaria".