Los partidos de Euroliga siempre piden de un plus de intensidad, incluso de agresividad, que cuando está enfrente un conjunto francés se sabe que va a ser necesaria desde el segundo uno. Si hay algo que define a la Liga gala, además de una calidad, faceta en la que en los últimos años ha dado pasos cortos pero firmes, es de capacidad física y atlética.

La máxima de los partidos se ganan desde la defensa se pueden aplicar a la perfección a la mayoría de los conjuntos franceses y Avenida sabía que ante Landes había que jugar contra eso pero, sobre todo, intentar ser mejor que ellas en ese trabajo atrás porque es un adversario que ataca casi como un diapason, sin alterarse por lo que haya pasado en la defensa o ataque anterior, y también en el rebote que pudiera permitir correr y si fuera posible atacar en transición.

Sin embargo eso ante Landes no es tarea sencilla. No pudo hacer muchos contraataques el equipo de Íñiguez ante el rápido balance de su rival pero sí que se aplicó atrás y también encontró acierto en el tiro desde larga distancia para sumar un 4 de 4 en los primeros seis minutos y hasta que encontró unos buenos balones interiores sobre Reisingerova y Fasoula para el 20-12, que Magarity recortaba rápido con un triple y es que Landes jugaba muy vertical al aro, sin apenas consumir tiempos de posesión, buscando rápido ese pase que pudiera ser definitivo o jugándose la acción en 1x1.

Avenida, mientras intentaba ajustar atrás, la seguía moviendo rápido en ataque y con acierto en esos tiros liberados se iba arriba en el primer parcial, 25-19.

Un parcial de 0-6 nada más comenzar el segundo acto obligaba al tiempo muerto de Roberto Íñiguez. Se habían escapado varios lanzamientos bajo el aro pero sobre todo la movilidad del balón de ataque de las gala provocaba que la defensa fuera esa décima de segundo tarde que permitía tirar y ahí la calidad de Fauthoux o Roumy o Paget son casi garantía segura de éxito.

Mejoraba Avenida atrás pero también tenía problemas en ataque porque la búsqueda de la referencia interior se encontraba con las rápidas ayudas que cerraban esa puerta. Crvendakic igualaba el partido después de un pequeño estirón de Landes cuya pegajosa defensa, muy volcada hacia la zona, incomodoba a Avenida que además veía como se iban más lanzamientos de los normales bajo canasta. Eso le volvía a dar el mando a Landes para entrar en el último minuto del cuarto 31-34. Dos triples de Leo Rodríguez y Maite Cazorla con respuesta de Magarity cerraban el primer tiempo con todo por decidir, 37-38. 

Aunque había costado anotar desde zona debía seguir insistiendo Avenida ahí porque arriesgar todo al triple era una apuesta complicada y además sí que se habían encontrado situaciones aunque faltara acierto. Y en la reanudación la búsqueda de Reisingerova era constante, ahora sí con resultado en forma de puntos o faltas. Una lástima en ese momento su tercera falta porque su aportación junto a dos triples de Cvrevendakic y el punto de intesidad que se metió atrás le dieron aire a Avenida que abría un pequeño hueco, 51-42. 

Aguantaba bien el nivel defensivo impuesto, pasando cada bloqueo por delante y en zona contraria seguía encontrando situaciones interiores ahora con Fasoula. Eso sí, Landes no alteraba su modo diapason y se agarraba al partido quedándose el marcador en +11 para las locales a diez del final. 

Excelente comienzo de último cuarto para las de Íñiguez. Muy bien en defensa pero sobre todo moviendo con inteligencia y ritmo en ataque ante un adversario que ya tenía que ir más forzado en las acciones. Sin apenas bote, con buenos pases y encontrando liberada a Cazorla para desde la esquina poner el 65-51 a 8'21" para el final. 

Igual que había ido madurando el partido, también se ve ese crecimiento en el juego del equipo que todo el segundo tiempo aplicó las correcciones hechas al descanso y aprovechaba ahora a la perfección cada opción de balón sobre la zona que acertaba a vislumbrar. Fasoula incrementaba su cuenta trabajando además bien el rebote ofensivo.

No desistió en su línea Avenida hasta el final, mateniendo esa solidez cada vez más minutos, cogiendo un camino que ya sabe que si mantiene le va a llevar a la madurez plena.