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Juzgan a la exalcaldesa de Béjar por su incidente con agentes de Policía Local: "estaba muy nerviosa, cometí el error de acudir"

Elena Martín ha declarado ante el tribunal, donde ha reconocido que dijo "algunas cosas que no son procedentes"

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Juzgan a la exalcaldesa de Béjar por su incidente con agentes de Policía Local: "estaba muy nerviosa, cometí el error de acudir"
Isabel Andrés Rodríguez
Isabel Andrés Rodríguez
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La Audiencia provincial juzga este lunes a la exalcaldesa de Béjar, Elena Martín, por su incidente con agentes de la Policía Local, ocurrido el 14 de noviembre de 2021 en la calle Mansilla de la ciudad textil y que provocó su dimisión al frente del Ayuntamiento de la localidad. En este sentido, la exalcaldesa ha comparecido ante el tribunal y ha respondido a las preguntas de la fiscal, la acusación particular y la defensa.

Los hechos se remontan a 2021, cuando la entonces alcaldesa se personó en la citada calle tras una llamada del entonces concejal de Deportes y Turismo, José María Muñoz Hacha. La Policía Local, con el refuerzo de la Policía Nacional, había tenido que acudir al lugar tras una denuncia vecinal por una fiesta con la presencia de numerosos jóvenes en un local, entre ellos los hijos del concejal. Una actuación que comenzó en torno a las 5:00 horas y se prolongó más allá de las 9:00 horas ante la negativa de los jóvenes a abandonar el local.

Según la denuncia y el testimonio de los dos agentes de Policía Local querellantes, la exalcaldesa se personó en el lugar y "a voces" les ordenó que dejaran de "escribir, de identificar a los jóvenes" y que "no se iban a tramitar las denuncias". Además, les increpó que "siempre había problemas con ellos y que iba a tomar medidas". 

En este sentido, Elena Martín ha reconocido que recibió la llamada del ya exconcejal en la que "me dice ven por favor", ya que "estaba muy nervioso porque consideraba que las formas no eran las correctas". "Me dijo que a su hijo lo habían lanzado contra un contenedor y que su hija también decía que no la habían tratado bien", ha explicado. Sin embargo, según su versión "primero me dirigí a ellos a preguntar qué estaba pasando, me dijeron que llevaban cuatro horas de intervención", y ha añadido que "me parecía desproporcionado", ya que "tenían colocado el coche a 20 centímetros de la puerta e impedía que pudieran salir".

En cuanto a los incidentes que los agentes denuncian, ha explicado que "no recuerdo si dije que dejaran de escribir, fue un momento tenso para mí". "No tengo la claridad de cada frase", ha dicho. No obstante, sí ha reconocido que "me puse muy nerviosa y cometí el error de acudir". Según han recordado, los agentes solicitaron por escrito la orden de que dejaran de escribir e identificar a los asistentes, momento en el que se dirigió al coche para ir al Ayuntamiento y tramitar la citada orden. "Pero cuando tuve 20 segundos de serenidad me dije 'qué estoy haciendo'. Fui consciente de mi error a los 10 minutos de estar ahí. En ese momento volví, les dije que terminaran con las denuncias y le pedí a los chicos que salieran del local y acabaran cuanto antes".

Según su versión de los hechos, "después le he pedido que nos fuéramos al Ayuntamiento para tener una charla y pedirles disculpas". Una charla en la que "estaba muy pesarosa por haber actuado como actué y se lo transmití de forma sincera; les pedí disculpas de todas las formas posibles y ellos las han aceptado. Además, en esa reunión les comenté que ya había habido otro episodio en otro local en verano y que teníamos que buscar una forma diferente de actuar. Les hemos propuesto una mesa de trabajo para buscar fórmulas para que no siga ocurriendo y les ha parecido bien. Nos hemos ido de allí y me han dicho que estuviera tranquila y que el asunto quedaba zanjado y así me he ido de allí, con mucha tristeza".

No obstante, sí ha reconocido que preguntó a los agentes de la Policía Nacional que "qué hacían allí, ya que era un tema de ordenanzas" y negó "rotundamente" que les pediera a los agentes que no hicieran las denuncias. Igualmente, también ha negado, a preguntas de la acusación particular, que estuviera allí por cuestiones políticas, ya que en el lugar también se encontraban los hijos del alcalde de Candelario.

En este sentido, ha recordado que "tres días después pregunté si ya había comenzado el expediente de lo ocurrido, me dijeron que no y pedí por escrito que tramitaran los expedientes".

AGENTES DE POLICÍA LOCAL

Por su parte, los agentes de la Policía Local han ratificado su versión de los hechos. Según su declaración, acudieron al lugar en torno a las 7:00 horas, para relevar al turno de noche, que había comenzado la actuación tras una denuncia de los vecinos. "Fueron los compañeros del turno de noche los que pidieron colaboración a la Policía Nacional, ante la gran cantidad de personas", han asegurado. Además, "nos comentaron que se habían negado a salir y que les habían insultado, increpado, hacían peinetas y amenazaban con llamar al 112 para denunciar incidentes en otra zona de la ciudad y que tuvierámos que abandonar el lugar o con salir en tropel para evitar la identificación". 

Para evitar esta situación, "el coche estaba colocado próximo a la puerta pero no impedía la salida". Una vez en el lugar, los agentes han contado que se presentó una persona, el concejal José María Muñoz Hacha, "que no se identificó como concejal, dijo que sus hijos estaban dentro, realizó una llamada y comenzaron a salir los jóvenes del local"

En este sentido, según su versión de los hechos, "comenzamos a oir voces y vimos a la alcaldesa que nos pedía que parásemos de escribir, que no se iban a tramitar las denuncias, que iba a tomar medidas y que le preguntaba a la Policía Nacional que qué hacía allí". "Ha llegado muy alterada y nos ha dicho directamente que paremos de escribir, estaba muy exaltada y nos hemos sentido muy intimidados", ha explicado uno de los agentes.

Además, ambos han coincidido en señalar que pararon de tomar las filiaciones de los jóvenes ante la orden de la alcaldesa. "Le pedimos la orden por escrito, nos dijo que ahora la traía y se ha ido hacia el coche pero ha vuelto y nos ha dicho que con nosotros siempre había problemas, que siempre éramos los mismos". Ante esta situación, han reconocido que dejaron de tomar los datos de los jóvenes "y les pedimos a la Policía Nacional que lo hicieran ellos".

Igualmente, han reconocido que se produjo el encuentro en el Ayuntamiento entre ambos agentes, la alcaldesa y el concejal, en la que "nos ha pedido un perdón poco creíble. Nos dijo 'perdonad por cómo me he comportado pero qué podemos hacer con estas denuncias". Ambos han declarado que entendieron que se refirió a en concreto a las de esa noche.

Asimismo, durante la vista también han declarado como testigos los agentes del turno de noche, que han confirmado que los jóvenes se negaban a salir y que los insultaron e increparon, incluso llegaron a "hacernos peinetas y enseñarlos partes íntimas del cuerpo".

Por su parte, José María Muñoz Hacha ha declarado que llamó a la alcaldesa porque "creo que no están tratando bien a los chicos, a mi hijo al salir un Policía Nacional lo cacheó y le puso las cosas en un contenedor y a mi hija le dio un ataque de ansiedad". Sin embargo, asegura que no escuchó la conversación de la entonces alcaldesa con los agentes porque "estaba consolando a mi hija, que estaba llorando" y considera que "la conversación en el Ayuntamiento fue muy fluida e incluso ellos se ofrecieron para hacer cursos y tratar de solucionar el problema con el botellón, creimos que el tema estaba solucionado".

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