La calle Correhuela es uno de los pocos accesos del tráfico rodado que quedan operativos en Salamanca de los que llevan al cogollo del centro histórico. Lo sigue siendo, todo hay que decirlo, con importantes restricciones y bajo mínimos desde que hace meses se decidió restringir el paso al bus (y sólo parte del día) carga y descarga y vehículos públicos. Se hizo con vistas a su 'cierre' definitivo al tráfico como parte de un itinerario destinado a su peatonalización, para la que ya ha llegado el turno.

El Ayuntamiento de Salamanca ha licitado en pleno agosto las obras para tres actuaciones más de su plan para implantar un modelo de movilidad sostenible, que pasa por peatonalizar la práctica totalidad de las calles del centro y poner en marcha una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un área en la que el acceso con coches estará vedado de forma general para aquellos menos contaminantes, y ni eso, ya que se dará prioridad a la bicicleta, el bus urbano y los peatones. Las tres nuevas actuaciones están presupuestadas en casi 1.1150.00 euros y se suman a los casi dos millones de euros de una anterior licitación de proyectos con el mismo cometido.

En esta ocasión, destacan dos proyectos para peatonalizar parte del centro. El primer plantea convertir en peatonal todo el trayecto entre Correhuela y la plaza del Corrillo. Actualmente, este eje es de los pocos abierto al tráfico, pero en el futuro estará restringido. Aquí la actuación será parecida a la ejecutado en otras peatonalizaciones: cambiar asfalto por losas, plataforma única con acerca y calzada a la misma altura y señalización de calmado de tráfico y restricciones.

A la peatonalización de este corredor se suma la conversión de varias calles próximas bajo el epígrafe de peatonalización de San Justo, Varillas y Gonzala Santana. El proyecto abarca varias calles más en una zona de especial incendencia de negocios de hostelería, desde restaurantes a terrazas de bares y locales de copas, un área que ya está muy peatonalizada, pero que va a quedar totalmente cerrada al tráfico. Además de las tres del epígrafe, incluye peatonalizar la plaza de Poeta Iglesias y la plaza del Peso, donde numerosos restaurantes tienen sus terrazas; la calle Consuelo cierra con San Justo y Varillas una manzana completa con presencia numerosa de bares; y la calle Gonzala Santana es uno de los pocos trayectos abiertos, que une la entrada al centro por Varillas con la zona de San Julián; la peatonalizacíon de las calles Cuesta y Miñagustín suma manzanas y crea un gran área cerrada al tráfico.

Sobre el mapa, estos dos proyectos de peatonalización supone el cierre de una gran área desde la entrada por Correhuela hasta la salida por el tramo superior de San Pablo, todo lo que hasta ahora era más o menos accesible entre la Plaza Mayor y la Gran Vía. Una manera de marcar los límites de la futura ZBE.