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El banco de cerebros de la USAL, único en Castilla y León: "Las enfermedades neurodegenerativas son la pandemia del siglo XXI"

Javier Herrero, director del Banco de Tejidos, analiza en una entrevista la importancia de la donación del cerebro y de la investigación para curar enfermedades hasta ahora incurables.

El banco de cerebros de la USAL, único en Castilla y León: "Las enfermedades neurodegenerativas son la pandemia del siglo XXI"
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Donar salva vidas. Es algo que todos tenemos ya interiorizado. De hecho, España es líder mundial en donaciones y transplantes de órganos. Sin embargo, no siempre somos conscientes de la importancia de donar para investigar y curar enfermedades en el futuro. ¿Alguna vez te has planteado donar tu cerebro? Puede parecer ciencia ficción, pero, sin embargo, es una opción real y muy importante para la investigación de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple o cualquier enfermedad neurológica o psiquiátrica.

 

El Instituto de Neurociencias de Castilla y León y la Universidad de Salamanca disponen del único banco de cerebros de la Comunidad y uno de los 15 que hay en España. Un banco fundamental para el almacenamiento y el procesado de tejidos que permita a los investigadores estudiar el cerebro humano en profundidad y encontrar una cura para enfermedades que ahora son incurables. Su director, Javier Herrero Turrión, ha charlado con TRIBUNA de Salamanca para dar a conocer su funcionamiento y sus objetivos.

 

- ¿Qué es el Banco de Tejidos?

El Bando de Tejidos empezó a finales de 2011 y principios de 2012, llevamos ya diez años, y es un biobanco de cerebros para la recogida, almacenamiento y procesamiento de tejido cerebral, cedido voluntariamente para hacer estudios post mortem y para investigación. Son muy conocidos los transplantes de órganos, de hecho España es el país que lidera el ránking mundial y casi duplicamos al segundo, que es Estados Unidos. 45 personas por cada millón de habitantes donan sus órganos para salvar vidas en el momento. En cambio, es mucho menos conocido la opción de donar el cerebro para investigación porque no se puede transplantar.

 

- ¿Cuál es el objetivo del banco de cerebros?

El objetivo fundamental es poder investigar enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Los cerebros los ponemos a disposición de los investigadores de todo el mundo, que piden a biobancos de todo el mundo muestras de tejidos. Queremos poner en valor las muestras de tejido nervioso para poder investigar enfermedades neurológicas, sobre todo las neurodegenerativas y las psiquiátricas porque estas enfermedades son la pandemia del siglo XXI y van a superar en número de casos la suma de cánceres, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Y, a parte del drama de la enfermedad, es un drama económico y social porque las personas que padecen este tipo de enfermedades y sus familiares soportan un coste económico enorme por el grado de dependencia que tienen.

 

- ¿Qué enfermedades se investigan con estas muestras?

Cualquier tipo de enfermedad neurológica. Las neurodegenerativas son las que más tenemos porque la gente tiene más conciencia de donar cerebros que padecen estas enfermedades con el fin de lograr una cura lo antes posible. Nuestro lema es 'Dona el cerebro hoy para poder curar mañana'. La buena noticia es que si se consiguiera una cura contra estas enfermedades neurodegenerativas no se salvaría una vida, se salvarían millones de vidas en el futuro.

 

- Se trata de un biobanco único en Castilla y León

Sí, en España hay 15 biobancos de cerebros y nosotros somos el único de Castilla y León y está ubicado en el Instituto de Neurociencias, mientras que otros biobancos están ubicados en hospitales.

 

Los bancos de cerebros tenemos más déficit en general son de donantes sanos porque la gente no comprende que es muy importante también para encontrar soluciones y curas a esas enfermedades la comparación con lo que está bien.

 

-¿Quién puede donar?

Cualquier persona, desde el bebé hasta el anciano. De hecho tenemos también, desgraciadamente suceden casos, de bebés y niños que fallecen, en estos casos no por enfermedades neurodegenerativas, sino por enfermedades raras que afectan al sistema nervioso. La gente está muy concienciada para donar. Por ello se puede donar de cualquier edad y el cerebro sano y el enfermo de estas patologías. Es importante tener también cerebros sanos porque la investigación utiliza el método comparativo entre lo que está bien respecto a lo que está mal. De hecho, los bancos de cerebros tenemos más déficit en general son de donantes sanos porque la gente no comprende que es muy importante también para encontrar soluciones y curas a esas enfermedades la comparación con lo que está bien.

 

- También pueden donar tejido las personas vivas

Sí, nosotros tenemos una pequeña colaboración con un grupo de epilepsia de Guatemala con el que se hacen extracciones con una pequeña biopsia frontal y almacenamos ese tejido para estudiar la epilepsia. Pero nosotros nos dedicamos fundamentalmente a estudios post mortem porque es realmente lo evidente. No se puede hacer una biopsia profunda del cerebro y lo lógico es que la donación se realice post mortem.

 

- ¿Cómo es el proceso de donación?

Una vez que fallece el donante el tiempo es fundamental. Nosotros tenemos un teléfono 24 horas y solicitamos al donante que su entorno, tanto el hospital como sus familiares, conozca el deseo de donar. En el momento en el que se produce el fallecimiento nos llaman por teléfono e inmediatamente iniciamos el proceso para realizar la extracción en el hospital más cercano. En Castilla y León tenemos convenio con los hospitales de León, Burgos, el Río Hortega de Valladolid y Salamanca. Si el donante no ha fallecido en uno de esos cuatro hospitales se realiza el traslado al más cercano y se realiza la extracción, cuyo proceso dura entre una hora y una hora y media. Si sucede por la noche, lo que se hace es preservar el cuerpo en una cámara fría durante unas pocas horas y a las 8 de la mañana del día siguiente se realiza la extracción. Cualquier coste económico extra lo asume el banco.

 

- ¿Cuántos cerebros hay en este banco?

En estos momentos es una cifra muy fría. Son 75 en diez años. Se puede decir que es poco, pero no es lo mismo donar cerebros que sangre y, sobre todo, por lo que estamos más contentos y esperanzados del futuro del biobanco de cerebros es que en este tiempo casi 600 personas se han informado de qué va esto. De esos 600 más de 530 personas han firmado su consentimiento informado, que es el documento con el que, tras el fallecimiento, autorizan la donación. Esas personas todavía viven pero en algún momento pasarán a formar parte del registro de donantes. Sobre todo tenemos cerebros de personas mayores con enfermedades neurodegenerativas, fundamentalmente Alzheimer y otras demencias, pero también tenemos cerebros de todas las edades y de niños desde recién nacidos hasta 13 y 14 años. El motivo de que la mayoría sean personas mayores con esas demencias es que esas enfermedades son bastante largas y a las personas les da mucho tiempo a pensar y piensan en la importancia de donar. Aunque no sea para él mismo o un familiar, sí lo es para en un futuro poder curar esas enfermedades que son incurables a día de hoy.

 

- ¿Cómo es la conservación?

Lo que hacemos es extraer el cerebro y divirlo en los dos semiencéfalos. El derecho se va a embeber en formol para hacer estudios de tejido y de células para poder diagnosticar la enfermedad neurológica que padecía el donante. Lo que hacemos es tratar de confirmar lo que se dijo en vida porque en los diagnósticos se basan en técnicas de neuroimagen y en test de comportamiento obvios de memoria, pero no se puede confirmar al 100% porque no se puede hacer una biopsia profunda del cerebro. Y nosotros lo que hacemos es confirmar, o no, esa enfermedad. Algunas veces sucede que las confirmamos y otras veces sucede que tenía esa enfermedad pero a la vez otras demencias, y otras veces no se sabía lo que tenía y el diagnóstico ha definido la enfermedad. Y eso yo creo que es tranquilizador para los familiares.

Con el izquierdo lo que hacemos es congelarlo a -80 grados, preparado para poder extraer todos los genes y las proteínas para el diagnóstico molecular de la enfermedad. Ponemos a disposición de los investigadores solicitantes los dos tipos de muestras y clasificado por la enfermedad que padecía.

 

- ¿A quiénes está dirigido el banco de cerebros?

A investigadores de cualquier parte del mundo. De hecho, hasta ahora hemos hecho ocho cesiones de muestras a distintos sitios, desde a la Universidad de Salamanca o la Universidad de Valladolid, de Valencia o de Barcelona y una colaboración de la Universidad de Barcelona ha llevado muestras a Australia. Ahí se ve la importancia de los biobancos a nivel mundial.

 

Igual que en la década de los 80 se invirtió mucho en cáncer y ahora se están viendo los frutos, lo mismo tiene que suceder con las enfermedades neurológicas.

 

-¿Cómo está la investigación sobre enfermedades neurológicas?

Está avanzando bastante, cada vez hay más pasitos y hay mucha inversión. Igual que en la década de los 80 se invirtió mucho en cáncer y ahora se están viendo los frutos, lo mismo tiene que suceder con las enfermedades neurológicas. Poco a poco se va a estar conociendo un poco más, pero dada la complejidad del órgano estrella, el cerebro, que es enormemente complejo, aún no se pueden curar las enfermedades neurodegenerativas. El primer paso evidente sería diagnosticar cuanto antes para poder frenar cuanto antes el progreso de la enfermedad.

 

-¿Qué necesita el Banco de Tejidos?

Queremos mucho más apoyo público porque este banco de cerebros subsiste solo con una pequeña aportación económica por parte del IBSAL. La Junta dio dinero en los últimos cinco años y después dejó de dar y le hemos pedido ayuda muchas veces, no sólo ayuda económica, sino que nos lideren la gestión con los hospitales para poder facilitar la realización de tareas. Pero no ha sido así, esperemos que con este nuevo gobierno poder tomar cartas en el asunto y ver la importancia del único biobanco de cerebros que hay en Castilla y León y la importancia de la inversión en enfermedades neurológicas y psiquiátricas por el impacto socioeconómico brutal que va a tener en las próximas generaciones y en la sociedad. No es consciente la política de la necesidad de realizar una apuesta real y una inversión a medio y largo plazo. También desde hace año y medio hemos pedido ayuda a la Consejería de Sanidad para poder contratar un técnico de apoyo para hacer los diagnósticos, pero no ha habido respuesta. Esa es la prioridad ahora, pero también apoyo real.

 

- Un mensaje para las personas que estén pensando en donar pero no lo tengan claro

Donar el cerebro tiene muchas bondades para intentar erradicar la pandemia de las enfermedades neurológicas. Entre todos podemos ayudar porque granito a granito de arena se puede hacer una playa entera. Todo suma.